Patricia del Río

No se trata del nombre del grupo del chat de la “Central de Peruanos Trabajadores”, ni del “Grupo de Pitucas Tías” ni nada que se le parezca. Son las siglas de la nueva herramienta tecnológica que amenaza con invadir nuestras vidas para revolucionarlo toda una vez más. El es una aplicación que usa los elementos de la para responder casi cualquier pregunta en tan solo segundos. A diferencia de un buscador como Google que te remite a páginas y documentos en los que se alberga la información que necesitas, el ChatGPT está diseñado para encontrar esa información, seleccionar lo que es relevante y darte una respuesta con una estructura lógica y un lenguaje correcto.

¿No me creen? Le pedí que me escribiera una justificación para el cambio de la Constitución en el Perú, y su respuesta, bastante bien estructurada, resaltó la necesidad de garantizar una sociedad más justa, inclusiva y democrática. Cuando le pedí lo contrario, argumentó que la Constitución establece las reglas y principios para el funcionamiento de las instituciones y que no cambiarla puede garantizar la estabilidad política y jurídica, que es importante para el crecimiento económico. No me ofreció una respuesta del nivel de Jorge Basadre, pero organizó bien la información y logró un resultado bastante mejor que el de los argumentos que escuchamos de nuestros políticos.

En estos días, en los que la he estado probando, me ha escrito instrucciones para tejer una chompa a palitos, un poema sobre el hambre al estilo de Vallejo, un ensayo sobre las ventajas del uso de energía nuclear escrito por un chico de 14 años. Para este caso le pedí que estableciera comparaciones y que rebatiera los argumentos en contra. Casi calqué las instrucciones que le dieron a mi hijo, el año pasado, para que redactara un ensayo de este tipo. El resultado es escalofriante: el texto es bastante bueno y tiene el nivel de un buen alumno de noveno grado.

El ChatGPT es gratis y ya ha superado los 100 millones de usuarios activos. Imposible predecir lo que esto va a hacer con la y el mercado laboral. Según Reuters, ya hay en Amazon más de 200 libros de ficción que tienen como autor o coautor al ChatGPT. ¿Va a ser reemplazado algo tan humano como la creatividad? Creo que no. El chat puede escribir un cuento estilo García Márquez, pero es malísimo si lo comparas con los textos del Nobel. A los que sí sacará de carrera, en la Literatura y en muchísimas áreas más, es a los mediocres, al estándar.

A la tecnología no se le puede frenar, ni siquiera prepararnos bien para sus nefastas consecuencias. Hace rato que va más rápido que nuestra capacidad para proyectar escenarios posibles. Si bien esta herramienta va a resolver muchos problemas, no puedo dejar de pensar qué va a pasar con un país que ha renunciado a mejorar la calidad educativa. Que ha dejado en mano de los mediocres las decisiones que pauperizan la formación de nuestros hijos. Qué futuro le depara a una nación que está dominada por sujetos que no son capaces de hacer lo obvio con más eficiencia que una máquina.

Veo la denuncia de tanto sinvergüenza contra los que trabajaron duro por la Sunedu y una mejor calidad educativa en nuestro país, veo la osadía con la que una sarta de impresentables insulta a periodistas como Rosa María Palacios y Gustavo Gorriti –que fueron agredidos en su casa por haberse atrevido a hacer bien su trabajo– y pienso que tal vez estamos asistiendo al nacimiento de la tiranía de la insignificancia y de la insustancialidad. Tal vez estamos destinados a desaparecer, porque los peores han tomado el poder y se esmeran tanto en tomar decisiones que nos igualan a todos hacia abajo que, al final, seremos arrasados por una máquina, por un chat.

Patricia del Río es periodista