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Panamericanos en peligro
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Los XX Juegos Bolivarianos Ayacucho-Lima 2025 han finalizado, mostrando dos realidades claramente contrapuestas. Por un lado, un desempeño sobresaliente de nuestros deportistas, quienes conquistaron 262 preseas y un meritorio tercer puesto en el medallero general; y, por otro lado, una organización improvisada, desordenada y opaca que puso en crisis al evento, malgastando recursos públicos, y afectando a cientos de participantes.
Esta situación contrasta con el indiscutible éxito organizativo de los Panamericanos Lima 2019, y debiera encender señales de alerta en torno a la organización de los Panamericanos del 2027. La extinción del Proyecto Especial Legado, y el traspaso de sus competencias y recursos al Instituto Peruano del Deporte (IPD) a inicios de este año, fue un hecho cuestionado por expertos. No porque la reorganización institucional fuese en sí misma cuestionable, sino porque el momento en que se adoptó resultó claramente inoportuno, teniendo dos certámenes a puertas.
Otro tema crítico ha sido el desempeño del Gobierno Regional de Ayacucho que, pese a disponer del tiempo y los recursos, no pudo culminar las sedes deportivas asignadas. El estadio Cuna de la Libertad Americana es quizá el caso más llamativo, con un presupuesto de más de S/400 millones, sus estructuras inconclusas se exhiben como monumentos al oportunismo, improvisación e incapacidad de nuestros gobernantes.Pero si bien las sedes deportivas de Lima funcionaron adecuadamente, la mayor crisis se dio en torno al alojamiento de las delegaciones. La Villa Panamericana de Villa El Salvador debió habilitarse para dicho fin, pero no se actuó a tiempo. Por esa razón se tuvo que recurrir a la contratación de diversos hoteles, algunos de cinco estrellas. Esta medida de urgencia no solo ha significado un gasto importante, sino que ha complicado la logística y el traslado de las delegaciones, afectando la preparación de los competidores.
Lo más triste de toda esta historia es que seguimos desperdiciando oportunidades para promover grandes proyectos urbanos ligados a eventos de escala internacional. En ocho años Lima y el Callao habrán albergado tres certámenes deportivos que podrían haber catalizado inversiones estratégicas en infraestructura y regeneración urbana, movilidad y vivienda social. Así se hizo en ciudades como Barcelona (1992), Londres (2012), Toronto (2015) y Río de Janeiro (2016), donde el evento deportivo fue el detonante de un ambicioso plan de desarrollo integral. En nuestro caso, los Panamericanos nos dejaron equipamientos deportivos, pero no se tradujeron en mejoras estructurales para la metrópoli, debido a la ausencia de una visión urbana integral que los articulara.
La Villa Panamericana es un caso particular, porque en el 2022 se aprobó un plan maestro que planteaba las acciones y proyectos que iban a hacer de la villa deportiva el nuevo centro urbano de Lima sur. A la fecha, el IPD no ha encaminado ningún proyecto para adaptar las torres para los Panamericanos 2027, y tampoco se ha previsto la construcción de nuevas edificaciones para albergar a la totalidad de delegaciones. Lo más frustrante es que ya habíamos tenido la experiencia de los juegos anteriores, por lo que contábamos con todas las herramientas para mejorar la calidad e impacto de las inversiones. Hoy ya es tarde para emprender un proyecto similar al de los Panamericanos 2019, porque incluso con condiciones excepcionales no habría tiempo suficiente para planificar y ejecutar las obras necesarias.
Los únicos responsables de este fracaso son los gobiernos de Castillo y Boluarte, que se dedicaron más a desarticular las instituciones que a fortalecerlas y a planificar a largo plazo. Los Juegos Bolivarianos son el mejor reflejo del profundo daño que la improvisación, la incapacidad y la corrupción le generan al país, y también un anticipo de lo que podría enfrentar el Perú en los Panamericanos Lima 2027. Quedará en manos del próximo gobierno y de los alcaldes de Lima y el Callao la implementación de una estrategia de emergencia para que la sombra de los Panamericanos 2019 no sea demasiado grande.
P.D. Mi más profundo y sincero agradecimiento a nuestros destacados deportistas, que aun con una coyuntura institucional adversa supieron dejar en alto el nombre de nuestro país.

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