Hoy es el día de nuestra Santa Rosa de Lima. Desde la ermita donde practicaba el dolor y se ofrecía como víctima expiatoria, enseñó en libro vivo la capacidad de un alma para la santidad. Bien hace la Iglesia al recordarla, de glorificarla con las palabras que el pueblo de Betulia dirigió a la heroína Judit cuando lo libertó del terrible Holofernes: “Tú eres mi gloria”, es la expresión encomiástica y ensalzadora con que el catolicismo del mundo entero, sobre todo de América, saluda en esta fecha tan señalada, que nos hace vibrar de emoción, a la bella Rosa, nuestra Santa Patrona.
H.L.M.