
No estamos listos
Resumen generado por Inteligencia ArtificialOtra vez Lima tembló. Y otra vez corrimos sin saber bien a dónde, sin saber si subir o bajar, sin saber si esa pared al costado iba a resistir. El sismo del 15 de junio, de magnitud 6,1, nos recordó nuevamente lo poco preparados que estamos para enfrentar un terremoto real. A pesar de no dejar daños graves, si causó un gran susto, evacuaciones desordenadas en lugares públicos y un deslizamiento de tierra en los acantilados de la Costa Verde que pudo terminar en un suceso trágico. Un recordatorio de que, cada vez que la tierra tiembla, es imposible no pensar en el terremoto del 2007 con epicentro en Pisco.
A pesar de vivir en el cinturón de fuego del Pacífico, la zona más sísmica del mundo, actuamos como si los temblores fueran una sorpresa. No hay sistemas de alerta sísmica que funcionen en tiempo real como en otros países, los simulacros se hacen por cumplir, y muchos no saben ni siquiera en qué zonas evacuar. Salimos corriendo sin rumbo, en pánico, sin mochilas de emergencia, sin un plan a seguir. Lamentablemente, seguimos cometiendo los mismos errores cada vez que ocurre un temblor.
No se trata de vivir con miedo, sino de aceptar una realidad. Vivimos en una ciudad donde el próximo gran sismo no es una posibilidad remota, sino una certeza. Los expertos lo repiten hace años, el silencio sísmico en Lima es preocupante y podría traducirse en un terremoto de gran magnitud. ¿Estamos listos? No. Seguimos improvisando, sin protocolos claros, sin preparación ni conciencia ciudadana. La prevención es fundamental para afrontar un sismo. Es ahora o después será demasiado tarde.

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