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RALPH ZAPATA / CINTHIA CHERRES
Mencionar Aragoto en la provincia de Ayabaca (Piura) es como decir un nombre prohibido. Los ojos investigadores se posan sobre quien lo menciona, lo recorren de cuerpo entero. La gente se pone en guardia. No es común que desconocidos mencionen, sueltos de huesos, el nombre de un pueblo que parece prohibido.
A uno lo confunden o con policía encubierto o con un narcotraficante. “¿Por qué tanto interés en Aragoto?”, pregunta el motociclista que nos transportará por el caserío, ubicado a una hora de la ciudad de Ayabaca.
“Somos estudiantes universitarios y necesitamos entrevistar a las autoridades para un trabajo de investigación”, le respondemos muy serios.
Hace cuatro años las cosas eran diferentes en Aragoto. Ahora, desde que salimos de Ayabaca, se observa la transformación. Una carretera asfaltada une a ambas localidades. El tiempo de viaje se ha reducido a una hora; antes era el doble. Hay modernas casas de dos y tres pisos, con teléfonos satelitales; conexión a internet y televisión por cable.
Aragoto ya no está aislado de la modernidad, se ha unido a ella. La cantidad de camionetas 4x4, incluso algunas con placa ecuatoriana, es lo que más llama la atención.
Aragoto, y otros pueblos cercanos, son desde la década de 1940 rutas de paso de pasta básica de cocaína (PBC) que proviene del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), del Alto Huallaga o de Ucayali.
Según el especialista en temas de narcotráfico Jaime Antezana, por este lugar y por otras rutas de esta provincia piurana, anualmente, salen 15 toneladas de clorhidrato de cocaína.
En la macrorregión norte también se siembra coca, que después se convierte en PBC.
“También se está procesando PBC en Cajamarca y Amazonas, que usa los caminos de herradura de la sierra piurana para salir hacia Ecuador y Colombia”, precisa Antezana.
Según Inteligencia de la Policía Nacional, existirían laboratorios de refinamiento de PBC no solo en Aragoto, sino en los poblados de Vado Grande, Remolinos y Mostazas. Laboratorios como los cuatro que se destruyeron entre 1998 y el 2010, cuando fue la última intervención importante de la Dirección Nacional Antidrogas (Dirandro) en este lugar fronterizo.
Los principales caminos que se usan para sacar la droga hacia Ecuador –asegura la policía– se encuentran en los distritos de Lagunas, Sicchez y Jililí.
El coronel PNP Santiago Quiñones, jefe del Departamento de Operaciones Tácticas Antidrogas (Depotad) Piura, reconoció que Aragoto y otras zonas de Ayabaca siguen siendo rutas de tráfico de drogas. El oficial dijo que la policía realiza trabajos de inteligencia en la zona. Sin embargo, ha pasado bastante tiempo desde que se hizo la última gran operación antidrogas en esta localidad.
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