El ex presidente Fujimori con su hijo Kenji cuando era trasladado de la clínica Centenario al penal de Barbadillo, en la Diroes. En esta prisión cumplió 10 de los 25 años de su condena. (Foto: César Bueno)
El ex presidente Fujimori con su hijo Kenji cuando era trasladado de la clínica Centenario al penal de Barbadillo, en la Diroes. En esta prisión cumplió 10 de los 25 años de su condena. (Foto: César Bueno)
Daniel Macera

-recluido en el penal de Barbadillo, en Ate, ha vuelto al ojo de la tormenta tras difundirse un audio sobre sus presuntas coordinaciones para la postulación de un candidato al Congreso por Fuerza Popular.

El Comercio publicó el 9 de abril pasado el siguiente informe sobre sus condiciones carcelarias:

se encuentra en uno de los 20 privilegiados penales del Perú que no sufren de hacinamiento. Mientras que la sobrepoblación en los otros 49 establecimientos penitenciarios va desde 22% hasta 508% (el penal de Jaén tiene una capacidad para 50 personas pero alberga a 304), el penal de Barbadillo, que está preparado para retener a dos presos, contiene solo uno: el ex presidente.

Esto implica que todos los recursos del penal están destinados exclusivamente al cuidado de Fujimori. Sin tomar en cuenta los gastos en servicios básicos (luz, agua, limpieza, etc.), y solo en base a los sueldos de las personas encargadas de administrar el penal, el ex mandatario es, por lejos, el reo más costoso del Perú.

De acuerdo a estimados del expresidente del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), José Luis Pérez Guadalupe, durante su gestión (2011-2015), mantener a Fujimori costaba al menos S/440.000 al año, es decir, S/36.667 mensuales. Esto involucraba el pago de las 17 personas que tenían un sueldo promedio de S/2.000 y que estaban a cargo del penal. De acuerdo a Pérez Guadalupe, 17 es el número mínimo indispensable de trabajadores que se necesita para gestionar este establecimiento.

(Fuente: INPE)
(Fuente: INPE)

Llama la atención, sin embargo, que este monto se daba luego de ciertos ahorros que el Estado podría hacer debido a la condición del preso en cuestión: una persona de la tercera edad que no representa mayor peligro para guardias y que, al no estar rodeada, tampoco recibe amenazas de vida en el día a día, así que no hay que contratar a personal extra para protegerlo o aislarlo.

La Diroes tiene nueve agentes de seguridad, un director, tres enfermeras que alternan en turnos de 8 horas y un médico. A esto se le agregaría personal de limpieza, administrativo y de movilidad (por si el reo tiene algún problema de salud, por ejemplo), explicó el INPE a este Diario.

“El preso más caro era y sigue siendo Fujimori, porque tiene un penal para él solo. Los gastos se relacionan en gastos de salud y atención a personas que iban a visitarlo, que en mi gestión eran congresistas que iban a cualquier hora. Además, el mantenimiento de la estancia. Y a los trabajadores también hay que darles comida y servicios, ellos no pueden salir del penal”, explica Pérez.

El recinto que ocupa Fujimori está dentro de un área de 800 metros cuadrados al interior de la sede de la Diroes. Cuenta con un dormitorio, tiene un piso y mide aproximadamente 15 metros cuadrados, mientras que la pequeña cocina está implementada con estantes. También cuenta con servicios higiénicos propios. Tiene otro pequeño espacio que funciona como comedor y sala de visitas de aproximadamente 20 metros cuadrados.

El ex mandatario disponía, al menos hasta antes del indulto en el 2017, de tres ambientes equipados con una cama ortopédica regulable, un tanque de oxígeno, televisor, cocina y una biblioteca.


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