Una de las metas como país es disminuir en un 30% las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2030. Así lo asumió el Perú en el tratado internacional Acuerdo de París. En línea con ese compromiso, las universidades trabajan para ser modelos de prácticas sostenibles al adoptar medidas para gestionar su propia huella ecológica y beneficiar al planeta.

Es el caso de la que, por segundo año consecutivo, es la primera universidad reconocida por el Ministerio del Ambiente (Minam) con la segunda estrella por la medición y verificación de la huella de carbono del 2023.

Con el propósito de promover una gestión ambiental eficaz, la ha implementado el Plan de Gestión Ambiental “Campus Sostenible”, un instrumento que permite administrar indicadores académicos y operativos para alcanzar la ecoeficiencia en todos sus campus. Por tanto, ha instalado luminarias LED, paneles solares y estaciones para la recuperación de residuos. Además, trabaja en la promoción del uso de movilidades, griferías y urinarios sostenibles.

“Esta iniciativa también impulsa una cultura de aprendizaje basada en la experiencia y en el servicio, el cual se refleja en las acciones que emprende la universidad, como la participación en proyectos socioambientales, voluntariado ambiental y liderazgo universitario en sostenibilidad, así como en actividades de concientización en todas las sedes a nivel nacional”, resalta Mercedes Cáceres gerente de Sostenibilidad de la UPN.

La casa de estudios no solo ha continuado con la medición de sus emisiones, sino que también han fortalecido el alcance de sus indicadores, incluyendo una evaluación exhaustiva del transporte aéreo y terrestre. “Este logro no sería posible sin el compromiso de directivos, áreas clave y de toda nuestra comunidad educativa”, señala Lindsay Valverde coordinadora de Sostenibilidad de UPN.

Con todo esto, la UPN no solo brinda a los estudiantes espacios ecoamigables, sino que también estimula e inspira a la creación e innovación de proyectos socioambientales.

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