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¿Cómo es el Lexus de LBX de US$41.490, el más económico de la marca premium?: manejamos este SUV hasta Cerro de Pasco y te contamos sus detalles
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En diciembre estuvimos manejando el Lexus LBX, un SUV compacto premium que no solo llama la atención por sus cualidades, sino también por su precio atractivo. Se ofrece desde US$41.490 y, tras su lanzamiento en 2024, se convirtió en el Lexus más barato en el Perú. Para conocerlo mejor, te contamos nuestra experiencia probándolo en Lima y Cerro de Pasco.
El cuestionamiento sobre si un vehículo de este precio sigue siendo premium surge porque existen varios modelos de tamaño similar, o incluso ligeramente mayores, dentro del segmento generalista que superan el precio del LBX. Vale decir que casi se ha anulado esa diferencia de varias decenas de miles de dólares que antes separaba a un SUV premium de uno promedio generalista. Años atrás, los SUV de entrada a Lexus rondaban los US$80.000 o más; sin embargo, con la introducción de modelos más accesibles, hoy es más fácil ingresar al universo Lexus.
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Pero, siendo tan barato, ¿todavía puede considerarse premium? A nuestro criterio, sí, ya que conserva ese refinamiento en la conducción que notamos cuando manejamos el RX 350h y el NX 350h. La dirección es suave y precisa; su andar es silencioso en ciudad al traccionar con la energía proveniente del generador eléctrico a bajas velocidades, mientras que la cabina ofrece una buena insonorización que reduce el ruido exterior casi en su totalidad. A lo que queremos llegar es que se trata de un vehículo con desarrollo premium, a pesar de estar fabricado sobre la misma plataforma que utiliza el Toyota Yaris Cross.
Un punto que diferencia al LBX frente a un modelo de una firma generalista es que, al acceder a cualquier Lexus, no solo se obtiene un vehículo con buenas prestaciones, sino también una atención más ágil. Por ejemplo, durante nuestra visita al Lexus Life de La Molina se mencionó que el envío de repuestos es más rápido, ya que, mientras que una marca generalista realiza el despacho por barco, Lexus lo hace por avión. Es decir, la experiencia va más allá de lo que ofrece el vehículo en sí.
Prueba de manejo del Lexus LBX
Este SUV no solo se convirtió en el más barato de la marca, sino también en el más compacto. Mide 4.190 mm de largo, 1.825 mm de ancho y 1.550 mm de alto. Su distancia entre ejes es de 2.580 mm y su despeje al suelo alcanza los 220 mm. Básicamente, tiene las dimensiones ideales para transitar por la ciudad y, en efecto, permite realizar cambios de carril en espacios reducidos y filtrarse con suma facilidad. Estacionarlo resulta sencillo, ya que cabe con holgura en cualquier estacionamiento estándar del Perú.

Respecto a su diseño, la parrilla está integrada a la carrocería y las líneas son algo menos definidas que en sus hermanos mayores, mientras que el nivel de equipamiento se mantiene en un estándar alto, con faros LED y neumáticos de generosas dimensiones en medida 215/60 R17. Aunque es un auto pequeño, el modelo roba miradas tanto de peatones como de otros conductores.


En el interior, el diseño mantiene el concepto Tazuna presente en modelos Lexus más costosos, brindando una sensación de amplitud y una disposición favorable para una conducción fluida. Este enfoque busca que el conductor tenga el mejor campo de visión posible, razón por la cual no encontramos una pantalla flotante, sino una integrada en la consola central.

La pantalla táctil mide 9,8 pulgadas y, si bien es más pequeña que en otros modelos, cumple con gráficos en alta definición y una interfaz rápida. Desde ella se controla el climatizador y se puede conectar Android Auto o Apple CarPlay de forma inalámbrica. Además, es la pantalla donde se proyecta la imagen de la cámara trasera.

Los asientos están tapizados en cuero y, al menos el del copiloto, permite regular altura y profundidad de forma eléctrica. Los cojines no solo son cómodos, sino también funcionales, ya que incorporan una tecnología destinada a minimizar la presión de las cargas laterales, lo que ayuda al conductor a mantener una postura más recta en las curvas.
Los asientos traseros, también tapizados en cuero, integran tres apoyacabezas. Durante la prueba, pudimos acomodar a dos adultos de 1,72 m de altura con comodidad, mientras que la plaza central resulta más adecuada para un niño. Personas más altas podrían viajar algo justas, ya que las rodillas tenderían a rozar el respaldo del asiento delantero.
En cuanto a la capacidad del maletero, es posible acomodar dos maletas de 23 kg de forma horizontal, quedando aún algunos espacios para bolsas o mochilas pequeñas. En total, ofrece 317 litros de capacidad, cifra que puede ampliarse al abatir la segunda fila de asientos. La apertura del maletero es manual, aunque nos habría gustado que fuera eléctrica.
Bajo el capó, equipa un motor gasolinero de 1,5 litros y tres cilindros (M15A-FXE), que forma parte del sistema híbrido autorecargable (HEV) junto a un generador eléctrico. En conjunto, ambos desarrollan 134 hp y 188 Nm, transmitidos mediante una caja automática e-CVT. La batería es de níquel e hidruro metálico y tiene una capacidad de 5 Ah.

Al tratarse de un SUV compacto y liviano (1.340 kg), el LBX acelera de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos, cifra que en la práctica permite realizar sobrepasos con holgura y seguridad, aunque claramente no es el más veloz. En la subida hacia Cerro de Pasco por la carretera de Canta registramos un consumo de 7,5 litros/100 km (50 km/galón), mientras que en la bajada hacia Lima alcanzó los 2,6 litros/100 km (120 km/galón), lo que arroja un promedio de 85 km/galón.
Finalmente, en materia de seguridad, destaca por ofrecer hasta ocho airbags y diversos asistentes, como asistente de frenado, sistema de mantenimiento de carril y control de estabilidad y tracción, entre otros. Precisamente, estos dos últimos se activaron cuando, durante la subida a Cerro de Pasco, una de las ruedas pasó por tierra a 80 km/h, provocando un leve derrape. La electrónica intervino de inmediato y evitó que perdiéramos el control del vehículo.








