Hoy no pretendo disimular mi entusiasmo: me moría por sentarme en esta mesa, y por fin sucedió hace un par de semanas, durante la marcha blanca de Frina. Estaba muy atenta a lo que Francesa Ferreyros venía cocinando —en el sentido literal y figurado— desde hacía varios meses, y tenía la certeza de que sería bueno. La realidad, sin embargo, superó toda expectativa.
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Frina es un lugar único, de excepcional cuidado por el detalle, con una carta que seduce desde la primera lectura. El menú posee tantos sabores como se es posible imaginar (aunque es mejor si no se imaginan y se dejan a la sorpresa) y un ambiente maravilloso. Una suerte de oasis amazónico-chic del cual no se quiere salir jamás.
Francesca Ferreyros es uno de los talentos femeninos más potentes del panorama local, con 15 años de trayectoria profesional. Es una cocinera sensacional, una mujer segura de lo que quiere y una anfitriona de primera. Para quienes la conocen desde Baan (el restaurante inspirado en sabores asiáticos que tuvo hasta el año pasado en San Isidro), el concepto de Frina no les resultará lejano. Aquí, Francesca se consolida en su propuesta de autor, con una cocina que se nutre de sus experiencias y viajes.
Hay mucho de Asia, por supuesto (pasó una década de su vida recorriendo distintos países de dicho continente), pero también hay de Amazonía, de costa, o de cualquier lugar que la inspire o la alimente, lejano o cercano. Desde unas mollejas de res crocantes con puré de zanahoria especiado y salsa tucupí, o unas croquetas de tapioca con chutney de tamarindo y dátiles, hasta un magnífico curry norteño de pescado con zapallo loche. Cada paso es una pequeña aventura en sí mismo.
Nada es improvisado, claro. El proyecto de Frina se viene trabajando hace más de un año, con la premisa de Francesca de ofrecer una versión de comida confortable que tenga también una cuota rompedora, con técnica marcada y mucha vanguardia. Si bien forma parte del hotel Double Tree by Hilton San Isidro, el local es independiente, y la chef tiene grandes planes para este espacio.
La primera carta de Frina está pensada tanto para el público local como el extranjero, y eventualmente podría haber también un menú degustación. Desde esta semana el restaurante abre almuerzos y cenas, y recomiendo experimentar la visita en ambos horarios (o iluminación, más bien). Todo irá dándose de manera orgánica, y eso es tal cual lo que Francesca quiere. //
Cómo llegar
Visitar Frina tiene su encanto: el restaurante se sitúa en la primera planta del hotel Double Tree by Hilton San Isidro. La entrada, sin embargo, es por el Strip Mall del Boulevard El Bosque, justo al lado de la tienda Bimba & Lola. Luego de caminar unos pasos y cruzar una pequeña plazuela interior verán el restaurante, que destaca por su vegetación. Si van en auto, hay un estacionamiento un piso más abajo.
De otro mundo
En junio, Ferreyros abrirá en el ‘rooftop’ del hotel el bar Lunática, con una carta de snacks para compartir. También alista una panadería en la primera planta (cerca de la plazuela) llamada Riwi, además de la apertura del nuevo Baan, en la avenida La Mar de Miraflores.