Dejemos de buscar la perfección y de ser tan duros con nosotros mismos. No somos super héroes, seamos más permisivos.
Dejemos de buscar la perfección y de ser tan duros con nosotros mismos. No somos super héroes, seamos más permisivos.

Los que estamos viviendo son tiempos donde la incertidumbre -especialmente a nivel laboral- se ha convertido en algo de todos los días, mientras intentamos adaptarnos a una nueva ‘normalidad’. Quisiéramos decirles que tenemos la receta secreta para hacerlo más llevadero, pero la realidad es que este es un aprendizaje y un proceso para todos. Hoy, como comunidad -aunque vengamos de escenarios o rubros diferentes- tenemos muchas cosas en común que nos sobrepasan o que resultan nuevas para nosotros.

Poder continuar cumpliendo con el 100% de nuestras expectativas profesionales y personales en esta nueva normalidad es un reto. No podemos intentar replicar lo que era nuestra rutina de trabajo o personal como si nada pasara. La mentalidad de crecimiento es un concepto que nos escucharán repetir a lo largo del tiempo, pues creemos que es el poder de la misma lo que nos permite desarrollar comportamientos como la resiliencia, perseverancia, optimismo y flexibilidad y así lidiar con la incertidumbre y los nuevos retos que tengamos.

Quisiéramos enfocarnos en este último: ser flexibles. La flexibilidad es crítica en momentos de cambio, por lo que el poder adaptarnos será nuestra nueva ventaja competitiva. Aquí 5 razones que lo ilustran.

1. Siempre hay una primera vez: reconocimiento y perspectiva

La situación actual es nueva para todos, de eso no cabe duda. Lo importante es aceptarlo e intentar darnos la oportunidad de vivirla como tal. Por ejemplo: de trabajar en una oficina pasé a trabajar en casa liderando equipos a la distancia y convirtiéndome en profesor de mis hijos. ¿Cómo puedo ser más flexible ante esta nueva realidad?

1. Reconociendo y aceptando que es la primera vez que nos pasa.

2. Poniéndolo en perspectiva. No estamos solos en esta situación y no se espera que reemplacemos a los maestros o podamos solucionar todo a distancia con nuestros equipos. Debemos manejar nuestras expectativas y aceptar que nada será perfecto. La empatía es crucial. Esta es una situación única y es importante reconocerla como tal. Nuestros equipos recordarán nuestras acciones y reacciones ante esta situación: un buen liderazgo es importante en estos momentos. Nuestros hijos no sólo recordarán lo que aprendieron del colegio, sino cosas más importantes como la convivencia.

2. Ser flexibles tanto en la estrategia como en la ejecución

En la columna anterior mencionábamos la importancia de tener una estructura ahora que trabajamos desde casa. Y si bien es importante tenerla, no está escrita en piedra. No nos atormentemos de más. Puede ser modificada y adaptada a las circunstancias y realidades del día a día y de cada quien. Es importante no compararse.

En estos tiempos, no sólo es clave ser flexibles en las estrategias que nos planteamos para pasar la ola, sino también ser flexibles en la ejecución de las mismas. Por ejemplo: si bien la tecnología nos acerca, también nos trae nuevos retos. Ahora que estamos trabajando desde casa, encontramos quizás que tenemos mayores deficiencias tecnológicas de las que hubiésemos imaginado. Habrán momentos en que se caiga el sistema, no nos podamos conectar, nos interrumpan o se corte una llamada en la mitad de una reunión. ¿Qué hacer?

-Démonos tiempo. Necesitamos adaptarnos, seamos pacientes. Esto es algo nuevo para nosotros y para nuestros equipos, quienes también necesitan adaptarse.

-Pongamos prioridades. Entendamos las necesidades de nuestros equipos, tratemos de buscar un horario más flexible que le funcione a la mayoría.

-Enfoquémonos en nuestro carril. Cuando nos veamos tentados a compararnos, hagamos una pausa y conectemos con nuestros pensamientos para darle la vuelta al tema.

3. Desafiemos nuestra creatividad

Quisiéramos compartirles una anécdota que nos ayuda a pensar cómo podemos desafiar nuestra creatividad tanto en el trabajo como con nuestras familias. Este es sólo un ejemplo y cada uno lo adaptará a su realidad. Hace unos días nos contaban una amiga, actriz y psicóloga, cómo estaba tratando de darle la vuelta a esta situación., trabajando tanto ella como su esposo desde casa y con una niña de 5 años. En estos días de cambio permanente, nos contaba que planteaba y replanteaba sus días e iba descubriendo lo que iba necesitando un día a la vez (adaptación).

Para poder trabajar, busca alternar el escritorio con su marido, ha rediseñado su horario de trabajo y hace pausas para poder brindarle también atención a su hija (flexibilidad).

En medio de esta adaptación y flexibilidad echaron a volar su imaginación y se fueron de ‘viaje’: jugaron a que volaban, recorrían el cielo, se sacudían con las turbulencias, miraban el mar… en fin. No solo intentaron romper con la nueva rutina y tomarse una pausa, sino buscaron tratar de adaptarse a esta nueva normalidad.

4. Un día a la vez

Esto se ha vuelto nuestro nuevo mantra y es parte de lo que sí podemos controlar. Hoy más que nunca es importante vivir en el presente, dedicarle tiempo a lo que vale la pena. Suena obvio, pero hace falta a veces recordarlo. Recibimos cantidad de información diaria: del trabajo, del colegio, noticieros, grupos de Whatsup, redes sociales... enfoquémonos en lo que es relevante para nosotros y nuestros negocios.

1. Si soy independiente, ¿el servicio que ofrezco lo puedo adaptar a las nuevas necesidades? Por ejemplo: Soy un profesor de deporte, doy clases presenciales y tengo que pagar el alquiler de mi local. ¿Puedo ofrecer mi servicio a través de las redes o de alguna plataforma tecnológica y cobrar?

2. Trabajo para una empresa de servicios financieros. Muchos de los objetivos de negocios que se habrían planteado al inicio del año hoy pueden sonar desafiantes, como muchas de las decisiones que se tomarán no podremos controlar. Enfoquemos nuestra energía en el aquí y ahora.

5. Seamos menos autocríticos

Dejemos de buscar la perfección y de ser tan duros con nosotros mismos. No somos superhéroes: seamos más permisivos.

1. Pongamos límites y prioridades, no podemos hacer todo.

2. No busquemos la perfección. Estamos aprendiendo en el camino.

3. Veamos qué están haciendo otros y qué nos pudiera funcionar sin compararnos. Todos tenemos realidades distintas.

4. Busquemos algo que nos haga liberar nuestra creatividad. Quizás leer un buen libro, escuchar música, cocinar, ver una película, meditar o hacer ejercicio. No hay una sola respuesta, pero ayuda a buscarla en lo que nos apasiona.

Trabajando desde casa las líneas entre el trabajo y el hogar han desaparecido. Es una nueva realidad y con retos distintos para cada uno de nosotros. Lo que compartimos son solo algunas sugerencias de lo que podemos hacer para adaptarnos y ser más flexibles, con el fin de encontrar mayor estabilidad en esta nueva normalidad. Tanto en nuestra vida profesional como personal.

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