“¡Munay Ki! ¡Munay Ki, ven!”, grita Erika Mur mientras Munay Ki corre a su encuentro, como si fuese un niño pequeño que, a la salida del primer día de colegio, espera ver a su mamá. “¡Ay, mi lobito!, ¡mi sonso!”, dice Erika con voz maternal, mientras Munay Ki le lame la cara y le mueve la cola, en señal de absoluta felicidad. Esta escena podría parecer normal para quienes tenemos a un peludo en casa. Pero Munay Ki no es un perro convencional: es el primer perro lobo en el Perú, como esos que solo vemos en los documentales de National Geographic.
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