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Fiesta, 40 años de sazón y orgullo: Héctor Solís cuenta cómo nació una joya de la gastronomía peruana
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Fiesta, 40 años de sazón y orgullo: Héctor Solís cuenta cómo nació una joya de la gastronomía peruana

Fiesta, 40 años de sazón y orgullo: Héctor Solís cuenta cómo nació una joya de la gastronomía peruana

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En la casa de los Solís, ubicada en la urbanización 3 de octubre, a las afueras de Chiclayo, la cocina era el centro de todo. creció ahí: entre el aroma del espesado los lunes, las visitas al mercado con su madre y los secretos para hacer “el mejor arroz con pato del mundo”. Hoy, cuarenta años después de la apertura de Fiesta, el restaurante familiar convertido en emblema de la gastronomía chiclayana, el cocinero presenta ‘El Fiesta de los Solís’, un libro ilustrado que es recetario, memoria y testimonio de amor.

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“La vida de las culturas que han dado forma al actual Lambayeque se concentra hasta nuestros días en la celebración de la comida”, escribe Solís en las primeras páginas de la publicación. “Hoy, como antes, los herederos del pueblo Mochica se aferran a la misma tierra y a la vida a través de los alimentos”, se lee en otra parte.

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Juan Carlos Fangacio

Corría el año 1983 cuando sus padres, Alberto Solís Serrepe y doña Bertha Cruz, apostaron por algo distinto: un restaurante de mantel largo que respetara los sabores del norte. La cocina la dirigía ella, con la intuición y sazón heredada de generaciones. “Este libro cuenta una pequeña parte de lo mucho que podemos contar acerca de la cocina de Lambayeque, que es también la cocina de los mochicas, y cómo nosotros la hemos podido traducir en Fiesta”, le dice el autor a Somos.

Arroz con pato alochado, plato insignia del restaurante Fiesta.
Arroz con pato alochado, plato insignia del restaurante Fiesta.
/ pocho caceres

Aunque estudió Economía, Héctor pronto entendió que su lugar no estaba en una oficina. La vocación ya le hervía adentro desde niño. “Cocino desde los doce años. Fue algo que se fue dando de manera natural, sin forzar”, recuerda. Lo más importante que tenía que aprender, lo aprendió en su hogar: el orgullo por su tierra, el respeto por los productos de temporada y el lenguaje de las manos que hacen magia a fuego lento. “Me gusta estar aquí, me gusta este momento de mi vida. Cuando estoy feliz, quiero ir a la cocina. Cuando no lo estoy, también”, afirma el cocinero mientras filetea un enorme mero.

DEL CAMPO A LA MESA

Desde siempre, Héctor Solís cocina como le enseñaron: con lo que tiene cerca, con lo que conoce desde pequeño. “Crecí viendo a mi madre cocinar con lo que había, pero siempre con mucho cariño por quienes se iban a sentar a la mesa. Los vecinos pensaban que en nuestra casa siempre había fiesta por los banquetes que se hacían. No exagero. Tu llegabas y encontrabas comida siempre”, rememora.

La familia Solís cosecha su propio arroz en la provincia de Ferreñafe, en Lambayeque.
La familia Solís cosecha su propio arroz en la provincia de Ferreñafe, en Lambayeque.

En el restaurante Fiesta, los platos se cultivan. El arroz con pato, su plato insignia, tiene como fuente un criadero de aves de la propia familia Solís, donde se asegura que el animal tenga una alimentación balanceada. El zapallo loche, ese ingrediente sagrado del norte, no se compra al por mayor: se cosecha en su propio fundo. Y el arroz no es cualquier arroz: es un grano lambayecano seleccionado, fresco y consistente.

Ese mismo cuidado por los insumos se advierte en otros platos de la carta, como el codillo de lechón asado, adobado con vinagre de uva; en la sangrecita criolla, con su toque de hierba buena y culantro; en el cabrito lechal, de carne suave y delicada, criado en la zona de Batán Grande; o en el Mero Murike, un manjar proveniente de las aguas del Pacífico.

Héctor Solís creció en la urbanización 3 de octubre, ubicada a las afueras de Chiclayo.
Héctor Solís creció en la urbanización 3 de octubre, ubicada a las afueras de Chiclayo.

El principal aporte de la familia Solís ha sido poner en valor el sabor del norte profundo: lo sirvieron con elegancia, sin disfraces, y así conquistaron paladares y abrieron camino para que la cocina regional ocupe el lugar que le corresponde. Hoy, además de Fiesta —que mantiene sedes en Chiclayo y Lima—, Héctor Solís dirige La Picantería y otros proyectos donde sigue rindiendo culto a las recetas de su tierra natal. Pero su principal cruzada no ha cambiado: que el Perú no olvide cómo se comía en las casas lambayecanas.

‘El Fiesta de los Solís’ es parte de esa misión. “La cocina de Lambayeque no necesita ser reinventada, necesita ser respetada. Tiene siglos de historia, técnicas que vienen de los mochicas e ingredientes que solo crecen en nuestro valle”, dice Solís. “Yo cocino para que no se olvide nuestro origen, el lugar de dónde venimos”, concluye. //

Para comprar y llevar

Héctor Solís, chef peruano y referente de la cocina chiclayana, presentará su libro “El Fiesta de los Solís” (Planeta Gastro) el próximo 2 de agosto a las 8:00 p.m., en el auditorio Clorinda Matto de Turner de la FIL Lima 2025. A través de esta entrega, Solís comparte la historia y la esencia del restaurante Fiesta, que cumple cuarenta años como un ícono de la gastronomía peruana.

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