De las ecografías 2D al 7D: el estudio del embarazo es más preciso e intuitivo con la Inteligencia Artificial

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Los algoritmos inteligentes ya están presentes en las modernas ecografías, elevando al máximo el nivel del diagnóstico prenatal con resultados más rápidos, intuitivos y precisos, un aspecto que genera tranquilidad y alegría a las futuras mamás.

El salto ha sido enorme. De las clásicas ecografías 2D a blanco y negro (que aparecieron por primera vez en 1959), evolucionamos a la tecnología a color en 3D y luego al 4D, con el que obtuvimos imágenes mejoradas pero con los movimientos del bebé en tiempo real. Posteriormente, el 2017 apareció la ecografía 5D/6D, que agregó efectos de sombra y profundidad y resolución en HD.

Hoy, la ecografía ha entrado en una nueva etapa con la revolucionaria tecnología 7D, mucho más rápida, clara y precisa. Es casi como tener una cámara de gama alta dentro del útero materno. “El estudio del embarazo ahora se realiza en Full HD y con capacidades intuitivas gracias a la Inteligencia Artificial”, señala el Dr. Rafael Ascenzo Aparicio, experto en ecografía fetal de la Clínica Miraflores y pionero en el uso de esta tecnología en el Perú.

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En un reciente informe sobre la Inteligencia Artificial aplicada a la medicina, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que esta tecnología “ofrece grandes posibilidades para mejorar la salud de millones de personas en todo el mundo”, en especial en lo que se refiere a la precisión del diagnóstico y la detección de enfermedades.

Con el uso de algoritmos de IA de última generación, las máquinas pueden ayudarnos a interpretar radiografías, resonancias magnéticas, tomografías computarizas y otros datos de imagen médica con mayor rapidez y precisión. Un estudio alemán demostró recientemente que la aplicación de sistemas inteligentes de análisis de datos puede llegar a incrementar la productividad de las resonancias hasta en un 30%.

Con las ecografías ocurre lo mismo. El Dr. Rafael Ascenzo lo explica así: “Los equipos modernos ahora son más intuitivos para obtener datos. Por ejemplo, cuando se estudia una parte como la cabeza del bebé, la IA de la tecnología 7D ya está adelantándose y tomando medidas exactas de la zona. Es una tecnología increíble que sirve como un complemento ideal para el trabajo de los médicos. La idea es maximizar las herramientas de este nuevo equipo para mejorar los resultados para la madre y el bebé que viene en camino”, añade.

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Uno de los aspectos donde más se reconoce la evolución que han sufrido las ecografías es la calidad de la imagen. Si hoy contrastáramos la resolución de una ecografía 3D con la de un equipo moderno, veremos que la diferencia es enorme. No hay punto de comparación.

Este salto en la definición tiene un secreto: el transductor. Como se sabe, el transductor o sonda es el pequeño aparato que el médico desplaza encima del vientre materno para obtener imágenes. Sin el transductor, sería imposible la transmisión del ultrasonido.

Cada transductor está formado por hileras de cristales. A más cantidad de cristales, el detalle de la imagen es superior. “Los modernos equipos 7D cuentan con un transductor de 8.000 cristales. Por ello, es 16 veces más rápida que un ecógrafo 4D, que apenas tiene 980. Además, es capaz de capturas más de mil imágenes por segundo, dando una nitidez asombrosa”, afirma Rafael Ascenzo.

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Ver con tanto detalle al bebé genera una serie de sentimientos en las futuras mamás. Se dice que ese primer encuentro marca el inicio de muchos cambios en la psiquis materna. A nivel bioquímico, ocurren cambios más complejos. Cuando una mujer reconoce por primera vez a su hijo, su cuerpo genera altos niveles de oxitocina, la hormona responsable de que amemos y seamos compasivos y amables. Esta química hace más especial este tipo de exploraciones.

“La ecografía representa un momento muy especial para la mamá. Es un encuentro anticipado con esa personita que se espera con ansias. Las reacciones de las mujeres cuando ven a su bebe en pantalla, son inexplicables. Muchas lloran de alegría. Otras no paran de sonreír. Tienen un brillo único en el rostro. Ahora, con las nuevas tecnologías, ese encuentro es mucho más especial. La calidad de imagen es tal que podemos ver a los bebés bostezando, riendo y hasta sacando la lengua”, explica la especialista en ginecología y obstetricia, Rosario Villarán.

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Esto también ha favorecido enormemente al monitoreo de la salud fetal, el objetivo central de los estudios ecográficos. La captura de las imágenes es mucho más rápida, sobretodo en órganos como el corazón y el feto. Inclusive, ya podemos ver a detalle los vasos sanguíneos del bebé, por más pequeñitos que sean.

“Los nuevos equipos incluyen software como el Doppler Color HD volumétrico (Radiant Flow) que detecta con anticipación diversas anomalías, mientras el médico va navegando por una sucesión de capas a velocidades ultrarrápidas y a diferentes planos de la anatomía fetal. Asimismo, pueden detectar si hay falta de oxígeno y de nutrientes y hallar con anticipación cardiopatías congénitas”, sostiene el Dr. Rafael Ascenzo.

Cabe indicar que la tecnología 7D permite enviar las imágenes y videos inmediatamente al teléfono de la futura mamá. La transferencia es inmediata, ya que el equipo puede sincronizarse con un smartphone. De hecho, al momento en que se hace la ecografía, la madre ya está recibiendo las imágenes al instante y en vivo. “Las ecografías en el embarazo tienen un componente emocional muy importante para la pareja. Tenerlas en el móvil y poder verlas todas las veces que se quiera es maravilloso. Además, se puede compartir en redes sociales con familiares y amigos. Es algo revolucionario”, finaliza el especialista.