La nueva película de la franquicia “Depredador” llegó a Star+ el último fin de semana y tuvo una gran aceptación en el público gracias a un detalle que ninguna de las cintas anteriores había considerado: el pasado. En “Depredador: La Presa”, la historia viaja 300 años en el pasado y sigue a una joven comanche llamada Naru (Amber Midthunder), quien busca una peligrosa bestia para cazar y así ser reconocida en su tribu; sin embargo, en su búsqueda, se topará con un ser nunca antes visto y empezará la lucha entre cazadores.
Para conocer más detalles sobre esta película, El Comercio conversó con la protagonista Amber Midthunder, quien no solo reveló detalles sobre su personaje y su lucha contra un ente desconocido en una época donde las armas eran fabricadas de forma artesanal, sino que también habló del respeto que tuvo el equipo de producción al retratar una historia inspirada en la tribu comanche de hace 300 años y las conexiones de “Depredador: La Presa” con las demás películas de la saga.
-La película muestra una clara diferencia de poder para enfrentar al Depredador, pero también el uso de estrategias para hacerle frente, ¿Cómo te sentiste en esta nueva versión de la reconocida saga?
Yo pienso que nuestra película es una forma particular de ver al depredador. La película se remonta mucho antes de lo que se haya visto a otro depredador, ya sabes, 300 años atrás en la tribu comanche y en ese momento nosotros también somos guerreros increíbles y cazadores muy, muy feroces. Solo ese concepto en sí mismo me parece muy emocionante y loco, y creo que nuestra película es algo que no se ha visto antes en ningún otro “Depredador”.
-En una pasada entrevista, el director Dan Trachtenberg señaló que no considera que “Depredador: La Presa” sea una precuela, ¿Qué opinas tú?
Bueno, para mí si es una precuela, tal vez me equivoco (se ríe). Quiero decir, definitivamente es anterior a las otras películas y está relacionado con ellas. Pero sí, también está muy metido en lo suyo, en sostenerse por sí misma y saber que es propio, es en gran medida una historia única, pero con rasgos que también se conectan con las demás películas, incluso con la original de Arnold Schwarzenegger (1987).
-El elenco estuvo conformado por actores estadounidenses de ascendencia nativo americana, lo que fue un hito en Hollywood, ¿Cómo te sentiste con esta decisión?
Dan (el director) es realmente increíble. Es un narrador y cineasta brillante, y su atención a los detalles es importante en toda la película, con la elección del elenco te das cuenta del trabajo minucioso que se hizo. Filmando estuvimos allí como cinco o seis meses. Dan tenía en mente el panorama general todos los días, así que trabajar con él y todo el elenco de grandes actores fue genial. Me siento muy afortunada.
-¿Sientes que este es el papel más importante de tu carrera? ¿Cómo recibiste la noticia cuando te dijeron que serías la protagonista de “Depredador: La Presa”?
Estaba muy asustada (se ríe). Cuando me eligieron lloré lágrimas de ansiedad y luego me puse muy feliz porque, ya sabes, se sentía como algo grande. Nunca había tenido un papel tan grande en una película tan importante y, llegar hasta aquí, se sintió muy bien. Creo que el entorno de trabajo fue creado de tal manera que todo se sintió muy cómodo y con mucho apoyo.
-Sobre tu personaje, ¿Qué tan grande fue aceptar el reto de ser Naru en una película de época?
Esta es la primera vez que hago una película de época y eso es porque tengo que ver y considerar el rol de un nativo en específico, y cómo deben ser representados en la película. Obviamente, en esta película todo está muy bien cuidado. El elemento de ser culturalmente preciso y respetuoso fue enorme y aprecié la forma en cómo se abordó el tema, así que me dio confianza y sentí que era el momento adecuado.
-¿Cuál consideras que fue la parte más difícil del rodaje de “Depredador: La Presa”?
Todo (se ríe), no hubo un día que haya ido a trabajar y haya sentido que es el día fácil. Fue un constante gasto de energía y esfuerzo. La pandemia del COVID-19 también complicó las cosas y definitivamente nos aumentó los desafíos, pero al final la película es muy emocionante y gratificante. Estoy realmente orgullosa del trabajo que hice y que logramos en la película.