“The Walking Dead”: paranoia y trauma en el episodio más irregular de la temporada | RESEÑA

Por años “The Walking Dead” de Fox tuvo la mala costumbre de contar episodios desde la perspectiva de solo un personaje que, alejado de la mayor parte del elenco, recibe el trabajo de sostener el interés de la audiencia. Esto no siempre funcionó para bien de la serie, situaciones en las que se hacían extrañar los capítulos de múltiples perspectivas.

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“The Walking Dead” temporada 1o, episodio 4, “Silence the Whisperers”; es uno de los capítulos que nos lleva de un lado a otro, con personajes que reciben la tarea de mostrar el panorama general en esta ficción de muertos vivientes. Un episodio de ideas dispersas sin especial fuerza en ninguna de ellas.

HISTORIA CONOCIDA

Por un lado, la comunidad de Hilltop tiene que lidiar con una nueva amenaza: la caída de un árbol daña los muros, lo cual hiere a sobrevivientes, pero más que nada perjudica la integridad de toda la comunidad. En cierto modo, es una situación como la que vivió Alexandria en el episodio previo, con la secuencia de apertura en la que, durante 49 horas, recibieron oleadas de atacantes.

La secuencia de apertura incluye el punto de vista de múltiples personajes, uno de los cuales es Ezekiel (Khary Payton), quien no ha tenido mucho qué hacer esta temporada. Tras el ataque a Hilltop, lo vemos en vagar sin aparente rumbo. Es aquí donde se encuentra con Michonne (Danai Gurira), quien lo sorprende en lo que parece ser un intento de suicidio.

Ezekiel perdió a Henry, su hijo, a fines de la anterior temporada, pero la serie no se ha tomado el tiempo de mostrar su proceso mental; no como el tiempo que se tomó con Carol (Melissa McBride) en el anterior capítulo. Ezekiel y Michonne hablan de lo que perdieron en un necesario momento para descansar de la tensión de los anteriores capítulos.

Hilltop continúa en problemas: los sobrevivientes creen que esto se trata de un ataque organizado por los Whisperers, del mismo modo en que Alexandria creyó vivir un ataque enemigo, a pesar de Gamma lo negó. Parece ser claro que alguien está ocasionando el conflicto, pero no es claro quién.

PROBLEMAS DE FONDO

"Silence the Whisperers" y "Ghosts" tienen varias cosas en común relacionadas al estado mental de los personajes. Ambos capítulos hacen énfasis a lo que ocurre con el médico Siddiq (Avi Nash), quien vive con el drama de haber sobrevivido a la masacre perpetrada por los Whisperers y, ante cada situación de peligro e incluso sin ello, entra en crisis.

Como ven, Siddiq se suma al grupo de personajes que necesitan curar sus mentes para así mantenerse no solo con vida, sino sanos, en el apocalipsis. A ellos tienen que sumarse un par de resentidos, quienes odian a Lydia (Cassady McClincy) por haber formado parte de los Whisperers. Salvo el supuesto ataque enemigo, el resto de problemas podría superarse con una adecuada consejería psicológica.

Pero “The Walking Dead” todavía no entra en ese terreno, no es prioridad hablar con el psicoterapeuta cuando los muertos tocan tu puerta. Pero son estas tramas pequeñas las que terminan provocando los mayores desastres, como bien descubren Daryl (Norman Reedus) y Negan (Jeffrey Dean Morgan).

¿QUÉ HACEMOS CON NEGAN?

Desde el final de la octava temporada, “The Walking Dead” no ha sabido qué hacer con Negan, quien solo ha estado encerrado en su celda mientras la civilización aprendía a vivir sin tenerle miedo. Tras unos episodios en los que se desarrolla su transformación de elemento del caos a persona relativamente civilizada, lo vemos salvando a Lydia de unos bullies.

Pero este rescate no ocurrió fácilmente, pues una de las atacantes muere tras un fuerte golpe en la cabeza, lo cual pone a Daryl en una posición difícil: hay quienes piden la muerte de Negan, a pesar de que él estuvo del lado justo esta vez. Al mismo tiempo es necesario proteger a Lydia, quien es solo una víctima de su madre Alpha.

La balanza se inclina a favor de Lydia en la recta final del episodio, pues Michonne provee la respuesta a una de las interrogantes planteadas en el 10x03: Alpha ha preferido no atacar a las comunidades (al menos no abiertamente) porque su hija está en Alexandria. La muchacha se ha convertido en un rehén sin que ella o la población de Alexandria lo supiera, una forma para protegerse de un ataque total.

El episodio termina con el escape de Negan, que si bien ya intentó vivir por su cuenta en la temporada anterior, no tiene más opciones ahora. Mientras tanto, la paranoia por los Whisperers parece solo estar empezando.

Con este episodio ya tenemos una idea de la dirección que puede tomar la trama de camino al episodio de mitad de temporada; no obstante, el desarrollo dejó mucho que desear. Las ideas son buenas y ayudan a construir conflictos, pero están demasiado dispersas. Si la serie quiere mejorar sus cada vez más paupérrimos rátings en Estados Unidos, va a tener que ofrecer algo mejor que esto.

PARTICIPA

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DATO

“The Walking Dead” transmite nuevos episodios todos los domingos por la noche en Fox Premium Series.