Cinco consejos para que compres en días de rebaja

Cuando una tienda anuncia un súper descuento, las mujeres nos volvemos locas. No importa si tenemos el clóset repleto de prendas o cajas de zapatos que ya no sabemos dónde meter, nunca es suficiente si de compras se trata.

Pero muchas veces ese placer de ir al centro comercial, se transforma en una pesadilla especialmente a fin de mes cuando hay que pagar la tarjeta de crédito. Para que esto no te suceda, te damos cinco consejos interesantes para tu próximo día de compras.

Hacer un presupuesto y una lista. Antes de salir a arrasar con las tiendas, abre tu ropero y evalúa qué es lo que te falta o qué cosas puedes renovar. Del mismo modo, piensa en tus finanzas y elabora un presupuesto suficiente para comprar todo lo que necesitas. En caso no te alcance el dinero, establece prioridades para ver cuáles compras primero.

Comprar pensando en el futuro. Usualmente las grandes rebajas se dan a finales de temporada y muchas se desaniman pensando que el próximo año lo que compren no va a estar de moda. El mejor consejo es pensar en invertir en prendas básicas de buena calidad para que te duren un par de temporadas más.

Pídele ayuda al sastre. Si has encontrado una prenda que realmente necesitas a buen precio pero no te queda bien, piensa si es que un sastre puede ayudarte. Si te queda un poco grande o es muy larga, siempre se puede entallar o cortar para que te calce a la perfección.

No te encapriches. Si te enamoraste de un par de jeans pero tienes que dejar de respirar para que te cierren, es mejor dejarlos donde los encontraste. No es buena idea comprar cosas muy pequeñas con la idea de bajar de peso o tan grandes que no tienen solución. Aunque te duela ver como otra mujer se las lleva, piensa que lo más probable es que terminen siendo un gasto inútil.

Guarda los recibos. Suele pasar que nos entusiasmamos y compramos sin probarnos la ropa o sin estar totalmente convencidas de cómo nos queda algo, y cuando nos lo ponemos en casa descubrimos que fue la peor compra. Por eso es muy importante que guardes los recibos y conserves las etiquetas del producto intactas para poder devolverlos después. También debes tener en cuenta la fecha límite para hacer la devolución que suele ser de siete días.