Sandra Weil, la diseñadora peruana que brilló en las pasarelas del Colombia Moda

Uno de los eventos de moda más importantes de Latinoamérica contó con la participación de una diseñadora peruana. La feria Colombia Moda celebró sus 35 ediciones abriendo las puertas al diseño latinoamericano con un desfile de cierre protagonizado por la creativa peruana Sandra Weil, que llegó por primera vez al evento junto a la firma Malva. Tras una semana de feria, charlas y desfiles; Weil dio fin al evento de moda con su colección “KINTSUGI”, inspirada en la antigua técnica japonesa que repara cerámica rota con oro, simbolizando el poder de la resiliencia. El Comercio asistió a su desfile y esto fue lo que se vivió en pasarela.

Sandra Weil nació en Perú, en una familia multicultural con raíces en Turquía, Alemania, Brasil y Rumania. Sus primeros bosquejos los hizo junto a su abuela, en su pequeño taller de costura en Lima. Allí también estudió Artes Visuales con especialización en Diseño Gráfico en la Pontificia Universidad Católica del Perú y luego se matriculó en la Universidad Felicidad Ducé en Barcelona, donde se especializó en Alta Costura. Weil lleva doce años en la industria, aunque su nombre ha crecido fuera de nuestras fronteras.

A los 24 años, se mudó por amor a México y en el 2012 lanzó su primera colección que marcó el inicio de una carrera exitosa en el país azteca. Hoy, cuenta con tiendas propias en la Ciudad de México, Monterrey y Mérida. En julio, inaugurará un nuevo espacio en Miami y tiene la puesta mira en Nueva York. El innegable triunfo de su firma homónima se debe a la calidad de las piezas que Weil diseña, enfocadas en una mujer versátil, sofisticada y moderna.

La primera tenida de la noche estuvo compuesta por una chaqueta y pantalón de jacquard amarillo, con bordados de hilo dorado a la altura del pecho. El amarillo fue el punto de color de la colección, dando paso luego a combinaciones en neutros como el marrón, gris, negro, blanco y hasta denim. Sobre pasarela se vieron los clásicos de Weil. Corsés, sastres y vestidos con estampados o bordados excéntricos, dejando en claro que el ADN de Weil fluctúa entre lo ponible y lo creativo. La diseñadora peruana es experta en encontrar el punto medio entre lo comercial y lo que toda mujer sueña con llevar en el armario. Es justamente esa maestría en lo ecléctico, lo que la convierte en una apuesta destacada.

Y así se demostró en el estilismo. Las piezas fueron astutamente combinadas unas y otras, para crear el equilibrio creativo justo. Una mala decisión y podría haber sido demasiado. Pero lejos de ello, Weil balanceó los cortes clásicos con piezas de estampados abstractos o de colores vibrantes, y las prendas fluidas o asimétricas con neutros. La propuesta se complementó con modernas piezas de joyería de Monica Sordo, caracterizadas por sus formas orgánicas, zapatos de Patricia Mejía y piezas de piel de Vélez que comparten el espíritu audaz de la colección.

La colección estuvo inspirada en el Kintsugi, la antigua técnica japonesa que repara cerámica rota con oro. Cada puntada y patrón reflejaron la creencia de que las cicatrices y las fracturas son parte integral de nuestra historia, simbolizando la resiliencia y la belleza de la impermanencia. “Mis procesos de diseño siempre son personales. Ha sido un proceso personal de mucha sanación. A veces nos sentimos rotos y esos procesos nos llevan a otros lugares. Se trata de celebrar esas cicatrices”, explica Weil.

Se encuentran referencias de esta inspiración en el trabajo de costura de cada pieza, hecho con hilos dorados que representan el oro utilizado en la técnica japonesa. Además, la mezcla de estampados abstractos y coloridos simboliza la unión de distintas partes para crear una sola, sin importar que tan diferente sea una de la otra. Como los episodios en la vida de una persona, que van formando su historia.

El denim fue un tejido protagonista en la línea. Pantalones, corsés, faldas y hasta vestidos resaltaron en la propuesta. Lo mismo sucedió con el algodón piba y la alpaca, cuyas piezas fueron tejidas en un taller ubicado en Lima. “Perú sigue siendo una parte muy importante de mi vida. Toda mi familia está allá. La riqueza textil y cultural de Perú es una inspiración enorme para mí, por eso mi primer paso para sentirme más cerca del Perú ha sido empezar a producir todo lo tejido allá, con un compromiso de generar empleo y acercarme a mis raíces. Tengo pendiente un viaje creativo a Cusco, ojalá que lo pueda hacer el próximo año”, comenta.

Weil presente en Malva Perú

La firma de Sandra Weil llegó a la feria Colombia Moda junto a la multi tienda de diseño latinoamericano, Malva. Weil lleva trabajando desde el 2019 con la marca, en búsqueda de la expansión. Hoy se encuentra en el mercado peruano, en las tiendas de Malva ubicadas en el Centro Comercial Jockey Plaza y en el distrito de San Isidro.

“Hemos crecido en paralelo y la verdad, hemos recibido muchísimo apoyo de parte de ellos. Antes de Malva trabajaba a través de ventas privadas en Perú, pero ahora con ellos la idea es consolidar la venta y nos va muy bien”, detalla la diseñadora peruana.

Malva llegó al Perú en el 2023, marcando un cambio trascendental en el retail peruano. La Multi tienda de lujo latinoamericano responde a la creciente demanda por productos premium, al traer una curada selección de marcas de renombre mundial, como Missoni, Isabel Marant, Zimmerman, Golden Goose, Cult Gia, junto a firmas que destacan en el mercado regional como Alejandro Crocker, Andrés Pajón, Baobab, Annaiss Yucra o Sandra Weil.

Esa mezcla de oferta regional e internacional, han convertido a Malva en un ecosistema en el que se respira moda e identidad.

“Malva está presente en Colombia Moda hace tres años. Colombia Moda siempre ha sido una plataforma importante para contar cuál es el ejercicio que nosotros hacemos con los diseñadores, que es básicamente exponer su talento al mundo. Este año aprovechamos que Colombia Moda dio la bienvenida al talento latinoamericano, y a través de Malva contamos con Sandra Weil para cerrar la pasarela. Sandra representa el talento latinoamericano, no solo por el potencial de sus diseños y la calidad de sus productos, también por sus orígenes que son multiculturales y reflejan muy bien lo que es Malva”, señala Natalia del Valle, cofundadora de Malva.