En el albergue Milagros Perrunos, en Chorrillos, viven perritos con necesidades especiales. Algunos pasan todos sus días en el albergue.
En el albergue Milagros Perrunos, en Chorrillos, viven perritos con necesidades especiales. Algunos pasan todos sus días en el albergue.

El Día del Perro Discapacitado busca generar consciencia sobre la realidad de miles de animales que, debido a sus condiciones físicas o neurológicas, no suelen ser adoptados. Sí, la tasa de adopción de perros con discapacidad es prácticamente del 0%.

Lamentablemente, estos animales suelen ser los últimos en encontrar un hogar o, muchas veces, nunca lo hacen. El miedo, la desinformación o la creencia de que requieren cuidados imposibles, terminan condenándolos a vivir toda su vida en albergues.

No obstante, con un poco de compromiso y mucho amor, la vida con un perro discapacitado puede ser profundamente gratificante, ya que ellos tienen la misma capacidad de amar, jugar y ser parte de una familia.

Desde el albergue , donde se rescatan y rehabilitan perros con distintas condiciones, nos comparten la historia de tres de sus habitantes que esperan con esperanza una segunda oportunidad.

Chubo: la alegría en cuatro patas

Con apenas 2 años, Chubo fue rescatado de una sequía en el norte chico. Nació ciego, pero eso no le impide ser un perro activo, curioso y juguetón. Le encanta caminar, pasear y explorar con su olfato.

Para su seguridad, necesita vivir en un hogar sin piscina ni escaleras, y si hay balcones, deben contar con mallas protectoras. Su energía y ternura prometen llenar de vida cualquier casa.

Soldado: un veterano lleno de paz

Soldado tiene 12 años y una historia de resiliencia. Perdió una de sus patas tras quedar atrapado entre fierros oxidados, y fue necesaria una amputación para salvar su vida.

A pesar de su edad, no requiere cuidados especiales: disfruta dormir largas siestas y recibir caricias tranquilas. Sin embargo, sí necesita baños medicados y vitaminas por su edad; pero, más que nada, necesita un hogar donde pasar sus últimos años en calma y amor.

Simba: un corazón inmenso en un cuerpo especial

Simba tiene 10 años y nació con un problema neurológico que le impide moverse por sí solo. Es noble, dulce y profundamente agradecido.

Adoptarlo implica un compromiso real, ya que sus cuidados deben ser precisos: es vital estimular sus esfínteres y mantener rutinas adecuadas para garantizar su calidad de vida. A cambio, Simba ofrece un amor silencioso pero inmenso, capaz de tocar el alma.

Un llamado a la empatía

Adoptar un perro con discapacidad no es un acto de lástima, es un acto de amor consciente. Ellos no necesitan compasión, necesitan oportunidades. Con paciencia, información y voluntad, es posible ofrecerles una vida digna y feliz.

En este Día del Perro Discapacitado, te invitamos a mirar más allá de las apariencias, y considerar abrirle tu hogar a uno de estos seres extraordinarios. Porque todos los perros merecen ser amados. Sin excepción.

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