Tenemos el poder de dirigir nuestro entorno social hacia el bienestar sin necesidad de invertir mucho dinero. Con el tiempo, se darán cuenta de que la calidad de sueño mejorará y los hábitos nutricionales se corregirán.
Tenemos el poder de dirigir nuestro entorno social hacia el bienestar sin necesidad de invertir mucho dinero. Con el tiempo, se darán cuenta de que la calidad de sueño mejorará y los hábitos nutricionales se corregirán.

Tenemos estudios que ratifican que nuestro entorno tendrá un impacto débil o fuerte en nuestro proyecto de vida. La Universidad de Harvard, junto a especialistas en salud mental, ha llegado a varias conclusiones sobre la importancia de las cinco personas con las que pasamos más tiempo o interactuamos.

Este estudio, llamado Proyecto Longevidad, concluye algo que, quizás, intuitivamente aprendemos con el paso de los años: quien se rodea de individuos sedentarios probablemente desarrolle enfermedades secundarias al poco movimiento que realiza, como enfermedad cardiovascular, sarcopenia (que no es más que pérdida de masa muscular), obesidad, así como otras relacionadas a la inactividad física. Además, se ha demostrado que la producción de neurotransmisores de la felicidad ocurre como resultado del movimiento.

Por otro lado, estudios en la Universidad de Yale afirman que una persona que se rodea de consumidores habituales de alcohol es más propensa a adoptar este hábito. No hace falta decir que aquellas personas que tienen un entorno solitario o alejado tienen mayor posibilidad de desarrollar trastornos del ánimo, lo que puede relacionarse con el tiempo a la aparición de depresión, una enfermedad tremenda que, como sabemos, se incrementó en el Perú luego de la pandemia.

Cada año se invierten millones de dólares en la compra de múltiples suplementos nutricionales, muchos de ellos con poco o ningún impacto sobre nuestra salud. Sin embargo, no se construye un entorno social adecuado a favor de nuestro proyecto de longevidad y estilo de vida. Tenemos el poder de dirigir nuestro entorno social hacia el bienestar sin necesidad de invertir mucho dinero. Con el tiempo, se darán cuenta de que la calidad de sueño mejorará, los hábitos nutricionales se corregirán y, después de leer este artículo, se preguntarán quiénes son las personas que los motivan a consumir solo alimentos chatarra, altos en sodio o en grasas trans.

Definitivamente, todo en la vida es un equilibrio. Procuremos que al final de la semana este pese más a nuestro favor. Es por eso que, en mi consulta diaria, les pido a mis pacientes que sean lo más ordenados posible de lunes a sábado, tratando siempre de remar en una dirección que tenga un impacto positivo para su salud mental y física. Verán cómo en unos meses tendrán resultados óptimos en su estado de ánimo, actitud y percepción de la vida.

Por último, quiero invitarlos a escribir en una hoja cuál sería el entorno social ideal que les gustaría tener para gozar de un bienestar integral. Sepan escoger y, si es difícil, asesórense.

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