“No respondo. Soy un fantasma”. Juan Reynoso era técnico de la ‘U’ y, a pesar del primer -y único- acercamiento que hubo entre El Comercio y él en el verano del 2009, así respondía a una encuesta realizada por Deporte Total sobre los posibles cambios en el banco de la selección peruana que andaba a rastras camino a Sudáfrica 2010. Por esas fechas, su alejamiento con la prensa deportiva también se manifestaba en un intercambio de palabras con el reportero Alan Diez en el Monumental. “Estás de payaso”, le dijo. En otro momento, utilizó una conferencia de prensa para dejar otra definición sobre sí mismo: “No soy un sargento”.
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Eran tiempos del Reynoso más confrontacional, directo, sin medias tintas, que en base a ese carácter notorio salía campeón nacional con los cremas (2009), alcanzaba los octavos de final de la Copa Libertadores (2010), volvía a dar una vuelta olímpica esta vez como técnico de Melgar (2015) y, luego, partía al extranjero en un salto natural como un peruano de exportación.
En este camino de once años, Juan Máximo parece haber encontrado su norte en el fútbol mexicano, liga donde fue escalando primero como asistente técnico (Cruz Azul) y después como entrenador del ascenso (Cruz Azul Hidalgo). Sin embargo, ha sido el último año que sus pisadas se hicieron sentir más fuertes. Se sentó en el banco de Puebla como el técnico principal y ganó terreno hasta que el Cruz Azul le confió el buzo y la gran misión de sacar campeón al club tras una larga seguía desde 1997, justamente con el ‘Cabezón’ como parte de aquel plantel.
En el Clausura 2021 de la Liga MX comenzó a los tropezones con dos derrotas seguidas, y claro, no dejaron de llegar los cuestionamientos. Aún así, no incendió micrófonos y con la madurez que le ha dado su largo camino de técnico (489 partidos en total) elige bien sus palabras para declarar a la prensa. Hoy celebra once victorias seguidas, récord en el cuadro cementero.
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En esencia, Juan no ha cambiado, pero si da a notar su madurez y lo demuestra siendo un mejor protagonista. “Se dice fácil meterse en la historia y con tantas leyendas que ganaron todo en los 70”, expresó el entrenador peruano después de ganarle por 1-0 a Juárez en el Torneo Clausura 2021”, dijo tras vencer de visita (1-0) a Juárez. Con esta victoria, la ‘Máquina Cementera’ enganchó su undécima victoria consecutiva.
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— CRUZ AZUL (@CruzAzul) April 3, 2021
Anoche, tras conseguir su victoria once al hilo, se volvió a parar frente frente a los micrófonos y mantuvo la serenidad de siempre. “Sabemos que en la recta final necesitamos de todos y que nadie se caiga y llegar al último mes definitivo con 18-20 jugadores para tener las variantes que hoy (ayer) tuvimos y que se plasme de la mejor forma”, dijo tras el 1-0 sobre Juárez, que lo hace líder con 33 puntos, cinco más que el América, donde juega Pedro Aquino, que hoy juega ante Necaxa.
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Con la venia de Juan Carlos Oblitas y el espaldarazo de Ricardo Gareca, Juan Reynoso no ha ocultado uno de los más grandes deseos en su carrera como técnico de fútbol: dirigir a la selección peruana. Pero antes, debemos resolver si sus números en el extranjero lo avalan como el técnico peruano que mejores éxitos ha conseguido.
Juan, sin miedo
Reynoso vivió en el inicio de su carrera como técnico una montaña rusa que lo posicionó muy arriba ganando títulos con Bolognesi (2007) y con Universitario (2009) y después tuvo un descenso duro con Juan Aurich y Sporting Cristal. Con los tacneños alcanzó 51.64 de efectividad en 56 partidos dirigidos. Lo mejor llegó con los cremas en 80 duelos (38 victorias, 23 empates, 19 derrotas y 57.08 de efectividad). En Chiclayo estuvo poco tiempo: 17 cotejos con 8 triunfos. Y en Cristal tocó suelo ganando apenas 8 choques de un total de 29 (40.23% de efectividad).
Partió, entonces, a México en el 2012 para reinventarse. Estuvo de asistente técnico de Guillermo Vásquez en Cruz Azul, para luego dirigir al equipo filial en la Segunda División azteca. Los números tampoco le jugaron a su favor, pero -digamos- que para los técnicos la experiencia y la sabiduría no se contabilizan por el número de partidos ganados. Sumó 40 partidos y facturó 9 victorias, 15 empates y 16 derrotas (35% de efectividad).
En el Perú consolidó su estilo entre Melgar (2014-2017) y Garcilaso (2019). La rotación siguió siendo su mejor carta de presentación así comandara a la ‘U’ o Puebla, que le entregaba el mando en el 2019. La oportunidad de la Liga MX era una respuesta a sus años de éxito en Perú, y la puerta de entrada a ligas mayores.
En el Apertura 2020 tras la cuarentena por el coronavirus, y con un presupuesto menor a los 19 millones de euros (Transfermarkt) se metió en la pelea contra clubes como Monterrey (71.8M), América (61.3M) y Tigres (59.4M). Su lucha, con Santiago Ormeño en el ataque, llegó hasta cuartos de final cuando se enfrentaron al Club León de Pedro Aquino. En la ida fue victoria del cuadro de Reynoso 2-1, pero en la vuelta los felinos remontaron 3-2. A la postre, Aquino salió campeón del torneo.
En este 2021, en cuanto a una medición estadística, conseguir 11 victorias en 13 partidos con el Cruz Azul le da una efectividad de 84.6%, la más alta conseguida en su carera que está por alcanzar los 500 partidos como técnico (suma 489).
La presión es Cruz Azul es muy grande. Es el segundo equipo mejor valorizado en la Liga MX con 62.5M de euros (Transfermarkt) y la exigencia de un título de liga es una mochila de un tonelaje deportivo increíble. Aquí habrá que ver cuánta mano puede mover Reynoso.
Peruanos de bandera
El ‘Cabezón’ no fue el primer peruano en dirigir en México. Ese lugar le corresponde a donde Walter Ormeño (1926-2020). Luego fue el turno de Miguel Company (Tiburones Rojos, 1993). De los técnicos contemporáneos comparte esta distinción con Julio César Uribe, quien dirigió a Tecos de la UAG y Querétaro. El ‘Diamante’ cuenta en su palmarés con una Recopa de la Concacaf (1996) y una salida más al extranjero: San José de Bolivia el 2017.
Otra técnico actual que puede pelear con Reynoso el futuro buzo de la selección peruana y presentar en su currículo una grata experiencia internacional es Roberto Mosquera. Al menos, el técnico de Cristal ya le sacó una ligera ventaja a Juan a nivel local tras ganar su tercer título nacional (2012, 2019, 2020).
Por otro lado, con Mosquera se tiene fresco el recuerdo de haber tenido una interesante campaña en Copa Libertadores con el Jorge Wilstermann de Bolivia (2017). En fase de grupos, terminó en segundo lugar (9 puntos) detrás de Palmeiras (13) y por delante de Atlético Tucumán (7) y Peñarol (6). En octavos de final dio la sorpresa tras eliminar a Atlético Mineiro (1-0 en el global), pero su camino se detuvo en cuartos contra River Plate. Los altiplánicos golearon 3-0 en la ida y fueron al Monumental de Buenos Aires a dar una nueva sorpresas, sin embargo, los millonarios fueron una máquina y los golearon por 8-0.
El mismo Mosquera tendría una siguiente experiencia en Bolivia. Royal Pari de Santa Cruz de la Sierra le confió el puesto, y el peruano estuvo cerca de ganar el Clausura 2018, donde terminó en tercer puesto. Su recorrido terminó en el Apertura 2019 con una discreta actuación.
El peruano que pudo iniciar su carrera como técnico en el extranjero de la mejor forma posible es Guillermo del Solar. El hoy entrenador de César Vallejo estuvo a cargo del Real Madrid B por una semana. Una doping positivo que anunció la FPF le costó el puesto. Chemo tendría dos experiencias internacionales más, una mejor que la otra. Hizo dupla con Juan Antonio Pizzi en Colón de Santa Fe las tres primeras fechas del Clausura 2005: ningún punto y despedido del puesto. La siguiente vez fuera del Perú ya era el técnico campeón con Sporting Cristal (2005) y llegó a la Universidad Católica. En el Apertura 2007 realizó una gran campaña quedando en el segundo lugar detrás de Colo Colo. Esta muestra lo catapultó a ser el técnico de la selección peruana.
La vieja escuela
Si miramos títulos como tal, Moisés Barack fue el primer peruano en ganar tres campeonatos nacionales fuera del Perú. En 1985, tras ser destituido de la blanquirroja sobre la marcha de México 1986, ‘Moshé’ tomó sus maletas y exilió en Bolivia alejándose de la crítica de la prensa nacional.
En aquella campaña, con el Bolívar consiguió una proeza. Tras acabar en el puesto 7 de la fase regular, pudieron recuperarse en los cuadrangulares de grupo y avanzaron en segundo puesto tras dejar fuera a Wilstermann y Oriente Petrolero. En semifinales, dieron cuenta Petrolero (5-1 en el global) y en la final consiguieron el título frente Real Santa Cruz en un tercer partido tras ganar 6-1 en la ida y perder 3-1 en la vuelta.
Barack sumaría su segunda corona con The Strongest en 1989. En el torneo boliviano ganó de punta a punta la Primera Fase y clasificó a la final, y en la Segunda Fase se quedó en semifinales. Ya con el boleto en la definición, esperó a Oriente Petrolero y lo derrotó por 1-0 en Cochabamba.
Para coronar su paso por Bolivia, Moisés Barack volvería a Bolívar para ganar el título nacional de 1991, en el cual tuvo al peruano Jorge Hirano como uno de los principales artilleros del cuadro celeste con 19 tantos. Con ‘Moshé’ ganaron el Apertura y el Clausura, siendo el primer club altiplánico en ganar los dos torneos y salir campeón directo.
Barack tenía la distinción de más ganador hasta que Alberto ‘Chochera’ Castillo tuvo su era dorada en el fútbol de El Salvador con el FAS (Fútbolista Asociados Santanecos) entre 2001 y 2005. Sin discusión alguna, el peruano lideró a un equipo que consiguió marcar una época de apogeo para el club con cinco títulos en torneos cortos.
En sus primeros meses campeonó en el Clausura (2001-2002) y el Apertura (2002-2003). En El Salvador catalogan de “campeón imposible” al FAS de Castillo, que en el 2002 acabó cuarto en la fase regular con 29 puntos y tuvo que disputar un partido extra contra Isidro Metapán. Consiguió el boleto a las semifinales ganando 2-0, y luego eliminó al favorito CD Águila, que había terminado en primer lugar con 38 unidades, venciendo por 2-1 en casa y empatando 4-4 de visita. En la final, escribió su página de gloria goleando 4-0 al Alianza FC de San Salvador.
‘Chochera’ las tres siguientes veces que logró campeonar (Apertura 2003, Apertura 2004 y Clausura 2005) lo hizo liderando la fase regular y asegurándose de demostrar su grandeza en las definiciones de llaves directas.
Por otro lado, el premio a su gestión se vio reflejado cuando en el 2012 le dieron las riendas de la selección nacional de El Salvador. Con la ‘Selecta’ alcanzó el tercer puesto de la Copa Centroamericana 2013 y consiguió llegar a los cuartos de final de la Copa de Oro 2013. Sin embargo, con el saldo de 2 victorias, 3 empates y 6 derrotas prefirió no seguir en el cargo.
Dos nombres mediáticos que no deben quedar fuera de este recuento son Miguel Company, quien paseó su ideas futbolísticas por Colombia (Deportivo Cali), México (Tiburones Rojos) y Costa Rica (Saprissa). Asimismo, dirigió a dos selecciones de la Concacaf: Honduras (1997-1998) y Cuba (2000-2004). En tanto, sus únicos títulos los consiguió en el torneo nacional con Hungaritos Agustinos (Copa Perú, 1985) y con Universitario (Apertura, 1999).
Asimismo, Augusto Palacios, quien como jugador salió campeón con Sporting Cristal, Alianza Lima y Sport Boys, se fue a vivir a Sudáfrica hace 30 años. En el fútbol africano ha desarrollado una larga historia en clubes como Kaizer Chiefs, Moroka Swallows y Orlando Pirates. También dirigió en Turquía al Genclerbirligi Spor. Su experiencia más importante la tuvo entre 1992 y 1994 cuando estuvo a cargo de la selección nacional de Sudáfrica. Tras muchos años de trabajar como director deportivo del Orlando Pirates 1996-2012), tomó las riendas del club entre 2016 y 2017. Su labor, básicamente, se destaca por su trabajo en divisiones menores del fútbol sudafricano.
En este ensayo de respuestas, Juan Reynoso sale por delante por el pasado que sembró, el presente que cosecha y el futuro que vende. Lo mejor del ‘Cabezón’ está aún por venir. Ha confesado que quiere dirigir en Europa o a la selección peruana. A donde vaya, sus cartas de recomendación son las mejores.
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