Gustavo Costas: el técnico que fue presentado un Viernes Santo y la historia de su polémica por George Forsyth | CRÓNICA

PARA SUSCRIPTORES: Pedro Aquino: ¿Cuántos jugadores de la Liga MX que juegan en su puesto emigraron a Europa en los últimos años?

Ese día las portadas de los diarios compartían el mensaje del papá Juan Pablo II por Semana Santa desde el Vaticano. El pedido más fervoroso del papá peregrino fue que terminara la Guerra en Irak (ocho meses después fue capturado Saddam Hussein). Desde la radio, la canción que lideraba las preferencias era “Algo Contigo” de Vicentico.

Costas, también argentino como el ex-Fabulosos Cadillacs, iniciaba un vínculo deportivo marcado por la fe. Antes de cada partido con Alianza Lima, Costas besaba el rosario que colgaba de su cuello. Su devoción católica lo llevó hasta la inscripción en la Hermandad del Señor de los Milagros. Dos días después, Alianza Lima le ganaba 2-1 a Atlético Universidad de Arequipa. Más allá de cualquier creencia, Costas siempre se mostró como un optimista del banquillo. Con los íntimos no solo logró un bicampeonato entre el 2003 y 2004, sino que, cuando volvió seis años después, se convirtió en el técnico que dirigió más partidos en la historia de Alianza Lima.

Su sonrisa en La Victoria solo se borró cuando en el 2010 unos socios aliancistas lo acusaron de asociarse con el expresidente Guillermo ‘Pocho’ Alarcón para transferir y contratar jugadores. “Si tienen pruebas de que robé, mañana mismo renuncio”, fue una de sus últimas declaraciones antes de irse del Perú.

-Personaje de comic-

Sin antecedentes en el fútbol peruano (salvo esos duelos de la Libertadores de 1989), Costas comenzó a exhibir su carisma a pesar de que los diarios populares de esos años lo rebautizaron rápidamente como “Garganta de Lata”. Esa alusión al personaje de “Condorito”, sumada a su paciencia para atender siempre a la prensa ayudaron a que se haga popular muy rápido.

A Gustavo Costas le tocó impulsar los primeros días de Jefferson Farfán, ahora de vuelta como refuerzo victoriano en este 2021. El argentino, además, registró una marca importante para la memoria del hincha más orgulloso: ganarle dos finales consecutivas a Sporting Cristal. Y las dos veces en el estadio Nacional.

-El caso Forsyth-

En febrero del 2010, acompañamos a Alianza Lima en su visita a Bolívar de La Paz por la misma Copa Libertadores. Nuestro vuelo tuvo un retraso por mal tiempo y no llegamos a la hora pactada con Gustavo Costas en el lobby de un lujoso hotel paceño. Cuando nos acercamos a él quisimos apelar a la nostalgia para convencerlo de dialogar antes que se vaya a dormir. Le mostramos fotos de aquel Racing ochentero, donde Costas compartió equipo con Julio César Balerio (era el suplente del ‘Pato’ Fillol) y con Marcelo Asteggiano. Ese noche, Costas nos adelantó una cábala: ya no solo iba a besar el rosario sino que también iba a usar terno.

A Gustavo Costas siempre le gustó dirigir en buzo, pero en ese viaje a La Paz sus dirigidos le “sugirieron” que use algo más formal. “Profesor, es un torneo internacional ¿cómo va a dirigir en buzo?”, le dijo uno de los líderes del plantel. Costas usó un terno azul marino en la victoria aliancista en la capital boliviana. Repitió el ‘look’ en la goleada ante Estudiantes y en el empate ante la U. de Chile que eliminó a Alianza en ese torneo.

Dentro de esa recordada campaña, que llegó a su clímax con la goleada 4-1 a Estudiantes de La Plata, Costas apeló a una polémica rotación de arqueros en el once blanquiazul Salomón Libman fue titular durante toda la fase de grupos y para los octavos de final, el entrenador argentino optó por George Forsyth, hoy candidato a la Presidencia de la República por el partido Victoria Nacional.

“Me dolió porque había jugado toda la fase de grupos de la Libertadores. Me sorprendió y discuto con Costas. Le pregunto quién iba a tapar los octavos y hubo dimos y diretes. Él decidió por George (Forsyth). Creía que podía haber jugado más allá del resultado”, contó el año pasado Salomón Libman al canal GOL Perú.

Lo de Libman y Forsyth sobrepasó la anecdótico, entre el 2010 y 2011 la sana competencia por el puesto se fue resquebrajando hasta determinar un conocido distanciamiento. “En el 2010 me llevé bien con Forsyth. El problema llegó en el 2011, a raíz de que vine de la Copa América. Pero es un tema del pasado y producto de la inmadurez”, reconoció Libman.

Gustavo Costas, el técnico presentado un Viernes Santos, nunca ocultó su buena relación con el cuestionado ‘Pocho’ Alarcón. Incluso, en algunos medios periodísticos de hace diez años es posible leer columnas donde se le acusa al argentino de poner como titular a Forsyth por presión política. En esos años 2010-2011, el padre del actual candidato presidencial, Harold Forsyth, era embajador del Perú en China y contaba con todo el aval del gobierno de Ollanta Humala. En ese tiempo, Alarcón comenzaba a enfrentar problemas judiciales hasta ser condenado en el 2019 a cinco años de prisión por el delito de fraude. George Forsyth, con la intención de manifestar su distancia con el ex presidente blanquiazul, declaró su propia sentencia: “Guilermo Alarcón debe irse preso 80 años”.

Hoy, Gustavo Costas es técnico del Guaraní de Paraguay. Hay cábalas con fecha de vencimiento y otras que exigen fidelidad eterna. Costas besó ese rosario antes de campeonar con Independiente de Santa Fe de Colombia y antes de ganarle al Corinthians con el Guaraní en Paraguay el año pasado. Su traje de gala lo guardó esa noche que Alianza se despidió de la Copa con Forsyth en el arco. Ese sobretodo elegante que usó en Santiago de Chile, aquel 2010, no lo volvimos a ver.

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