Por primera vez en mucho tiempo, Paolo Guerrero, ese delantero que dormía la pelota con el pecho y le hacía tragar pasto a sus marcadores, es noticia porque un club está dispuesto a apostar por él. Y qué club: nada menos que Racing de Avellaneda, el equipo de Carlitos Gardel, la ‘Academia’ rioplatense.
Hacía rato que lo único que trascendía del excapitán de la Selección Peruana era que nadie en Sudamérica le paraba balón. Después de descender con el Avaí de Florianópolis en noviembre sin haber podido anotar en diez partidos, los agentes de Guerrero comenzaron a moverse sin descanso.
Lo ofrecieron a Vélez Sarsfield, a Godoy Cruz , pero ante la negativa bajaron un peldaño y miraron el emergente mercado ecuatoriano. Pero tampoco fue bien recibido. Ni el Emelec ni la Liga Deportiva Universitaria de Quito quedaron convencidos de que era el ‘9′ que sus equipos urgían.
El tiempo corre, y para un veterano como Guerrero todavía más. El 1 de enero cumplió 39 años. Tras estas negativas, el hijo de Doña Peta reconsideró su decisión de vestir la blanquiazul de Alianza Lima y decidió que era el momento de dar sus últimos fogonazos en Matute.
Pero esta vez la misma gerencia íntima que le propuso un contrato a mediados de 2022 le dijo que no. Que ya no estaba en sus planes. Más de un hincha de Alianza Lima, dolido por el primer rechazo, se alegró.
Los periodistas deportivos comenzaron a sazonar sus programas, planteando el inminente retiro del goleador histórico de la Blanquirroja. “Uno se tiene que retirar del fútbol antes de que el fútbol lo retire a uno”, repetían. Y quizá parecía lo más sensato.
Pero esta semana explotó una bomba que nadie vio venir: Racing Club, el equipo dirigido por Fernando Gago que hace un par de días levantó la Supercopa Argentina luego de vencer a Boca Juniors, lo señaló con el dedo, como en un anaquel imaginario, y dijo: sí, quiero.
Tras la partida de su goleador Enzo Copetti al Charlotte Football Club de la Major League Soccer, Gago estaba en la búsqueda de un ‘9′ de categoría. Y aunque Guerrero cumple con el requisito, más de un directivo de la ‘Academia’ puso el grito en el cielo al enterarse de las estadísticas del ‘Depredador’: la última vez que anotó un tanto fue en agosto de 2021, hace un año y medio, cuando defendía las sedas del Inter de Porto Alegre.
Pero Gago insistió. El mismo Gago que tuvo tantos problemas con la rodilla como Paolo a lo largo de su carrera. El presidente de la ‘Academia’ , Víctor Blanco, confirmó lo que ya había trascendido en el prensa, aunque en condicional: “En cuanto a lo de Paolo Guerrero, estamos cerrando (su fichaje). El lunes (mañana) pasará la revisión médica y si todo va bien, se incorporará al plantel”.
Problema y posibilidad. Ese es el gran inconveniente: mañana Paolo, que ya está en Buenos Aires, deberá demostrar que sus articulaciones todavía están aptas para la alta competencia. De ser positivo se le haría un contrato por productividad. Es decir, acorde a sus partidos y a sus goles. Esa es la condición: no desean correr más riesgos.
Cueva siendo Cueva
Ha sucedido tantas veces: Christian Cueva tiene algún conflicto con su club, regresa a Perú y le extiende los brazos a las amistades. Y todas las tentaciones que ello conlleva. La diferencia es que esta vez ha quedado desligado del Al-Fateh de Arabia Saudita, que a mediados de 2022 le había renovado contrato hasta el 2025, pero luego dejó de abonarle su sueldo.
El ‘10′ de la Selección, además, está en aprietos, por haber incumplido un contrato con el Santos brasileño que lo obliga a pagar un castigo millonario o de lo contrario será inhabilitado. “Tengo entendido que viajará a Brasil para ver su tema. Lo principal es que vuelva a jugar en un nivel más alto. Pero si no se puede, que llegue a Alianza Lima es un plus”, dijo Juan Carlos Oblitas, director general de la FPF. Mientras tanto, Cueva se ha puesto a las órdenes de su entrenador personal, José Neyra.Su futuro es incierto.