Pérez el día de su presentación en Alianza. (Foto: Archivo El Comercio)
Pérez el día de su presentación en Alianza. (Foto: Archivo El Comercio)
Christian Cruz Valdivia

La relación Alianza-Chile ha vuelto a activarse con la presencia de Mario Salas al mando del comando técnico blanquiazul. Por eso volvieron a la mente de los hinchas victorianos nombres como los de Fernando Martel y Rodrigo Pérez, campeones en la campaña del 2006, último título hasta la llegada del uruguayo Pablo Bengoechea en el 2017.

El equipo campeón del 2006. (Foto: Archivo El Comercio)
El equipo campeón del 2006. (Foto: Archivo El Comercio)

Rodrigo Pérez ahora es entrenador y no ha ocultado su deseo de poder trabajar en tienda blanquiazul. Si bien todo está paralizado por la pandemia del coronavirus, él reconoció un contacto con la directiva íntima y no descarta que en el futuro pueda estar de vuelta en el fútbol peruano.

“PEDAZO DE EQUIPO”

Mientras Fernando Martel se hizo figura a lo largo del año, Rodrigo Pérez se ganó el corazón íntimo en solo un Torneo Clausura. Llegó a mitad de año para reemplazar a Manuel Corrales, quien había partido al Metz de Francia. Dejó el Cobreloa de su país y se puso la blanquiazul número ’17′. Con 32 años era un experimentado que quería demostrar su jerarquía en el equipo. Y lo consiguió. Con calidad y mucha entrega entró en los corazones de los fanáticos íntimos.

Ese 2006 se unió a un equipo en que contaba con George Fosyth, Ernesto Arakaki, Rinaldo Cruzado, Marko Ciurlizza, Aldo Olcese, Flavio Maestri, el uruguayo Martín Ligüera, entre otros, y dirigía el uruguayo Gerardo Pelusso. “Pedazo de equipo”, describió así el chileno a aquel conjunto diez años después en su Facebook.

“Principalmente es un lateral izquierdo, pero también tiene la experiencia como volante de contención, pues en su selección fue considerado en esa posición muchas veces”, informaba El Comercio cuando se dio cuenta de las negociaciones por su llegada, ya que también se tenía que reemplazar al lesionado Juan Jayo, quien sufrió la rotura de tendón de Aquiles.

“No esperen que yo haga maravillas con la pelota o golazos... no soy delantero. Pídanme entrega y sacrificio. Yo vengo a meter mucho, con actitud”, declaró a su llegada el 21 de julio.

Diez días después debutó como titular, nada menos que ante Melgar en Arequipa. Una derrota 3-2 que se recuerda no por el marcador en sí, sino porque Waldir Sáenz marcó para los arequipeños ante el equipo de sus amores. Además, Pérez fue protagonista con un pase gol y por iniciar una bronca cerca del final del partido. Él y Morán disputaron un balón cerca del banderín del córner, se excedieron en la fuerza y palabras. Así se armó el tumulto. Todo terminó con las expulsiones de Martel, Soto (Alianza) y Morán (Melgar). El chileno demostró que tenía juego y mucho carácter.

Así se fueron sumando victorias, buenas actuaciones y pases gol para Rodrigo. Incluso, ganó el clásico del Clausura en el día de su cumpleaños. “Fue un buen regalo”, aseguró en ese momento. El tanto de Roberto Silva le permitió celebrar en plena cancha.

¿PELEA CON MAESTRI?

Pérez marcó dos goles en Alianza, uno de ellos en el clásico. (Foto: Archivo El Comercio)
Pérez marcó dos goles en Alianza, uno de ellos en el clásico. (Foto: Archivo El Comercio)

Pero también hubo de los otros días. A mediados de setiembre se rumoreó que Pérez y Flavio Maestri se habían peleado en los camerinos tras un empate en Tacna. Sin embargo, el cuerpo técnico desmintió el hecho. “La persona que publicó eso está mal de la cabeza. Si esa noticia fuera verdad, yo mismo saldría a hablarlo, porque no me presto para las especulaciones”, declaró el técnico Pelusso. “Quieren desestabilizar al equipo porque estamos peleando el campeonato”, concluyó.

Justamente a fin de año Alianza disputó la final ante Cienciano, una definición que se programó para el 23 y 27 de diciembre ya que el cuadro cusqueño tuvo que enfrentar a la 'U' por el título del Clausura, por lo que contar con los chilenos Martel y Pérez fue toda una odisea. Ellos tenían pensado viajar a su país para pasar las fiestas con su familia, pero sus contratos con Alianza los obligaba a quedarse. “Su vínculo termina con la finalización del campeonato, es decir, tras el último partido”, explicó Luis Pizarro, parte de la comisión de fútbol en ese entonces.

Sin embargo, pese a todo, llegó el título de Alianza tras la caída 0-1 en Cusco y la victoria de 3-1 en Matute con goles de Arakaki, autogol de Lugo, y Maestri. La fiesta fue total. “Merecimos el título porque pasamos Navidad sin nuestras familias”, recordó Pérez en ese momento, luego de su partido de 7 puntos ante los cusqueños.

La celebración de Martel y Pérez tras el título. (Foto: Archivo El Comercio)
La celebración de Martel y Pérez tras el título. (Foto: Archivo El Comercio)

Pese a que solo jugó el Clausura, Pérez fue elegido en una encuesta Web de El Comercio como el segundo mejor lateral izquierdo del campeonato, por detrás de Luis Hernández de la 'U'.

EL DESEO DE REGRESAR

Según propia confesión, tras el título, ningún dirigente se acercó para negociar su renovación. Pese a su gran Clausura no se pudo quedar. “Nunca hubo un acercamiento. Justo se enfermó mi hermana y evaluaba la posibilidad de volver a Chile. Como nadie del club se me acercó, a pesar de la gran campaña que hicimos, opté por firmar con Cobreloa”, contó el chileno en una entrevista vía Instagram con el portal “Los palos son así”.

A base de coraje se ganó al hincha blanquiazul y ahora es una voz para hablar de la llegada de Salas a Alianza. Muchos medios lo han entrevistado. “Con Mario Salas fui compañero en Wanderers, es un tipo muy preparado, muy profesional, muy capaz y le va a ir bien porque es un tipo muy decente, de los que se encuentran pocos en el fútbol”, comentó hace poco.

Ahora Pérez es técnico. Debutó en el banco en el 2018 al mando de Cobreloa en la Primera B de Chile, es decir en la Segunda División del país sureño. Ahora está dirigiendo al Rancagua Sur, en la Tercera División A del fútbol chileno. El año pasado quedó en el octavo puesto, cerca de la liguilla, y para este año se proyectaba para buscar el ascenso.

A mitad de febrero empezaron a trabajar y en marzo ya tenían partidos amistosos en su haber. Han fichado a trece nuevos futbolistas en pos de darle la alegría a la ciudad donde nació.

Su trabajo como técnico llegó a los oídos de los dirigentes blanquiazules, tanto que el gerente Víctor Hugo Marulanda se comunicó con él esta temporada cuando se fue Pablo Bengoechea. “Me preguntó en qué estaba, cuál era mi situación”, dijo a “Los palos son así”. “Siempre está la posibilidad de Alianza ahora que soy entrenador. Me dijo que tenía buenas referencias de mí. Hoy estoy como asesor de la Conmebol, pero sería lindo poder ir como técnico al Perú”, confesó.

Rodrigo Pérez, el corazón que latió para Alianza no ha perdido nada de blanquiazul. “Los íntimos de La Victoria”, los llama cuando se refiere al cuadro con el que salió campeón.

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