Renato Tapia y los secretos de su silenciosa pero sorprendente evolución en la selección peruana

Lo de Renato Tapia con la selección peruana no es de ahora. En realidad, siempre se manejó sin muchas luces. Eso lo dejó para otros compañeros. Hablaba – y habla – dentro del campo de juego. Ahí es donde se siente más cómodo, es el lugar donde logró cumplir el sueño mundialista de todo niño y donde quiere seguir haciendo historia.

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En tiempos donde destacaron las llegadas de Gianluca Lapadula, Santiago Ormeño o la lesión de Paolo Guerrero, Renato Tapia siguió marcando la diferencia en la selección peruana. De hecho, desde su primer partido oficial con la blanquirroja, ya demostraba ser un jugador con un carácter diferente a los demás. El estreno de Ricardo Gareca como técnico fue el debut de Renato Tapia con la bicolor. Desde ese entonces no dejó de ser llamado.

La paciencia como virtud

Los que jugaron con Renato Tapia cuentan que era central, pero de esos que tenían salida limpia, buen pie y gol. Desde su paso por Sporting Cristal y Esther Grande de Bentín, el actual jugador del Celta de Vigo demostraba con que era un dotado que lo ponía unos peldaños arriba en su categoría. Hasta en los torneos escolares marcaba la diferencia.

Juan José Oré, buscando nuevos “jotitas decidió convocarlo para la selección Sub-17 que se alistaba para el Sudamericano de la categoría que se jugó en Ecuador en el año 2011. De ese grupo salieron Edison Flores, Christian Benavente y Andy Polo. Tapia logró quedar en la lista final para el Sudamericano donde jugó 4 partidos. La selección no pudo clasificar al Mundial; sin embargo, aquel torneo fue muy importante para Renato porque le comenzaron a llegar buenas noticias.

En el 2012 pasó pruebas en el Tottenham y Liverpool. Para Renato esa primera experiencia le sirvió para darse cuenta que su carrera como futbolista iba en serio. Kenny Dalglish quedó sorprendido con el performance de Tapia y recomendó su contratación. Sin embargo, el departamento médico del club inglés aseguró que el peruano no iba a alcanzar una estatura adecuada para el puesto de defensor.

Regresó al Perú con la consigna que vendrían más revanchas. El apoyo de su familia siempre fue importante. Entonces, a Esther Grande de Bentín llegó la invitación del Twente para que 5 de sus mejores jugadores puedan ir a Holanda a pasar pruebas. Dentro de ese grupo estaba Tapia quien al final fue el único que no regresó a Lima. Se quedó entrenando con el equipo principal y la reserva del conjunto holandés.

Ese mismo 2013, Daniel Ahmed lo convoca para disputar el Sudamericano Sub-20. Con 18 años buscaba un lugar en un equipo titular que el técnico ya tenía de memoria. Los centrales eran Araujo - Ortiz y en el medio estaban Guarderas, Hinostroza y Cartagena. Aun así, supo ganarse un espacio y terminó jugando 6 partidos en aquel torneo.

El Sudamericano fue el trampolín que necesitaba Renato Tapia. Al término del torneo volvió a Holanda para firmar su primer contrato profesional con el Twente, luego pasó por el Feyenoord, al Willem II y terminó su ciclo en Holanda sin consolidarse. Hasta que llegó la oferta del Celta de Vigo y todo mejoró para el volante.

Volante con proyección

Renato Tapia es un jugador polifuncional y eso suma a cualquier equipo. Hoy es volante de primera línea; sin embargo, también sabe jugar como central: tiene buenos cruces, conoce el puesto, tiene salida limpia, buen juego aéreo y ordena a sus compañeros. Eso sí, su mejor versión es en el medio campo.

Hoy en día difícil encontrar un volante de marca que también organice o inicie las jugadas de ataque. Usualmente solo cumplen la misión de destruir la ofensiva rival y luego entregar el balón a otro compañero para que este sea el que haga el siguiente pase. Renato Tapia es todo lo contrario.

En Celta de Vigo y la selección peruana juega, transita, propone, destruye, construye, es un volante creativo escondido. Aunque su virtud no sea salir jugando, lo intenta. Se equivoca, pero insiste hasta que le salga bien. Sabe que logrando eso estará dentro de los mejores en su puesto porque todo lo demás ya lo tiene.

Renato Tapia es un volante inteligente tácticamente, expeditivo en defensa. Su capacidad mental es vital para sostener a su equipo porque tiene la función de recuperación de balón, temporizar los avances del rival y es el encargado de mantener el equilibro. Tiene que estar concentrado todos los minutos que está en el campo.

El volante trata de buscar y cubrir todos los espacios libres dependiendo de cada situación. También está atento a las basculaciones de los rivales para atacar la zona libre y de esta manera dejar sin espacio a sus rivales. Tácticamente ha mejorado mucho y eso es gracias a la confianza que le han dado Eduardo Coudet y Ricardo Gareca.

Una de las virtudes de Renato Tapia es la recuperación y los pases sencillos que generan peligro o algún contraataque. Con la selección peruana siempre está buscando al delantero o extremo por medio de asistencias desde su propio campo. A la hora de defender se coloca entre los centrales sumándose como un hombre en la zona defensiva.

Los números de Renato Tapia con el Celta de Vigo fueron de los mejores. Hasta llegó a ser el mejor fichaje de la temporada en el equipo español. Su ascenso fue tan sorprendente que se coloca entre los jugadores más caros en el mercado de fichajes. Inició la temporada bordeando los 3 millones de euros y terminó con 20 millones según Transfermarkt.

En esta Copa América 2021, Renato Tapia ha jugado todos los partidos con la selección peruana redondeando buenos números: 23,1 % en precisión en los quites, 11 despejes, 152 pases buenos y 81,3 % en precisión de pases. Fue uno de los mejores de la blanquirroja en la fase de grupos y su presencia en cuartos de final ante Paraguay es confirmada.

Así es Renato, un jugador entregado a su profesión. Con objetivos claros y apuntando siempre hacia lo más alto. Si los jóvenes valores quieren buscar algún referente a quien seguir ese podría ser Tapia, un jugador hecho para defender la blanquirroja.

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