Víctor Rivera es el último técnico bicampeón del fútbol peruano, pero el año pasado estuvo cerca del descenso con Deportivo Municipal debido a problemas dirigenciales. (Foto: GEC).
Víctor Rivera es el último técnico bicampeón del fútbol peruano, pero el año pasado estuvo cerca del descenso con Deportivo Municipal debido a problemas dirigenciales. (Foto: GEC).
/ LEONARDO FERNANDEZ
Ubaldo Villalobos Vidal

Año 2008, la Universidad San Martín se coronaba campeón por segundo año consecutivo con solo cuatro años de historia. Ese equipo le ganó al River Plate dirigido por Diego Simeone en su debut de Copa Libertadores en el 2008 y al año siguiente llegó a octavos de final en el mismo certamen donde fue eliminado por Gremio. ¿Quién dirigía aquel equipo? Víctor Hugo Rivera Coronado, más conocido como ‘El Chino’.

El pasar de los años significó para Víctor Rivera un vaivén de emociones, de tocar la gloria con un club joven como la San Martín a ser uno de los ejes de un Deportivo Municipal acostumbrado a luchar por salvarse el descenso debido a las constantes crisis dirigenciales. Otros clubes lo han visto sentarse en el banquillo e incluso tuvo una incursión por la Federación Peruana de Fútbol cuando estuvo a cargo la selección Sub 20, también condujo a Sporting Cristal, pero son los dos primeras instituciones las que marcaron su carrera como técnico.

Es el último técnico que logró un bicampeonato en el fútbol peruano ¿Cómo es el proceso de pelear por los títulos a tener que luchar por mantener la categoría?

Han pasado muchísimos años y se mantiene esa vigencia porque es difícil que un técnico obtenga el bicampeonato en su carrera. Espero que pronto otra persona pueda lograrlo en el torneo local. Es difícil poder cumplir los procesos porque todo tiene que ser bajo una política deportiva en acuerdo con el club.

San Martín, campeón nacional 2008
San Martín, campeón nacional 2008

Un gran cambio es lo que vivió en Deportivo Municipal la temporada pasada…

Claro, son los retos que le sirven a un técnico profesional. En la primera parte nos mantuvimos en los primeros puestos, en la segunda pusimos el pecho ante una situación difícil. La última parte fue emotiva porque era todo complicado, salvar la baja tiene un sabor especial porque demuestra la jerarquía, entrega y profesionalismo del plantel.

¿La prioridad para este año siempre fue Municipal?

Tuve varias propuestas durante la mitad del año pasado porque varios clubes se interesaron en mí, pero había decidido seguir en Deportivo Municipal desde que salvamos la baja. Edificaciones Mobiliarias confió en el trabajo demostrado a lo largo de las temporadas y lo agradezco mucho. Hay un orden administrativo e importante para lo que se viene en el equipo.

Comenzaron tarde, llevan un ligero retraso con los otros clubes para empezar la pretemporada...

Armamos el equipo casi sobre la hora, pero hemos perdido un solo partido y el equipo muestra bastante compromiso y profesionalismo. Cuando el plantel se reintegre al torneo va a pelear el cupo para torneos internacionales y se va a consolidar como institución.

Se habla mucho de Rodrigo Vilca. ¿Qué opina de este joven volante?

Va por buen camino, ha demostrado mucho talento y capacidad a nivel individual. En cuanto al colectivo es solidario e inteligente, el año pasado lo culminó con un buen nivel futbolístico que sirve para consolidarse como jugador profesional.

En cuanto a su carrera como técnico, ¿cómo empezó esa idea de dirigir?

Siempre quise estar ligado al fútbol, pero mi mayor sueño era ser director técnico. Supe lo que es pisar un campo de juego e incluso fui goleador. Diferentes cursos me enseñaron que mi vocación era ser entrenador desde niño porque mi padre tenía un club y estuvo en el Mundialito de El Porvenir. Mi papá fue uno de los fundadores de la Liga de San Borja.

¿Fue San Martín su verdadero punto de partida?

En el 2004 con Municipal hice una gran campaña en segunda profesional. Por el formato no pudimos ascender directamente. Con San Martín comenzamos a escalar e incluso logramos aceptables participaciones en Copa Libertadores, así nomás no se le gana a River Plate y menos a un equipo de Diego Simeone. También con Vallejo estuvimos en un torneo internacional. Este tipo de eventos son importantes para la carrera de un técnico profesional.

¿Cuál fue su primera experiencia internacional?

A nivel internacional estuve en la Sub 17 como asistente. He viajado mucho, pero como principal la primera fue con Universidad San Martín. El debut fue un sueño porque le ganamos al River Plate de Simeone y también al América de México, pero faltó un punto para clasificar. En el segundo sí pasamos de ronda y Gremio nos elimina en octavos de final.

Cambiando un poco de tema, hoy en día se ve jugadores con recurrentes indisciplinas, ¿le ha tocado tener que lidiar con algunas indisciplinas?

Me han tocado jugadores muy mediáticos y jugadores extranjeros que brillaron en otras selecciones. Siempre he tenido buen manejo de grupo y correspondencia del plantel en cuanto al trabajo profesional.

Si hablamos de menores, ¿cómo fue dirigir una selección Sub 20?

Cuando estuve a cargo de la Sub 20 el que tenía más minutos era Fernando Canales. Ahora muchos están en la mayor como Aquino, Peña, Abram. Fuimos quintos en el Sudamericano y clasificamos a los Juegos Panamericanos, fue algo meritorio. Hay muchos jugadores en provincias, reservas y ligas distritales que cuando haces partidos amistosos los de primera te dan un mejor nivel competitivo.

¿En el pasado Preolímpico se pudo ver algunos jugadores con proyección?

Jairo Concha tiene una capacidad grande en el mediocampo; Guivin remata de media distancia e incluso Rabanal puede consolidarse con el pasar de los partidos.

De la selección mayor, ¿qué jugador podría destacar?

Me gustó el trabajo de Yotún, tuve la suerte de poder dirigirlo y ver el desarrollo profesional que ha tenido a lo largo de este tiempo. Advíncula también fue importante en el proceso. Cueva fue un jugador que marcó esa diferencia en una posición tan difícil como es la de enlace. Pedro Gallese también destaca. La base estuvo bien en el proceso de clasificación.

¿Qué siente un técnico cuando ve el desarrollo de algún dirigido?

Es indescriptible lo que uno siente como técnico, uno brinda confianza y apoyo para verlo crecer. Es grato ver su desarrollo y más cuando tienen palabras de reconocimiento hacia nuestro trabajo. Lo siento más emocionante que ganar un trofeo porque aflora el lado humano de la persona.

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