Desde el lunes 16 de marzo, hace exactamente 65 días, miles de peruanos convertimos nuestras casas en ese espacio que a diario, durante cinco o seis días de la semana, nos recibía para cumplir con las labores que realizamos en las empresas para las que trabajamos.
Y aunque el estado de emergencia, decretado por el Gobierno para detener la expansión y contagio del coronavirus, aceleró –a fuerza y de manera intempestiva– la expansión del teletrabajo en nuestro país, no son muchos los peruanos que parecen haber tenido una buena experiencia con el ‘home office’.
Así lo deja en evidencia la reciente encuesta realizada por Contract Workplaces “La experiencia de ‘home office’ en tiempos de COVID-19” que revela que solo un 7% de peruanos considera la posibilidad de trabajar permanentemente desde casa, por lo que hoy por hoy son muy pocos los hombres y mujeres que optarían por esta modalidad de trabajo una vez terminada la cuarentena.
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Un resultado que también demuestra una innegable disminución en el grado de satisfacción por trabajar desde sus hogares. No en vano, apenas dos de cada 10 encuestados manifiesta sentirse motivado y productivo, mientras que poco más de 10% afirma que puede concentrarse sin interrupciones y organizar sus tiempos y tareas de manera adecuada.
EXPERIENCIA PERUANA
Según la encuesta de Contract Workplaces, la notable disminución del grado de satisfacción entre los peruanos se relaciona con la ventilación, temperatura y ruido de la superficie de trabajo, pero también se vincula con la calidad de conexión a Internet (wifi), con los equipos tecnológicos que se usa y con el acceso remoto a los archivos de trabajo que los trabajadores poseen en sus casas.
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Al respecto, Juan Carlos Checa, director de Contract Workplaces Perú, sostiene que aun cuando el grado de satisfacción que manifiestan los trabajadores locales puede estar condicionado por el contexto actual, “se entiende que será un reto para las empresas y los trabajadores apostar por modelos que incluyan el teletrabajo como una opción de ahora en adelante y que permitan a sus trabajadores llevarlo a cabo de manera eficiente”.
será un reto para las empresas y los trabajadores apostar por modelos que incluyan el teletrabajo como una opción de ahora en adelante"
Sobre todo porque la encuesta también revela que culminado el estado de emergencia mientras un 9% de peruanos optaría por trabajar desde la oficina, un importante 78% elegiría la flexibilidad de combinar espacios como la oficina y su casa. A nivel regional ambos indicadores se ubicaron en 9% y 82%, respectivamente.
Para el experto en diseño e implementación de espacios de trabajo, estos números se convierten en una clara evidencia –independientemente de la idiosincrasia local– de que tener flexibilidad para elegir nuestros espacios de trabajo es una realidad y con el COVID-19 se ha comprobado que “la tecnología nos permite estar conectados en casi cualquier lado: en la casa, en un café, en un coworking o en la oficina”.
A lo que se suma la posibilidad de generar ahorros. “Contar con la posibilidad de ir a la oficina algunas veces a la semana permite ahorrar tiempo y dinero en movilidad, e incluso, si el traslado se realiza fuera de las horas pico, el viaje se hace más placentero”, afirma Checa.
No obstante, hay trabajos que no pueden realizarse de manera remota y, aquellas personas cuyas actividades sí se pueden ejecutar con la modalidad de teletrabajo, necesitan aun del espacio de la oficina como lugar de encuentro con su equipo y con la cultura de la compañía. Las videoconferencias son muy efectivas, pero nunca podrán reemplazar la magia de la interacción cara a cara y todo lo que surge a través de ella.
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RETOS PENDIENTES
Pero, como no todos los trabajadores tendrán la posibilidad de hacer ‘home office’, ya sea por la naturaleza de su trabajo o porque no es una modalidad que le permita trabajar motivado y desplegando todo su potencial, las empresas deben seguir preparándose para la implementación del plan de regreso a las oficinas.
Para Contract Workplaces, el reto de los espacios de trabajo poscuarentena será emular y mejorar la seguridad física de la casa propia, proveyendo a sus empleados de condiciones de trabajo y rutinas que prioricen la salud y el bienestar como la correcta sanitización de los espacios, adecuado filtrado de aire, mayor superficie por persona, uso de sensores para adecuar la temperatura, empleo de materiales antimicrobianos, elaboración de protocolos de convivencia y de limpieza, entre otras consideraciones.
Pero también será importante destacar –desde lo cultural– el papel de la oficina física como lugar de encuentro y una oportunidad para conocer y relacionarse con los compañeros, propiciando el intercambio de ideas, la creatividad y la innovación de los equipos y el sentido de colaboración.
“Lo que sí sabemos es que sea donde sea que las personas puedan trabajar, las condiciones de seguridad, higiene y bienestar serán innegociables y las compañías deberán escuchar y atender esta necesidad para mantener a sus empleados, clientes y proveedores dentro de un ámbito seguro para todos”, concluye Juan Carlos Checa.
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¿Qué es el covid-19?
La covid-19 es la enfermedad infecciosa que fue descubierta en Wuhan (China) en diciembre de 2019, a raíz del brote del virus que empezó a acabar con la vida de gran cantidad de personas.
El Comité Internacional de Taxonomía de Virus designó el nombre de este nuevo coronavirus como SARS-CoV-2.