Escucha la noticia

00:0000:00
Cambiar de perspectiva, cambiar de actitud, por Inés Temple
Resumen de la noticia por IA
Cambiar de perspectiva, cambiar de actitud, por Inés Temple

Cambiar de perspectiva, cambiar de actitud, por Inés Temple

Resumen generado por Inteligencia Artificial
La IA puede cometer errores u omisiones. Recomendamos leer la información completa. ¿Encontraste un error? Repórtalo aquí
×
estrella

Accede a esta función exclusiva

Esta historia la he contado varias veces antes, pero me sigue estremeciendo hacerlo. Manejaba de regreso de la playa. Delante mío, un bus avanzaba por el carril izquierdo. Bruscamente, ¡ese bus se abrió a su derecha y me dejó frente a un auto que venía a 120 k/h en contra del sentido del tránsito en la autopista! Chocamos frontalmente.

Quedé atrapada tres horas dentro del auto, con varios huesos rotos y una gran angustia. Así las cosas, alguien que acudió a mi llamada de auxilio me propuso hacer un “análisis de situación”. Como comprenderán, ¡era lo último que quería hacer! Atrapada en mi auto, mi situación era mala y mi ánimo peor. Sin embargo, esta persona me fue llevando a entender lo que estaba viviendo bajo otra óptica: sí, ciertamente mi auto estaba deshecho, pero tenía seguro. Sí, yo estaba herida, pero los huesos sueldan. Sí, yo estaba en medio de esa situación, pero mi hija, que iba en el asiento del copiloto estaba ilesa, sana y salva.

Newsletter exclusivo para suscriptores

Maro Villalobos

Cuando logré comprender lo que esta persona trataba de hacerme ver, algo cambió de pronto dentro de mí. Pasé a sentirme afortunada y tremendamente agradecida. ¡Fue tan valiosa esa nueva perspectiva, la que no cambió mi situación, pero sí mi actitud frente a ella! La recuperación fue larga pero la nueva perspectiva que cambió mi actitud me permitió valorar lo verdaderamente importante de toda esa situación: mi hija estaba viva y bien…y así, todo lo que siguió se hizo más tolerable.

Cambiar la perspectiva. Cambiar de actitud. Suena fácil, pero sabemos que no lo es. Sin embargo, en situaciones difíciles, es la actitud con la que escogemos enfrentar el problema lo que termina definiéndolo. Lo vemos en las personas que pierden su trabajo, una de las experiencias más difíciles de la vida adulta. Quienes luego de pasado el duelo, siguen fijados en lo perdido, rumiando su desesperanza, demoran mucho más en recolocarse que quienes cambian de actitud, se preparan para el mercado laboral enfocándose en elevar su nivel de empleabilidad y se concentran en descubrir las oportunidades escondidas, esas que siempre hay.

Creo que las situaciones difíciles nos dan la oportunidad de definir nuestro carácter y de cambiar el rumbo de nuestras vidas. Sin embargo, solos difícilmente podemos ver las cosas de manera diferente. Necesitamos que alguien nos ayude a ver las otras perspectivas de una misma realidad. Esa vital tarea idealmente la puede cumplir el líder, el coach, la pareja o un buen amigo. Pero aceptarlas y actuar sobre ellas es nuestro desafío personal.

Nunca he conocido a nadie que le salgan las cosas bien con mala actitud o sin fe en un resultado mejor. Las profecías son siempre autocumplidas. Uno obtiene lo que se programa a obtener y trabaja duro para lograrlo, o no. Es más, tantos años siendo testigo de cómo la gente labra su suerte a consecuencia de su actitud, de su voluntad de dejarse ayudar y de su empeño por salir adelante, me confirma que una nueva perspectiva y la actitud apropiada siempre anteceden al éxito.

Contenido Sugerido

Contenido GEC