
Escucha la noticia
Homenaje en clave baja: crítica de “El polemista arriesgado”, libro sobre Mario Vargas Llosa
Resumen generado por Inteligencia Artificial
Accede a esta función exclusiva
Resume las noticias y mantente informado sin interrupciones.
Álvaro Vargas Llosa (Lima, 1966) ha editado “El polemista arriesgado”, un libro en homenaje a su padre, recientemente fallecido. Para concretarlo, convocó a catorce expresidentes de Latinoamérica y España, así como a María Corina Machado, quien, de no haber sido impedida de participar en las últimas elecciones por la intolerable dictadura que oprime a su país, también sería sin duda hoy mandataria de los venezolanos. La idea era que cada uno escribiera una semblanza sobre el autor de “La ciudad y los perros”, tanto desde el punto de vista personal como del literario y del político. Cabe señalar que todos los elegidos son líderes orientados hacia la centroderecha o la derecha liberal y que algunos de ellos fueron amigos cercanos de Mario Vargas Llosa.
LEE TAMBIÉN | Las estrellas fijas del universo Vargas Llosa
El resultado de tal empresa es, en líneas generales, poco atractivo. El prólogo de Álvaro Vargas Llosa se ampara en una polémica hace rato superada, sobre la aseveración de Julien Benda acerca de que para el progreso de una Europa unida era más útil la fría razón a la sensibilidad y la emoción literarias que, según él, erosionaban los valores humanistas occidentales. Después están los homenajes. Al margen de que estos jefes de Estado hayan sido buenos, regulares u olvidables en su labor, ninguno de ellos es precisamente un intelectual -aunque hay quienes son sobradamente cultos, como Mariano Rajoy o Jamil Mahuad- y ello ocasiona que gran parte de los textos sea un monumento al lugar común. En cierto tramo del libro uno tiene la ingrata sensación de haber leído el mismo perfil cuatro o cinco veces: todos abordan cómo conocieron al homenajeado, cómo tuvieron el inmenso honor de que le prologara su libro o de acompañarlo a tal evento, etcétera. Los comentarios sobre los aportes de Vargas Llosa al liberalismo son, en casi todos los casos, perfectamente intercambiables, como sacados de una plantilla. Los testimonios de Laura Chinchilla, Miguel Ángel Rodríguez y Jorge Quiroga resultan completamente planos, de una prosa que recuerda a la de las memorias institucionales.
Un bálsamo a ese respecto es la contribución de Vicente Fox, quien a diferencia de buena parte de los involucrados, es capaz de cierta frescura campechana, posee la rara cualidad en un político de reírse de sí mismo y ofrece una calidez que lamentablemente no tiene correspondencia en el resto del volumen. Lo de Rajoy rezuma inteligencia y buena pluma, mientras que Mahuad acaba siendo la gran sorpresa del libro por la cultura, solvencia expresiva y espontaneidad que exhibe en un texto cuya extensión no resiente su calidad. Pero luego están Macri, Duque y Calderón, que vuelven a situarnos en los agrestes terrenos de la medianía.
La pregunta de fondo es: ¿era necesario que todos los citados para este homenaje fueran expresidentes? ¿No hubiera sido muchísimo más rico y diverso invitar a verdaderos intelectuales liberales como Carlos Granés o Rodrigo Blanco, por nombrar a dos entre tantos? Sin duda el legado de Mario Vargas Llosa a la democracia en nuestra región es enorme, pero no comprendo por qué este debe ser solamente reconocido desde los espacios del poder y de la oficialidad, casi siempre tan faltos de imaginación. Esa es la mayor carencia de un libro cuyo riesgo no va más allá de su título.

EL POLEMISTA ARRIESGADO
Autor: Álvaro Vargas Llosa (editor)
Editorial: Debate
Año: 2025
Páginas: 198
Relación con el autor: ninguna
Valoración: 2 estrellas de 5 posibles










