Uno de nuestros platos más queridos, el cebiche, es un plato milenario que se remonta a la época de los antiguos pescadores peruanos, de tiempos prehispánicos. La preparación que hoy conocemos y disfrutamos empezó en altamar, cuando en medio de las labores los pescadores trozaban el pescado y lo comían con ají, aprovechando el agua salada.
Esta costumbre de preparar cebiches con los pescados recién sacados del mar es una tradición que ha perdurado en las caletas en el tiempo, aunque con algunas variaciones: además del ají, se le agregó el limón, ingrediente que lo distingue de cebiches que se preparan en otros países costeros.
En el libro “Pescador cocinero”, publicado por el Ministerio de la Producción, se especifica que los pescadores supieron manejar los ingredientes de forma magistral, de tal modo que es un plato que ha permanecido en el tiempo y se ha extendido a todas nuestras costas.
Cada región le ha agregado un insumo local. Por ejemplo, en Lima y Callao se suele comer acompañado con camote y choclo. El norteño, por su parte, se sirve con yuca sancochada, cancha salada y camote. En Piura, la zarandaja es infaltable en un plato de cebiche. En Trujillo se le agrega yuyo y en Lambayeque las tortillitas de maíz son el complemento que no puede quedar de lado.
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