A diferencia de una persona adulta, los bebés necesitan una serie de cuidados especiales debido a que durante su primer año de vida, su anatomía es muy delicada. Por ello, es ideal seguir ciertos protocolos a la hora de asear, jugar, alimentar o cambiar al pequeño, a fin de evitar lastimarlo.
Si eres madre primeriza, estos procedimientos son desconocidos y generan algo de inquietud y temor. Para que esto no se convierta en un problema, recopilamos algunas recomendaciones que te serán de gran utilidad durante los próximos doce meses de tu pequeño hijo.
Protege su piel
Un recién nacido cuenta con una dermis delicada, debido a que la capa protectora todavía no ha madurado. Por tal motivo es necesario que utilices jabones con ph neutro, sin color ni perfume, para prevenir alguna reacción alérgica, emplear ropa de algodón para vestirlo y para cubrir su cama, también evitará cualquier tipo de malestar.
Emplea pomadas especiales en la zona del pañal, de esto modo librarás al menor de escaldaduras. Este procedimiento debe prolongarse en los próximos meses de vida del pequeño; incluye crema hidratante especial para bebés (sin aroma), para mantener la apariencia de su piel.
Hazlo eructar
El lactante es propenso a sufrir de gases, pues al momento de succionar la leche –ya sea del pecho de su mamá o mediante un biberón–, absorben aire. Posteriormente esto le ocasiona fastidio y malestares estomacales. Para evitarlo, haz que tu bebé eructe, o como coloquialmente se dice, “sácale el chanchito”, después de que haya consumido entre 2 a 3 onzas de leche o cuando cambia de lado el pecho. Coloca al pequeño erguido, con la cabeza recostada en tu hombro y con la mano libre dale ligeras palmaditas en la espalda.
Posición correcta para dormir
Los bebés suelen dormir largas horas, lo cual favorece su crecimiento y desarrollo. No obstante, hay que tomar en cuenta algunas recomendaciones a la hora de acostarlo. Por ejemplo, lo adecuado es colocar al niño boca arriba para reducir la posibilidad de que tu niño sufra de muerte súbita. Asimismo, varía el lado en el que acomodas su cabecita, de este modo previenes el desarrollo del síndrome de la cabeza plana.
Interpreta su llanto
El llanto es el canal que poseen los bebés para comunicarse con sus padres o cuidadores, por tal motivo es importante que sepas interpretarlo para darle una atención oportuna. Por ejemplo, cuando un pequeño llora y se frota un ojo, es señal que está cansado y desea dormir, si busca tu pecho, es porque tiene hambre. Si tiene algún tipo de dolor, el llanto es bastante agudo y va acompañado de gritos.