Los niños no son adultos pequeños, por lo que no se encuentran capacitados para procesar información y entender la finalidad de la muerte.
Los niños no son adultos pequeños, por lo que no se encuentran capacitados para procesar información y entender la finalidad de la muerte.
Manuel Rojas

Por conseguir su bienestar y óptimo desarrollo, a lo largo de los años se ha buscado comprender cómo los niños experimentan y procesan el después de la . Algunos estudios, como los realizados por la revista académica “Death & Society”, han examinado los efectos emocionales, cognitivos y conductuales del luto en menores.

Hay que entender que los niños no son adultos pequeños, por lo que no se encuentran capacitados para procesar información y entender la finalidad de la muerte. “Uno, como padre o adulto responsable, no tiene que molestarse o ponerse ansioso por esperar que el niño tenga una reacción como la tendría ya alguien mayor”, explicó el psicólogo Jair Lújan.

Consultado por, Lújan brindó pautas para conocer qué estrategias o actividades puede emplear un padre o madre para ayudar a su hijo a expresar sus sentimientos y emociones de manera saludable ante la pérdida de una familiar.

Estrategias o actividades para ayudar a tu hijo a afrontar el duelo

Es probable que un menor, ante la noticia recibida, se muestre bastante curioso acerca de qué es la muerte y puede que haga preguntas sobre ¿cómo murió? o ¿qué pasó con la persona en cuestión?

Por tal motivo, la persona que le comunique lo sucedido debe ser alguien que se encuentre equilibrado y se mantenga estoico ante la reacción del infante. El adulto que hable con el pequeño debe ser una persona bastante paciente y no forzar buscar una reacción emocional. No decirle: ‘¿No entiendes lo que estoy diciendo? Nunca más lo vas a volver a ver, ya se fue. Lo vamos a enterrar’”, argumentó el psicólogo.

“Muchas veces la noticia se la quiere decir una persona bastante cercana al pequeño, pero hay que entender que, si esa persona no se encuentra lo bastante fuerte para aguantar y responder las preguntas que le hagan, es probable que se pueda alterar más de lo que ya está. Esto solo ocasionaría de que el niño se sienta culpable”, continuó.

Asimismo, Luján subrayó que es tarea de los padres advertirle al menor que cada persona lleva el duelo de manera diferente y que este no tiene porque acabar en un día o en una semana, sino que va a depender de cada individuo. “Que el niño entienda que si ve a la familia triste o afectada es por la situación y no significa que por eso él tiene que sentirse de la misma forma”.

Tras la pérdida de un familiar, es común que los niños comiencen a cuestionarse sobre la muerte.
Tras la pérdida de un familiar, es común que los niños comiencen a cuestionarse sobre la muerte.

¿Cómo sé si mi hijo necesita apoyo emocional adicional?

En los niños hay indicadores bastante específicos para notar si esta pérdida lo ha afectado en demasía o no. Por ejemplo, si comienza a perder el disfrute a actividades que antes hacía con pasión o deja de relacionarse con otros niños.

“A veces es bueno que puedan acercarse a un psicólogo infantil, no necesariamente porque algo esté mal con el niño, sino porque tal vez hay ciertas cosas que el niño no está expresando adecuadamente y la familia no está entendiendo”, sostuvo el experto.

Cabe destacar que, tras la pérdida de un familiar, es común que los niños comiencen a cuestionarse sobre la muerte. “Cuando empiezan a ser conscientes de la muerte, no piensan en su muerte, sino en la muerte de sus padres y seres queridos. Sin embargo, luego entienden que también les va a llegar a ellos, y eso puede causarle bastantes angustias si no se maneja el tema adecuadamente”, aseveró Luján.

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