Casi nada queda de aquel óvalo Gutiérrez rodeado de haciendas, pequeñas viviendas y una parroquia de la primera mitad del siglo XX, que se ubica en el límite de los distritos de Miraflores y San Isidro, y que fue escenario del crecimiento de Lima Metropolitana hasta la actualidad. Hoy es punto de encuentro de la capital en medio de centros comerciales, cines, bares, librerías, entre otros locales.
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Una reciente publicación del municipio miraflorino anunció la modernización de este óvalo. Se trata de un cambio debido a que la plaza central no es de fácil acceso para los peatones. “Condición que lo inutiliza como espacio público urbano”, señaló el municipio. Aún no se conocen detalles del trabajo que se ejecutará pero vale recordar cómo fue cambiando este espacio urbano.
El arquitecto Aldo Mantovani recuerda que la urbanización de esta zona comenzó a mediados del siglo pasado. En conversación con este diario recordó aquellos años cuando aún era niño y vivió los cambios.
“Hay un encuentro de las haciendas Santa Cruz con la hacienda El Olivar y es como un punto de intersección. En el momento que se urbaniza por un lado está San Isidro y por el otro Miraflores. El lado de San Isidro es por donde están las casas de estilo tudor, y lo más sencillo que había era una casona que todavía está en pie donde queda el (supermercado) Wong”, comentó el docente de la Pontifica Universidad Católica del Perú (PUCP).
Son poco más de 70 años de urbanización. Una de las primeras edificaciones en ser levantadas fue la parroquia Santa María Reina, fundada el 4 de agosto de 1949. Según la página web de la comunidad religiosa marianista, la parroquia que hoy conocemos fue iniciada en 1955 y unos años después el Cardenal Landázuri Ricketts la consagró bautizándola con el nombre de Parroquia de Santa María Reina.
El modo de vida era muy diferente y local. Mantovani recuerda que en los siguientes años ya se convivía con algunos locales, un cine (Alcázar) y un servicio de comida en el auto (drive in).
“Yo sé la historia porque cuando era chico he vivido allí. La configuración ha cambiado. Donde está el estacionamiento de Wong allí se ubicó el primer servicio drive-in, donde tú ibas en tu auto y te servían la bandeja en el auto. Luego llegaban los rockanroleros tipo James Dean con sus motos”, comentó Mantovani. Incluso antes del conocido monumento al arcángel San Miguel, en medio del óvalo, se encontraba un monumento a Abelardo Quiñones.
Estacionamiento subterráneo
- El 24 de enero de 1997, las municipalidades de San Isidro y Miraflores suscriben el acuerdo con la Inmobiliaria y Constructora San José S.A para la construcción del estacionamiento subterráneo en el óvalo Gutiérrez.
- La obra tiene como fin aliviar el flujo vehicular y aumentar las áreas de parqueo en ambos distritos. Se conoce que el estacionamiento tendrá dos niveles y costará unos ocho millones de soles. La duración de su construcción será de ocho meses.
- El 26 de setiembre del mismo año, se inaugura la obra con la presencia de Fernando Andrade y Gastón Barúa, alcaldes de Miraflores y San Isidro, respectivamente. Se anuncia que el estacionamiento podrá albergar más de 200 vehículos. La Corporación El Óvalo, encargada de la construcción de la obra, tendrá su concesión por 30 años.
- Punto de encuentro en Lima -
El óvalo Gutiérrez ha cambiado. Hoy es un punto importante de encuentro de la capital. Así lo entiende el arquitecto Sharif Kahatt Navarrete. “Ahorita tiene un alcance metropolitano. Cualquier cosa que se haga no es un problema de Miraflores sino de toda Lima”, comenta el docente universitario, debido a que los servicios que se brindan en esta zona son de impacto interdistrital, no solo por los locales comerciales sino también por el local de la Superintendencia de Migraciones, ubicado debajo del óvalo y hasta donde llegan miles de ciudadanos.
“Las vías ya son colectoras, no son vías de un solo distrito. Quizá cambian de nombre pero no son vías locales. La avenida Espinar tiene un uso que alcanza más allá del distrital. Lo mismo pasa con avenidas que inician en el óvalo Gutiérrez que reciben el tráfico de Camino Real y que recibe el tráfico de Arenales donde pasan buses que vienen desde el Centro de Lima y se van hasta Chorrillos”, indicó.
Por ello, consideró que el proyecto que se plantea el municipio miraflorino deberá ser evaluado con otros distritos en un “plan de movilidad integral” entre Miraflores, San Isidro y Surquillo, contando con sistema de trasporte público y privado, micromovilidad y vías para peatones. “Al menos si esos tres no están coordinados, está complicado que esto funcione”, indicó sobre la obra planteada.