En noviembre del 2020, la contraloría reportó 395 obras paralizadas en el país en uno de sus informes, pero el problema es mayor. Al analizar la información del Sistema de Información de Obras Públicas (Infobras) se halló que son 3.055 las obras paralizadas. Estos proyectos representan una inversión de S/29.955 millones. Además, solo durante la pandemia se paralizaron más de 1.800 obras, 53% más que en los últimos 10 años.
Esta información es relevante, pues, según ha advertido el exministro de Economía Alfredo Thorne: “Una vez que se empiecen a retomar las obras paralizadas, la inversión pública también empezaría a activarse”. Estos son algunos de los ejemplos de obras paralizadas.
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Cinco casos de obras paralizadas | Región | Inversión en soles | Avance de obra | Motivo de paralización | Entidad responsable |
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Mejoramiento y ampliación del servicio de protección ante inundaciones en la cuenca alta del Río Vilcanota | Cusco | 134′422,920 | 0.57% | Problemas de ejecución / Incumplimiento de contrato | Proyecto Especial Regional Instituto de Manejo de Agua y Medio Ambiente |
Mejoramiento del sistema de agua y saneamiento de seis comunidades del distrito de Soplin | Loreto | 14′039,666 | 71.33% | Emergencia Nacional COVID-19 | Municipalidad Distrital de Soplin |
Mejoramiento de la carretera CA-103 | Cajamarca | 103′396,490 | 0.13% | Problemas de ejecución / Incumplimiento de contrato | Gobierno Regional de Cajamarca |
Drenaje Pluvial de la ciudad de Juliaca | Puno | 210′388,911 | 11.98% | No declaró causal | Municipalidad Provincial de San Román |
Ejecución del componente del proyecto “Construcción de la presa Tronera Sur y Túnel Trasandino del Proyecto Especial de Irrigación del Alto Piura” | Piura | 495′547,162 | 18.59% | Problemas con el expediente técnico | Proyecto Especial de Irrigación e Hidroenergético Alto Piura |
La mayoría de obras eran para el mejoramiento del sistema de agua potable; el mejoramiento de carreteras, avenidas y vías; el mejoramiento de servicios de instituciones educativas, entre otras. Los rubros más comunes son vivienda y construcción, transportes y comunicaciones, educación y salud.
“Estas obras son importantes. Muchas otorgan un servicio público básico. Estamos hablando de saneamiento, provisión de agua, telecomunicaciones, electrificación”, afirma el economista Diego Macera, gerente del Instituto Peruano de Economía (IPE).
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Según explica el economista, estas obras se califican como de necesidades o servicios básicos, lo que es parte fundamental de la brecha de infraestructura que deberíamos ir cerrando en los siguientes años.
La región con el mayor número de obras paralizadas es Cusco, con 631; seguida de Puno, con 289; Lima, con 230 y Cajamarca, con 203. Solo estas cuatro regiones albergan el 44% del total de proyectos detenidos.
En el país, el promedio del avance físico de las obras es de 54%. No obstante, hay algunas con un avance de tan solo 2%. La región con el menor promedio de avance es Madre de Dios (42%). En el caso de Tumbes, con 13 obras se ha invertido 74% más del presupuesto que se tenía destinado, pese a que la construcción solo ha avanzado poco más de la mitad.
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Causas
En la mayoría de obras paralizadas durante la pandemia, esto sucedió por problemas en la ejecución, incumplimiento de contrato (871) y falta de asignación presupuestal (704). Solo 190 declararon como motivo de paralización la pandemia originada por el COVID-19.
Para Macera, uno de los problemas más usuales es la liberación de predios. “Es lo que pasó y viene pasando con la línea 2 del metro de Lima, con el aeropuerto Jorge Chávez y con algunas autopistas. No tienen los predios listos”, dice. Según recalca, este es uno de los retos más urgentes para acceder a los espacios geográficos que se necesitan para avanzar con las obras.
“Nosotros presentamos un decreto legislativo precisamente para autorizar a los gobiernos locales y regionales a la liberación de predios. Esta iba a ser una obligación de Pro Inversión. Sin embargo, el Congreso de la República lo observó”, sostiene el exministro Thorne.
Si bien la siguiente gestión presentó un proyecto similar –con la diferencia de que el responsable sería el MEF– y este sí fue aprobado, hasta la fecha los problemas para el destrabe continúan porque no se tiene claro quién es el responsable.
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Retomar las obras
Según explica Thorne, las instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han calculado que por un sol gastado en inversión pública se da un aumento en el PBI de 1,50 soles, lo que la convierte en el gasto más importante.
Thorne también menciona que otro punto a tener en cuenta es que todas estas obras ya han sido licitadas y tienen un contratista seleccionado que podría demandar al Estado y obtener una compensación en el caso de no retomarse los trabajos.
Según Macera, las obras son importantes porque, además de cubrir necesidades básicas, ayudan a la competitividad y productividad de las regiones. Además, otorgan mayor dinamismo a las economías locales.
Para el economista, la prioridad al momento de evaluar estas brechas debe ser no cerrar espacios en los que la inversión es un fin en sí mismo, como la educación, saneamiento y salud.
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