Un mes después de proclamar la Independencia del Perú en Lima, el general José de San Martín hizo algo más por la incipiente república que iniciaba un largo camino para su emancipación de la monarquía española: donó sus libros y marcó las bases de la primera biblioteca pública del país.
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La relación de la gesta independentista y la lectura no era casual. Al crear la Biblioteca Nacional del Perú (BNP), San Martín la definió como una de las obras que prometían “más ventajas a la causa americana”, incluso por encima de los ejércitos. Gerardo Trillo, Director de la Dirección de Protección de las Colecciones de la BNP, explica que fueron aproximadamente 700 libros de su biblioteca personal, que lo acompañaron en Argentina, Chile y Perú, los que donó a la biblioteca, la primera de libre acceso en una época en la que estos espacios eran exclusivos del mundo académico o conventual. “San Martín pensó que la lectura contribuiría decisivamente a la construcción del país”, añade el historiador.
¿Qué quiso que leyeran los peruanos? De la colección completa quedan 74 libros que sobrevivieron a los saqueos de la Guerra del Pacífico y al incendio de la BNP de 1943. Se trata de textos publicados entre los siglos XV al XIX, la mayoría escritos en francés, sobre historia monárquica, militar, matemáticas, textos sobre agricultura, lengua, filosofía, viajes y ciencias.
Son apenas una aproximación a los intereses cotidianos del libertador, aquello que leía, que le interesaba explorar y deseaba legar. Ahí también está el más peculiar de la colección: un libro de quiromancia de 1499. “Se dijo que no era de él porque no guardaba relación con los otros libros, pero para otros demostraba sus intereses más íntimos. Lo cierto es que se encontraron referencias de que, en su etapa original, el libro sí tenía el exlibris [antiguas estampas del propietario] de San Martín”, explica Trillo.
Este libro sobre del arte de leer manos no solo es histórico por dar luces sobre las simpatías del general – vinculado a la masonería – sino también por que sería el primero en ser recuperado por Ricardo Palma. Al menos así lo dejó claro el escritor y bibliotecario cuando con puño y letra relató en la primera página lo que hizo para conseguirlo: “lo recobré del poder de un soldado chileno en 1881 por dos reales plata”.
LEGADO PARA TODOS
Antes de ser cuidados como un tesoro en la bóveda del cuarto piso de la BNP. Antes de ser tocados con guantes de látex, cubiertos con cartulinas libre de ácido y tratados con la delicadeza que corresponde a impresiones de más de 500 años de antigüedad, estos libros sobrivivieron a saqueos y al fuego. Parte de esta colección fue devuelta por Chile en dos lotes en los años 2007 y 2017.
El último lunes, la BNP recibió el Certificado de incorporación de la colección del general José de San Martín al registro del Comité Peruano de Memoria del Mundo – UNESCO. Es el primer paso para incluir el legado del libertador en la Memoria del Mundo, programa internacional para la preservación y el acceso del patrimonio histórico documental de mayor relevancia para los pueblos del mundo. “Es un importante aporte que hace Perú para fortalecer los lazos con otros países y para reforzar la identidad. Representan las ideas que formaron la corriente independentista en la región”, explica Fabiola Vergara, jefa institucional de la BNP.
Lo que sigue también es que la población lea y haga suyo de este legado. “La mayoría ha sido digitalizado y para agosto se va a completar todo para que pueda revisarse libremente en línea. También son accesibles físicamente para cualquiera si se siguen los procedimiento, principalmente para investigación”, explica Trillo. El sueño es que cuando un peruano piense en su patrimonio no solo recuerde Machu Picchu o Chan Chan sino también aquellos libros con los que se abrió la biblioteca para todos.