Los limeños se vieron sorprendidos, el último fin de semana, por una corriente de agua negra y fétida que discurrió por el cauce del río Rímac, lo que generó gran malestar y preocupación entre los transeúntes, visitantes y vecinos del centro de la capital.
De inmediato, los videos sobre esa marea que tenía apariencia oscura circularon por las redes sociales. Las personas se preguntaban si esa corriente de agua negra había llegado hasta las cañerías de los usuarios de Sedapal y advertían de que se daba una mala imagen a los turistas que llegaban al Centro de Lima.
Sedapal culpa a central hidroeléctrica
Sedapal responsabilizó a la empresa Orygen, a cargo de la operación de la central hidroeléctrica de Huampaní, de supuestamente haber vertido metales pesados a las aguas del río Rímac.
“Contenían nitrógeno amoniacal, arsénico, hierro, plomo y aluminio en grandes cantidades, todos esos metales pesados”, manifestó Yolanda Andía Cárdenas, gerente de Producción y Distribución Primaria de Sedapal.
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La funcionaria remarcó que los operarios de la planta de Huachipa y de La Atarjea optaron, en una situación de emergencia, por no captar dicha agua, cerrar las compuertas y dejar que esos, aproximadamente, 140 mil metros cúbicos de agua contaminada sigan su curso durante dos horas y lleguen al océano Pacífico. Por esa razón, se tuvo que hacer uso de las reservas de agua para no dejar desabastecidos del recurso hídrico a los habitantes de Lima.
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Enfatizó que, si se hubiera dejado entrar esa agua contaminada a las plantas de Sedapal, se habría afectado por mucho tiempo el interior de las compresas en donde se trata y potabiliza el agua que consumen los limeños. Andía Cárdenas señaló que, supuestamente, un directivo de Orygen le confirmó a un funcionario de Sedapal que sí vertieron al río Rímac agua contaminada.
“Se encontró el agua turbia, negra, y los ingenieros han optado por no captar porque esa agua no podemos captarla al tener un olor fétido, nauseabundo, muy negruzco, y esas aguas también llegaron a La Atarjea después de dos horas de transporte. Acá tampoco podíamos captar porque son aguas no aptas para captar, tratar y potabilizarlas”, expresó.
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“Si hubiéramos captado producíamos una recontaminación interna en los procesos y eso no lo podemos permitir, ya que el agua no saldría de buena calidad. Nuestro especialista, el jefe de la planta contactó a personal de Orygen y la persona le ha mencionado verbalmente que ellos sí han efectuado la descarga directa al río, entonces, cuando hacen esa descarga al río llegó esas aguas negras”, agregó.
La funcionaria denunció que la Autoridad Nacional del Agua (ANA) no cumple con su labor de realizar el monitoreo de la calidad del agua del río Rímac, por lo que esa tarea la debe asumir Sedapal.
“La ANA nos debería dar las características del río Rímac porque la ANA es responsable de la calidad de los ríos, pero como no hay esa información, Sedapal tiene que salir a monitorear y saber cuáles son los componentes tóxicos que van viniendo”, indicó.
Impacto en la captación de agua de cara al verano 2025
Sedapal indicó, que ante la situación mencionada, se vio obligada a suspender temporalmente la captación de agua del río Rímac por un lapso de dos horas. Reafirmó que la inusual coloración oscura y un olor fétido en el agua del río fueron ocasionados por labores de limpieza y mantenimiento en la central hidroeléctrica de Huampaní, trabajos que, según dijo, no le fueron comunicados previamente.
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Durante el referido periodo, Sedapal detalló que dejó de captar alrededor de 144,000 m3 de agua, lo que ocasionó una disminución temporal del recurso hídrico en algunas zonas de los distritos de San Juan de Lurigancho, Comas y Callao. Enfatizó que, gracias a su oportuna intervención, la calidad del agua suministrada a los usuarios de las referidas áreas no se vio afectada; no obstante, advirtió que, de haberse extendido esta situación, el abastecimiento a los usuarios de Lima y Callao se habría visto comprometido.
En ese sentido, Sedapal exhortó a las industrias y autoridades competentes a tomar las acciones necesarias, según sus competencias, para evitar futuros incidentes que repercutan en la calidad del agua del río Rímac, ya que es la principal fuente de abastecimiento de agua a los usuarios de Lima y Callao.
Los efectos en la salud por el consumo de agua con metales pesados
Omar Neyra, especialista en salud pública, remarcó que el consumo de agua que contiene metales pesados causa graves efectos en el organismo y que estos se convierten en crónicos e irreversibles
“Es gravísimo porque estamos hablando de unos límites permisibles que han sido superados grandemente, según información de Sedapal. Hay unos efectos agudos, muy críticos y crónicos en el sistema nervioso, en el sistema gastrointestinal, en el sistema neuromotor porque estos metales pesados, como el arsénico, el cadmio, que son metales que posiblemente estén ahí, afectan directamente la salud de las personas en forma aguda y en algunos casos (de forma) catastrófica”, indicó.
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“Cuando esto es crónico y hay una acumulación importante ahí tenemos el ejemplo de La Oroya. Los efectos se quedan ahí (en el organismo) y te afectan la vida para siempre”, precisó.
Orygen desmiente versión de Sedapal
La empresa Orygen, a cargo de la operación de la central hidroeléctrica de Huampaní, negó que hayan vertido agua contaminada al río Rímac, por lo que desmintieron la versión dada por Sedapal.
La compañía explicó que el proceso de generación hidráulica en sus instalaciones “no genera contaminación en los ríos ni descargas de metales pesados” y consideró que sus operaciones cumplen con los “más altos estándares ambientales”.
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Además, señaló que la probable causa de esa masa de agua contaminada se deba a trabajos realizados en un puente por unas autoridades y que ese sedimento y metales pesados llegaron al río Rímac.
“Negamos categóricamente que los metales pesados y sedimentos, que supuestamente fueron detectados por Sedapal en el cauce del río Rímac, provengan de nuestra central hidroeléctrica de Huampaní. Esta información es completamente infundada”, aclaró.
“El sábado 26 de octubre, fecha en la que Sedapal alega que se produjo dicha contaminación, no realizamos ninguna actividad de mantenimiento en nuestra central de Huampaní. Esta información fue oportunamente confirmada a Sedapal, por lo que sorprende la declaración de su representante”, agregó.
“Rechazamos las afirmaciones de que nuestras actividades tengan un impacto negativo en el medio ambiente. Consideramos que las declaraciones presentadas son tendenciosas y carecen de fundamento”, argumentó.
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“Con respecto a la contaminación reportada, sabemos que aguas abajo de nuestra bocatoma en Huampaní se estuvieron realizando trabajos en un puente, bajo la responsabilidad de las autoridades pertinentes. Es posible que los sedimentos y metales pesados detectados provengan del material removido durante esas obras, arrastrado río abajo por la corriente”, añadió.
OEFA supervisa a la central hidroeléctrica de Huampaní
El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), entidad adscrita al Ministerio del Ambiente, indicó que, apenas se conoció de la coloración negra del cauce del río Rímac a la altura del puente de Carmen de la Legua Reynoso, en el Callao, un equipo de supervisores acudió a la zona para verificar los hechos denunciados.
En el desarrollo de la supervisión, los inspectores advirtieron de la presencia de aguas de tonalidad rojiza provenientes de una tubería que pertenece a Sedapal en la zona colindante a La Atarjea, por lo que el OEFA inició las coordinaciones con el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), entidad de fiscalización competente en materia de saneamiento.
Además, a raíz de las coordinaciones efectuadas con el MVCS, se tomó conocimiento del desarrollo de actividades de mantenimiento que habría realizado la central hidroeléctrica Huampaní, ubicada en el distrito de Lurigancho-Chosica, las cuales podrían estar presuntamente vinculadas al derrame de agua contaminada al río Rímac.
“Por tales razones, actualmente el OEFA se encuentra supervisando la central hidroeléctrica Huampaní para verificar si la coloración del río está vinculada a sus operaciones”, afirmó.
ANA recopila pruebas en el río Rímac
Tras la grave contaminación en el río Rímac, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) informó que desplegó un equipo de profesionales para la inspección y recopilación de datos necesarios.
“Nuestra intervención se centra en analizar y monitorear las condiciones de los cuerpos de agua, asegurando la integridad de los ecosistemas y del agua para el uso poblacional. Con estos esfuerzos, brindamos datos clave para las conclusiones que emitirá la Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA),” señaló el director de Calidad y Evaluación de Recursos Hídricos de la ANA, Manuel Baca.
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Durante las visitas de campo realizadas por su equipo, ANA afirmó que se aplicó una serie de pruebas que permitirán comprender mejor el comportamiento del río en los tramos afectados y verificar los posibles orígenes de la coloración.