"Suicide Squad": el perfil psicológico del Guasón

“Solo se necesita un mal día para llevar al hombre más cuerdo del planeta a la locura. Así de lejos está el mundo del lugar donde yo estoy. Solo un mal día”. Eso le dijo el Guasón a Batman en el cómic “The Killing Joke”, en donde el macabro personaje de DC Comics trata de demostrar que no hay mucha diferencia entre él y los demás. ¿Pero es realmente cierto eso?

Con ocasión del estreno de “Suicide Squad” –película en la que se podrá ver a un nuevo Guasón, interpretado Por Jared Leto–, El Comercio conversó con el psicólogo psicoterapeuta Italo Macha para desentrañar la mente de tan complejo personaje.

“Tiene un trastorno de personalidad psicopático. Es un psicópata que le gusta el histrionismo, la teatralidad de las situaciones en las que deriva su accionar y, sobre todo, el llevar a la gente al pánico o a la ruptura de su moralidad, de sus valores”, diagnostica el experto. “Es un criminal que tiene el uso total de su conciencia. No es una locura”, agrega.

Tráiler de "Suicide Squad". (Fuente: Warner/ Difusión)

¿PSICÓPATA O LOCO?

Coloquialmente, se conoce como locura todo comportamiento raro, pero la locura clínica (psicosis) es muy distinta al trastorno de personalidad psicopático. En el primero –según Macha–, la persona no tiene consciencia plena de sus actos, pierde el contacto con la realidad, y está invadida por ideas delirantes que considera 100% ciertas; por ejemplo, que una persona específica quiere dañarla y matarla.

En el trastorno psicopático, la estructura de personalidad de la persona está dañada. Esto provoca que no sienta ningún tipo de apego o empatía. Solo puede distinguir lo bueno o malo para él. Es por eso que no siente culpa ni remordimiento de sus actos. Además, no procesa la información del entorno como lo haría una persona normal; es decir, lo que para uno puede despertar niveles de ternura, de amor, de cariño, para otras personas les puede causar indignación o cólera.

En el caso del Guasón, él percibe el mundo como una terrible broma negra. “Él no puede sentir esa alegría que sienten los demás y por eso le parece absurda. Es un tema de sensación: ‘Yo no puedo llegar a sentir y por eso me parece tonto y no lo quiero’”, opina el experto. Esta idea se puede reflejar en otro intercambio de palabras entre el villano y Batman en “The Killing Joke”.

“Cuando vi la horrible broma negra que era el mundo, me volví loco! ¡Lo admito! ¿Por qué tú no? Quiero decir, no estás falto de inteligencia! Debes ver la realidad de la situación... Todo es una broma! Todo lo que uno valora o por lo que uno lucha es una broma monstruosa. Entonces, ¿por qué no le puedes ver el lado divertido?”, exclama el Guasón al Caballero de la Noche.

El escritor Travis Langley, en su libro “Batman and Psychology”, resalta la idea de que el Guasón percibe el mundo de una forma distinta y que –por lo tanto– su objetivo es rehacer todo a su imagen y semejanza. Es por eso que se esfuerza tanto por quebrar la moralidad de Batman; y al verse frustrados todos sus intentos, nace la ya muy conocida obsesión que siente hacia el héroe.

Y es que este villano no trata de matar a Batman, sino busca que toque fondo. Para lograr su objetivo asesinó a Jason Todd, el segundo Robin, y dejó paralítica a la hija del comisionado Gordon. Pero sus intentos no rindieron frutos.

SIN TEMOR

Para Macha, este personaje es uno de los más poderosos de los cómics porque no hay nada que se le pueda quitar, ni nada con qué doblegarlo, inclusive la muerte no genera miedo en él. No obstante, afirma que restregarle signos de felicidad y seguridad podría causarle una gran molestia y enfado que desencadenaría que uno se convirtiese en su próxima víctima.

CONDUCTA PSICOPÁTICA

En los cómics y en las películas, el Guasón cuenta distintas historias sobre su origen. En “The Dark Night” (2008) narra historias distintas sobre cómo se hizo las cicatrices. Desde un aspecto  psiquiátrico, los psicópatas tienen un fuerte bloqueo de poder abrir su mundo interior.

En “The Dark Night”, el Guasón se describe como un “perro que persigue un auto”. “Solo hago cosas. Odio los planes”, recalca. Para Italo Macha, para conspirar es necesario tener una expectativa de vida; es decir, una idea de cómo quiere verse aquí a 20 años. Pero el payaso no la tiene. Él vive el día a día teniendo en mente que puede morir en cualquier momento.

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