Alexei Navalny, el principal rostro de la oposición al régimen de Vladimir Putin en Rusia, ha muerto. Los servicios penitenciarios del gigante euroasiático dieron la noticia el viernes asegurando que el encarcelado se había desvanecido luego de realizar una caminata en la cárcel del Ártico donde cumplía una condena de 19 años de prisión.
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Tras conocerse la noticia, los principales líderes políticos occidentales han señalado directamente a Putin como responsable de la muerte del opositor. Su familia, en principio, se ha negado a aceptar el reporte hasta poder constatar a través de sus abogados que Navalny realmente falleció.
De confirmarse la versión oficial rusa, Navalny se sumaría a una lista cada vez más grande de críticos a Putin que han fallecido en los últimos años en situaciones extrañas que el Kremlin no se ha tomado la molestia de aclarar.
El deceso del opositor, además, se produce a un mes de que se celebren nuevas elecciones presidenciales en Rusia, donde Putin tiene garantizada la reelección hasta el 2030 luego de haberse asegurado de eliminar a cualquier posible rival de las boletas de votación.
El Comercio conversó con el experto en seguridad internacional Román Ortiz sobre la responsabilidad del régimen ruso en la muerte de Navalny, el efecto que tendría sobre la ya debilitada oposición y la respuesta que se podría esperar desde Occidente contra Putin.
- ¿Qué grado de responsabilidad tiene Putin o el Kremlin sobre la muerte de Navalny?
Total. Evidentemente, en este momento no tenemos absoluta claridad sobre qué fue exactamente lo que produjo la muerte de Navalny pero debemos tener en cuenta que previamente ya había sufrido un intento de envenenamiento por parte del FSB (servicio de seguridad ruso). Los pocos datos que existen sobre su muerte hacen coherente pensar que este fue por envenenamiento. Hay muchas razones para pensar que ha sido el Kremlin, que además es bien conocido por asesinar a sus rivales políticos tanto dentro como fuera de Rusia cuando tiene la oportunidad. Pero incluso si esto no fuese así, Navalny fue víctima de un proceso de persecución y destrucción de la reputación sistemáticamente llevado a cabo por el gobierno ruso y particularmente por Vladimir Putin. En consecuencia, es a él y al régimen en general a quien le corresponde la responsabilidad de todo lo que le ha pasado.
- Navalny estaba encarcelado, aislado en una prisión de Siberia y prácticamente silenciado, ¿qué ganaría Putin con su muerte?
Hay varias cosas que se combinan. Desde la racionalidad de la represión de Putin y el régimen autocrático que ha construido, asesinar a Navalny supone eliminar a una figura que aglutinaba a una parte muy grande de la oposición. Significa enviar un mensaje a la oposición de que nadie está a salvo, ni siquiera cuando es una figura pública, y por otra parte demostrar que es totalmente impune, que puede hacer lo que quiera. Es interesante pensar cómo coincide esta muerte con un momento en el que el Kremlin piensa que la situación militar en Ucrania está yendo a su favor y de que un cambio de gobierno en Estados Unidos le crearía un escenario internacional más favorable. Me parece un síntoma de que la percepción del Kremlin es que las cosas están girando a su favor. Finalmente, aparte de todo eso, hay una cuenta pendiente de venganza personal entre Putin y Navalny, porque él desafió directamente a Putin, descubrió el inmenso entramado de corrupción detrás del uso hipócrita del patriotismo. Había una cuenta personal pendiente.
- Como bien menciona, no se conocen detalles sobre la muerte y probablemente estos no se conozcan mientras Putin esté en el poder. Por otro lado, los familiares de Navalny no han creído en un primer momento que realmente haya muerto. ¿Qué refleja todo esto sobre el Estado que controla Putin?
Refleja, básicamente, cómo Putin está resucitando el fantasma de las prácticas estalinistas, donde uno de sus elementos de terror más característicos era que las personas desaparecían sin dejar rastro. En muchos casos no se sabía si la persona estaba viva, estaba muerta o cuándo había muerto. Esa mezcla de absoluta opacidad y de violencia es una combinación que tiene sus raíces en Stalin y que tanto Putin como su círculo más próximo se sienten herederos de la tradición chequista de la policía política bolchevique.
- ¿Qué representa la muerte de Navalny para una oposición debilitada, con varios líderes exiliados o presos y con medios independientes silenciados?
La oposición ya estaba en una situación muy difícil porque el régimen de Putin había eliminado los espacios de reunión y discusión pública que habían. Además, había emprendido contra ellos una represión policial irrestricta. Con la muerte de Navalny pierden una figura con una proyección internacional clave. Esto, unido a cómo Putin ha manipulado hábilmente la guerra en Ucrania convirtiéndola en una guerra patriótica y señalando como traidores a quienes se oponen, crea un clima político muy difícil para que emerja una oposición por fuera del régimen. En este momento, además, parece claro que gracias a haber resistido a los dos primeros años de guerra, que fueron desastrosos para sus fuerzas, parece haber apagado cualquier foco de disenso dentro de la cúpula del régimen. En consecuencia, creo que significa que Putin está bien asentado en el poder.
- ¿Espera una respuesta de parte de Occidente, más allá de los pronunciamientos de sus líderes?
La mejor respuesta que se podría dar a Putin es escalar la asistencia militar a Ucrania. Esa sería la respuesta más apropiada. De alguna manera el destino del régimen ruso Putin lo ha asociado a esa guerra, en consecuencia derrotarlo en Ucrania significaría derrotar a su régimen. Sin embargo, muchos países claves -empezando por Estados Unidos- están demasiado ensimismados en sus propias peleas internas como para poder tener una mirada a largo plazo y apostar por lo que es importante. Vale la pena recordar las dificultades inmensas que tiene la Administración Biden para conseguir la aprobación de asistencia militar a Ucrania en el Congreso de EE.UU. porque la mayoría del Partido Republicano está bloqueando dicha iniciativa. Yo creo que la muerte de Navalny no va a cambiar eso.
- A un mes de las elecciones rusas Putin llega controlando todo el aparato estatal y quien parecía ser el único opositor, Boris Nadezhdin, fue impedido de participar. ¿La muerte de Navalny tendrá algún efecto en el resultado electoral o en la movilización social?
Es posible que veamos alguna clase de movilización, pero sería muy limitada. Sin embargo, esta no sería en términos electorales. Las elecciones son simplemente un teatro para confirmar a Putin en el poder, no hay nada en juego. En la práctica real, Putin tiene el poder y permanecerá ahí a cualquier precio. Las elecciones son solo una pantomima.