Paul Biya, el presidente de 92 años que se aferra al poder y se presenta a su octava reelección en Camerún

“Les aseguro que mi determinación de servirles está a la altura de la gravedad de los desafíos que enfrentamos. Juntos, no hay desafío que no podamos superar“, indica el final del anuncio lanzado por las redes oficiales de Paul Biya, quien ha gobernado Camerún desde 1982 y pretende seguir en el cargo hasta cumplir los 100 años.

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Con esta nueva postulación, Biya busca conseguir su octavo mandato consecutivo en las elecciones del próximo 12 de octubre.

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El mandatario, a quien sus partidarios llaman “el padre de la nación”, ya es considerado el jefe de Estado en ejercicio más longevo del mundo y el segundo con la permanencia más larga en la historia moderna de África, superado únicamente por Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, de Guinea Ecuatorial, que ejerce el cargo desde 1979.

Nacido el 13 de febrero de 1933 en Mvomeka’a, Biya ocupó el cargo de primer ministro entre 1975 y 1982, bajo la presidencia de Ahmadou Ahidjo.

El 4 de noviembre de 1982, alegando problemas de salud y agotamiento, Ahidjo dejó el poder del país en manos de Biya. El cambio de mando llamó la atención en su momento pues Ahidjo era un líder musulmán del norte del país mientras que su sucesor era un cristiano del sur.

El mandatario saliente se mantuvo al frente del partido gobernante CNU pero las crecientes tensiones que mantuvo con Biya lo obligaron a exiliarse en julio de 1983.

En 1984 Biya fue reelecto por primera vez con el 99,98% de los votos en una elección que no contó con opositores. Al año siguiente, un intento de golpe de Estado en su contra dejó alrededor de mil muertos y marcó el camino autoritario que seguiría su régimen.

Desde entonces, Biya eliminó límites constitucionales al mandato presidencial, lo cual le permitió postularse indefinidamente. Ganó elecciones en 1992 (40%), 1997 (92,6%), 2004, 2011 (77,9%) y 2018 (71,3%), en todas ellas con denuncias de fraude electoral.

Ha sido señalado de cooptar el poder del Estado, silenciar medios y reprimir protestas como las del 2008, que dejaron un saldo que superó el centenar de muertos, lo que llevó a que en el año siguiente la revista estadounidense “Parade” lo incluyera en su lista de “Los 20 peores dictadores vivos”.

Bajo su régimen los niveles de pobreza han rondado el 40%, mientras que la pobreza extrema ha alcanzado al 25% de la población según registros del Banco Mundial, además de ubicarse en el puesto 151 de 189 posibles en el Índice de Desarrollo Humano 2023, el último año en el que hubo información disponible del país.

La corrupción es imperante ubicándose en el puesto 140 de un lista de 180 en el Índice de Percepción de la Corrupción 2024. Además, las libertades civiles están seriamente amenazadas lo que se refleja en la censura a medios de comunicación, encarcelamiento de opositores y cortes de internet ordenados desde el régimen ante estallidos sociales.

Y todo esto pasa mientras el país enfrenta graves amenazas de seguridad, principalmente por la presencia de células de Boko Haram en el norte y un conflicto separatista en las regiones anglófonas iniciado hace una década y que a la fecha no parece tener solución pese a haber causado más de medio millón de desplazados y miles de muertos.

Este cúmulo de problemas han llevado a que por primera vez se cuestione seriamente las posibilidades de reemplazar a Biya en el cargo. La lista de opositores al dictador eterno es amplia.

Por un lado están figuras como Issa Tchiroma Bakary, un exministro de Biya que abandonó la coalición de gobierno y ahora lo acusa de haber “quebrado la confianza del pueblo“. Una estrategia similar aplica Bello Bouba Maigari, exprimer ministro que también se presentaría a los comicios de octubre.

Otro frente que se abre contra el mandatario es su propia salud. La capacidad de Biya para mantenerse al frente del país a los 92 años es seriamente cuestionada, especialmente luego de que durante el 2024 se ausentara durante más de 50 días del cargo.

¿Los motivos de su pausa presidencial? Las especulaciones apuntaban a su estado de salud, pero no se ahondó en el tema debido a que el régimen prohibió cualquier discusión sobre la salud alegando que era un tema de seguridad nacional.

Regímenes eternos en África

Otros gobiernos sin fin en el continente

1

Guinea Ecuatorial (45 años en el poder)

Teodoro Obiang Nguema Mbasogo

Llegó al poder en agosto de 1979 tras derrocar a su tío Francisco Macías Nguema en un golpe de Estado. Desde entonces, ha ejercido un control absoluto del país, con repetidas reelecciones en procesos cuestionados por observadores internacionales. Con más de 45 años en el cargo, es actualmente el jefe de Estado con más tiempo en funciones en el mundo.

2

República del Congo (39 años en el poder)

Denis Sassou Nguesso

Gobernó inicialmente entre 1979 y 1992, y regresó al poder en 1997 tras una guerra civil. Desde entonces, ha permanecido en el cargo hasta hoy, acumulando en total casi 39 años en el poder. Su régimen ha sido marcado por reformas constitucionales que le permitieron reelegirse y fuertes cuestionamientos a la transparencia electoral.

3

Uganda (39 años en el poder)

Yoweri Museveni

En el poder desde enero de 1986 tras liderar una insurgencia armada, Museveni ha sido reelegido varias veces luego de eliminar los límites de mandato y de edad mediante reformas constitucionales. Aunque promovió estabilidad tras años de conflicto, su mandato de 39 años y medio ha sido criticado por el autoritarismo creciente y la represión a la oposición.

4

Esuatini (39 años en el poder)

Mswati III

Subió al trono en abril de 1986, convirtiéndose en el último monarca absoluto en África. Aunque Esuatini (antiguamente Suazilandia) es una monarquía, Mswati III concentra el poder ejecutivo, legislativo y judicial. Su reinado, de más de 39 años, ha estado marcado por denuncias de represión, privilegios reales y protestas a favor de la democratización.

5

Djibouti (26 años en el poder)

Ismaïl Omar Guelleh

Asumió la presidencia en mayo de 1999, tras suceder a su tío, el primer presidente del país. Desde entonces ha sido reelegido en el 2005, 2011, 2016 y 2021 ejerciendo un régimen autoritario, con elecciones boicoteadas por la oposición y denuncias de irregularidades aunque garantizando estabilidad y estrechos lazos militares con Francia y Estados Unidos