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Karoline Leavitt, la combativa portavoz de Trump: ¿qué rol juega la ‘representante republicana de la generación Z’ en el gobierno de EE.UU.?
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Karoline Leavitt, la combativa portavoz de Trump: ¿qué rol juega la ‘representante republicana de la generación Z’ en el gobierno de EE.UU.?

Karoline Leavitt, la combativa portavoz de Trump: ¿qué rol juega la ‘representante republicana de la generación Z’ en el gobierno de EE.UU.?

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Karoline Leavitt es uno de los rostros más visibles del segundo gobierno de Donald Trump no solo por su posición como secretaria de prensa de la Casa Blanca y su habitual comparecencia ante los medios, sino también por el hito que supuso su designación, al ser la persona más joven en ocupar dicho cargo en Estados Unidos.

Su estilo directo y agresivo, bastante acorde al estilo de Trump, no ha dejado indiferente a la opinión pública estadounidense e internacional. Sus críticos y defensores coinciden en que se trata de una vocera sumamente eficiente de la línea discursiva del mandatario y consideran que Leavitt, por ahora, no parece mostrar ningún asomo de los problemas que tuvieron sus antecesores en el anterior gobierno republicano.

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Francisco Sanz
Donald Trump conversando con Karoline Leavitt poco antes de abordar el helicóptero presidencial para dirigirse a un evento en la Universidad Carnegie Mellon. (Foto: Jim WATSON / AFP)
Donald Trump conversando con Karoline Leavitt poco antes de abordar el helicóptero presidencial para dirigirse a un evento en la Universidad Carnegie Mellon. (Foto: Jim WATSON / AFP)
/ JIM WATSON

Una carrera ambiciosa

Karoline Leavitt nació en 1997 en la pequeña localidad de Atkinson, ubicada en el estado de Nuevo Hampshire. Su formación básica y superior la llevó a cabo en distintas instituciones educativas católicas —religión de su familia— y estudió Comunicaciones y Ciencia Política.

Desde su etapa como estudiante, Leavitt mostró una predisposición clara por asociarse a la política estadounidense desde el frente conservador, trabajando brevemente en Fox News como practicante y más tarde llegando a la Oficina de Correspondencia de la Casa Blanca durante el primer gobierno de Donald Trump.

Este último punto sería crucial para el inicio de su carrera política, pues Leavitt no tardó en escalar posiciones y ganar una importante red de contactos, convirtiéndose en directora asociada de correspondencia en el 2020. Poco después fue designada subsecretaria de prensa adjunta.

Ya por ese entonces la funcionaria republicana se presentaba como una férrea partidaria de Trump y buena parte de su discurso coincidía con el del jefe de Estado: críticas a los medios liberales, demanda de medidas más duras contra la inmigración ilegal, apoyo a la reducción de impuestos y afirmaciones de fraude electoral tras los comicios del 2020.

Leavitt entre los acompañantes de Trump durante el proceso judicial que enfrentó en Nueva York. (Photo by Michael M. Santiago / POOL / AFP)
Leavitt entre los acompañantes de Trump durante el proceso judicial que enfrentó en Nueva York. (Photo by Michael M. Santiago / POOL / AFP)
/ MICHAEL M. SANTIAGO

Durante el gobierno de Joe Biden, Leavitt fue jefa de prensa de Elise Stefanik, congresista de la Cámara de Representantes. No duraría mucho en el cargo, pues en el 2021decidió postular ella misma como representante por Nuevo Hampshire con el Partido Republicano.

Ganó las elecciones primarias al capitalizar su cercanía al entorno de Trump, pero no pudo hacerse con un lugar en el Poder Legislativo al ser derrotada por el demócrata Chris Pappas en el 2022.

Durante este periodo de campaña conoció a su esposo, Nicholas Riccio, un desarrollador inmobiliario 32 años mayor que ella. Leavitt y Riccio se comprometieron en el 2023 y se casaron a inicios del 2025, pocos días antes de la investidura de Donald Trump.

Portavoz del nuevo trumpismo

Para las elecciones del 2024 en Estados Unidos, Karoline Leavitt ya contaba con una posición fuerte dentro del entorno de Trump y era vista como una de las grandes representantes conservadoras de la ‘Generación Z’, imagen que venía trabajando desde su candidatura al Legislativo.

El por entonces candidato republicano la nombró secretaria de prensa durante la campaña presidencial y, tras obtener la victoria frente a Kamala Harris, nombró a Leavitt portavoz de la Casa Blanca.

Fue así que se convirtió, con apenas 27 años, en la persona más joven en llegar a dicha posición, superando el registro de Ronald Ziegler, quien fue portavoz de Richard Nixon a los 29 años.

Durante el primer gobierno de Trump, dicho cargo resultó problemático y tuvo a cuatro personas distintas. Por ejemplo, el paso de Sean Spicer como portavoz presidencial es recordado por sus desafortunadas declaraciones en referencia a Adolf Hitler y un discurso errático.

Stephanie Grisham, quien también ocupó el cargo en la primera administración de Trump, es más recordada por la ausencia de conferencias y por posteriormente ventilar problemas internos del gobernante, así como por ser actualmente crítica del líder republicano.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, habla durante la rueda de prensa diaria en la Sala Brady de la Casa Blanca, en Washington, D.C., el 29 de mayo de 2025 | Foto: Jim WATSON / AFP
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, habla durante la rueda de prensa diaria en la Sala Brady de la Casa Blanca, en Washington, D.C., el 29 de mayo de 2025 | Foto: Jim WATSON / AFP
/ JIM WATSON

La llegada de Karoline Leavitt parece dejar atrás estos inconvenientes, no solo por lo que por ahora parece ser una lealtad a prueba de balas hacia Trump y sus ideas, sino también por una eficiencia que hacía falta entre los secretarios de prensa republicanos.

“Es la versión más perfeccionada de todas. Personifica la versión 2.0 de Trump: más rápida, más inteligente, más eficiente, más agresiva, mejor organizada y menos caótica”, señalaba The Guardian sobre Leavitt poco después de la toma de poder de mando de Trump en enero.

Polémicas con la prensa

La primera aparición de Karoline Leavitt como secretaria de prensa de la Casa Blanca dio una muestra de lo que iba a ser su gestión, al mostrarse criticando duramente y sin pausas a la prensa tradicional, acusándola de interesada y caduca. Al mismo tiempo Leavitt anunciaba la apertura de la sala de prensa presidencial también a “periodistas independientes, podcasters, influencers de redes sociales y creadores de contenido”, siempre y cuando estas personas produzcan contenido informativo “legítimo”.

Más allá de la alta estima que tiene Leavitt entre Trump y sus partidarios, su gestión ha estado plagada de polémicas. La secretaria de prensa de la Casa Blanca ha tenido numerosos desencuentros con los medios desde que llegó al cargo.

En abril, la portavoz presidencial generó controversia al negarse a interactuar con algunos periodistas que usan pronombres en sus firmas de correo electrónico. Según reportó Fox News, el argumento de Leavitt era que estas personas rechazan la “realidad biológica” por lo que no eran fuentes noticiosas confiables.

Un par de meses antes, la secretaria de prensa impidió a la agencia AP ingresar al Despacho Oval de la Casa Blanca, exigiéndole cambiar su manual de estilo para referirse al Golfo de México como “Golfo de América”, tal como lo llamaba la Administración Trump.

“Nos reservamos el derecho a decidir quién entra en el Despacho Oval”, dijo al respecto Leavitt.

“Es alarmante que la Administración Trump castigue a AP por su periodismo independiente”, declaró Julie Pace, editora ejecutiva de la agencia, que emprendió una demanda contra Leavitt y otros dos funcionarios del gobierno estadounidense.

No sería el único choque que Karoline Leavitt tendría con AP, pues en marzo tuvo un tenso intercambio con Josh Boak, uno de sus periodistas, sobre los aranceles del gobierno. La portavoz de la Casa Blanca consideró “insultante que intenten poner a prueba sus conocimientos de economía” y las decisiones del presidente.