Las imágenes de Donald Trump entrando en un tribunal federal en Miami han puesto nuevamente al magnate en las páginas más insólitas de la historia de Estados Unidos. Dos meses después de haber comparecido en una corte en Nueva York por presuntamente haber pagado a una actriz porno a cambio de su silencio, el expresidente se presentó este martes 13 ante la Justicia en la soleada Florida para responder a la imputación en su contra por haberse a llevado a su casa decenas de cajas con secretos sensibles del país.
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“Es uno de los días más tristes en la historia de nuestro país. Somos una nación en declive”, escribió Trump en su red social mientras se dirigía a la corte, en medio de extremas medidas de seguridad. El magnate, que cumple 77 años este miércoles 14, es el primer expresidente en ser acusado de delitos penales ante la justicia federal en Estados Unidos.
Trump, el favorito para lograr la nominación republicana rumbo a la Casa Blanca en el 2024, es acusado de haberse quedado con documentos confidenciales tras dejar el poder en el 2021. El caso escaló en el 2022, luego de que el FBI encontrara en su residencia en Mar-a-Lago, Florida, decenas de cajas que contenían archivos clasificados, incluso sobre armas nucleares.
Los hallazgos llevaron a que la fiscalía imputara al exmandatario por 37 cargos, como retención ilegal de secretos del Gobierno, obstrucción a la justicia, conspiración y otros delitos que son penados con prisión. Tras ser fichado y procesado oficialmente, Trump abandonó el juzgado en silencio.
Afuera del tribunal, un pequeño grupo de simpatizantes del expresidente llevaba gorras que decía “Make America Great Again” (Haz Estados Unidos grande otra vez). Trump decidió arroparse de sus seguidores en un restaurante de la Pequeña Habana de Miami que es icónico para el exilio cubano. El exmandatario viajó después a Nueva Jersey, donde participó en un acto de recaudación de fondos para su campaña.
Contra la Justicia
Si bien esta fue la segunda vez que compareció ante la justicia en lo que va del año y los cargos no le impiden postular a la presidencia, este es un caso bastante más espinoso para Trump pues envuelve un tema de seguridad nacional.
Como se esperaba, el líder republicano se declaró “no culpable” de los cargos y repitió el que ha sido su discurso más encendido hasta ahora: que es víctima de una cacería de brujas y que sus rivales demócratas, con el presidente Joe Biden a la cabeza, lo atacan porque no quieren medirse con él en las urnas.
En las últimas semanas el discurso combativo de Trump ha ido más allá. El lunes, el exmandatario afirmó que con Joe Biden en la presidencia hay una “regresión” de la democracia y un sistema de justicia de “doble rasero”.
Trump acusó directamente a Biden, la carta más probable de los demócratas en los próximos comicios, de haber convertido “al Departamento de Justicia en un arma para tratar de ganar una elección (la del 2024) en la que está muy atrasado”.
El expresidente juega con cada vez más frecuencia la carta de la “cacería de brujas” por motivos electorales. En marzo, en medio de la imputación por el pago a la actriz porno Stormy Daniels, Trump dijo ser víctima de “la mayor interferencia electoral en la historia” de Estados Unidos.
“Lo que han hecho los demócratas es impensable: imputar a una persona completamente inocente en un acto de patente interferencia electoral. Nunca antes en la historia de nuestro país había sucedido algo similar”, dijo en un comunicado.
- 31 cargos de retención deliberada de información de defensa nacional, con una pena máxima de 10 años.
- 1 cargo de conspiración para obstruir a la Justicia, con una pena máxima de 20 años.
- 1 cargo de retención de documentos o registros, con una pena máxima de 20 años.
- 1 cargo por ocultar de forma corrupta un documento o registro, con una pena máxima de 20 años.
- 1 cargo por ocultar un documento en una investigación federal, con una pena máxima de 20 años.
- 1 cargo por esquema o concierto para ocultar documentos, con una pena máxima de 5 años.
- 1 cargo por representación y declaraciones falsas, con una pena máxima de 5 años.
“Un error de cálculo”
La postura de Trump no es nueva. El magnate minimiza cuanta acusación se deslice en su contra y casi nunca da explicaciones, incluso ahora que busca volver a la Casa Blanca.
“Es difícil exagerar el grado en que Trump está decidido a librar esta batalla en el tribunal de la opinión pública en lugar de en una sala de audiencias durante el mayor tiempo posible. Y está decidido a actuar como si nada hubiera pasado”, dijo Maggie Haberman, corresponsal en la Casa Blanca del diario “The New York Times”.
La politóloga María Puerta Riera, profesora de Ciencias Políticas en el Valencia College de Orlando, considera que, desde el punto de vista del sistema judicial en Estados unidos, la situación de Trump es un tema serio por la naturaleza de las acusaciones y por lo que implica juzgar a un expresidente, sobre todo en el caso de los documentos clasificados.
“Ahora se está poniendo en duda la idoneidad de Trump para el cargo y su moral y ética porque aquí estamos hablando de información privilegiada que fue manejada de una forma absolutamente irresponsable. La pregunta es cómo puede el expresidente pedir una nueva oportunidad cuando ha faltado a esa misma investidura”, dice a El Comercio.
Sobre la estrategia de Trump de arremeter contra la Justicia, Puerta recuerda que, antes de ser presidente, el magnate ya estaba acostumbrado a juicios, acusaciones y demandas. El problema es que ahora ya no es solo un hombre de negocios.
“Es muy peligroso el discurso de Trump porque no solo cuestiona la imparcialidad del Departamento de Justicia, sino que también arremete contra de los jueces, los fiscales y hasta los mismos jurados que son ciudadanos y que no tienen una vinculación política con el gobierno. Eso es muy peligroso. El expresidente está tratando de aplicar la misma técnica que usaba como civil en un ámbito que es completamente diferente”, dice Puerta.
“A mí me parece que arremeter contra la Justicia es un error de cálculo del expresidente”, concluye.