Con tan solo 14 años, en 1944 George Stinney Jr. se convirtió en el estadounidense más joven en ser ejecutado en su país. Murió en la silla eléctrica. Ahora la justicia ha determinado que era inocente.
"Fue una gran injusticia", aseguró la jueza Carmen Mullen al leer la decisión de exonerar al menor y agregó que la velocidad con la que Stinney Jr. fue sentenciado a muerte "es chocante y extremadamente injusta".
En 1944, cuando tenía 14 años, el joven negro fue acusado del asesinado de dos niñas de 7 y 11 años en Carolina del Norte cuando estas buscaban flores silvestres. Fue encarcelado. No se avisó del caso a sus padres ni tuvo un abogado defensor.
El juicio en su contra duró menos de tres horas y en él no se presentaron testigos o evidencia que pudiera exonerarlo, según "The Independent"
Al jurado integrado únicamente por personas de raza blanca le tomó solo 10 minutos emitir su veredicto: George Stinney Jr. debía morir "electrocutado hasta que tu cuerpo esté muerto de acuerdo con la ley. Y que Dios se apiade de tu alma", de acuerdo con los documentos del tribunal..
El caso de George Stinney Jr. siempre fue presentado como un ejemplo de racismo judicial durante el tiempo de la segregación, donde jueces, fiscales y el jurado eran personas blancas.
De acuerdo con la CNN, menos de tres meses después de las muertes de las niñas, Stinney fue llevado a una silla eléctrica en la cárcel de Columbia, construida para acusados mucho más grandes. Las correas de la silla no quedaron ajustadas sobre su cuerpo y se tuvo que colocar libros en el asiento para que pudiera sentarse adecuadamente.
"Cuando encendieron el interruptor, el cuerpo de Stinney convulsionó, por lo que la máscara que le quedaba demasiado grande se soltó y así, su rostro quedó expuesto a más o menos 40 testigos, entre ellos el padre de las niñas asesinadas", reseña CNN.
Desde siempres su familia clamó la inocencia del menor. Aseguran que la policía lo presionó para que confesara el crimen. También argumentaban que en el momento del asesinato Stinney estaba con su hermana Amie Ruffner.
La hermana de Stinney le dijo a WLTX, afiliada de CNN, que ella y Stinney vieron a las niñas el día en que murieron. Stinney y Ruffner estaban cuidando a la vaca de su familia cerca de las vías del ferrocarril próximas a su casa.
"Ellas dijeron, '¿Pueden decirnos dónde podemos encontrar algunas flores de la pasión?'", recordó Ruffner. "Respondimos 'no', y siguieron en sus asuntos".
Las niñas fueron encontradas al día siguiente en una cuneta inundada con heridas en sus cabezas.
Para determinar la exoneración del adolescente, la jueza Mullen realizó dos días de audiencia para escuchar a expertos y los representantes de los familiares del menor.
En sus conclusiones señaló que "es muy probable" que la confesión de Stinney Jr. fuera forzada por las autoridades de la época. Además, determinó dejar sin efecto la condena porque el joven no recibió un juicio justo en 1944.
La familia de George Stinney Jr. dijo que ahora podrán limpiar su nombre.