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La MS-13 y el Tren de Aragua tejen sus redes y agravan el tráfico de personas en EE.UU.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, justifica su agresiva estrategia de defensa de la seguridad nacional afirmando que busca atacar al narcotráfico y a las redes de tráfico de personas. En esta ofensiva, los cárteles de la droga constituyen un objetivo claro y se han convertido en un problema cada vez mayor para el país, afirma Kris Kobach, fiscal general de Kansas, que destaca la magnitud del problema en el Medio Oeste.
La trata de personas es la actividad delictiva de retener a otra persona con fines de explotación a través del trabajo forzoso y el tráfico sexual. Muchos expertos consideran que la trata de personas es la segunda actividad criminal más grande del mundo, solo superada por la venta ilegal de drogas.
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El fiscal general de Kansas señala que aunque no es un problema exclusivo de ese estado sino un mal de alcance mundial, un gran porcentaje del tráfico de personas que llega a Estados Unidos proviene del sur de nuestra frontera.
En ese escenario las autoridades han puesto el foco en los grupos del crimen organizado, incluidas las bandas y los grupos armados ilegales. El Informe sobre la trata de personas 2024 del Departamento de Estados Unidos destaca que estos delincuentes “explotan a las niñas en el tráfico sexual infantil, obligan a los niños a mendigar en las calles, reclutan o utilizan por la fuerza a niños soldados y coaccionan y amenazan a jóvenes de ambos sexos para que transporten drogas, cometan extorsiones, actúen como vigías o cometan actos de violencia, incluido el asesinato”.
Además, el documento enfatiza que los grupos delictivos organizados se centran en los grupos de migrantes que no pueden entrar en un país debido a las restricciones fronterizas o que están a la espera de una decisión sobre su solicitud de asilo, por ejemplo, en la frontera entre Estados Unidos y México.
Se trata de un problema que ha crecido en el Medio Oeste de Estados Unidos, donde el tráfico de personas ha ganado visibilidad en los últimos años.
“Las entidades delictivas transnacionales con las que más se topan nuestras fuerzas del orden son probablemente las bandas criminales MS-13 y Tren de Aragua, pero no son las únicas involucradas. Pero en términos de lo que encuentra en Kansas, esas dos son las organizaciones más notorias que vemos. A menudo la organización se dedica al tráfico de múltiples cosas. Trafican con drogas. Trafican con personas. Pueden traficar con armas de fuego en el país de donde proceden”, dice a El Comercio.

Pone como ejemplo los operativos ejecutados por agentes del orden público en Kansas, que al realizar redadas antidroga para detener un envío de fentanilo. Y entonces todos estos otros problemas también se hacen evidentes, que la misma organización está involucrada en el tráfico de múltiples sustancias.
Estados Unidos ha lanzado una ofensiva contra los carteles con vínculos en Latinoamérica que operan en su país. El Tren de Aragua es considerada por Washington una organización terrorista extranjera originaria de Venezuela. El gobierno de Trump ha realizado operativos y deportaciones para capturar y sacar a sus integrantes del país.
En julio, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a los principales cabecillas del Tren de Aragua por actividades delictivas, como tráfico ilícito de drogas, trata de personas y lavado de dinero.
Las sanciones se dirigen a Héctor Rusthenford Guerrero Flores, también conocido como “Niño Guerrero”, y a otros cinco líderes importantes cabecillas de la pandilla. Washington ha ofrecido una recompensa de cinco millones de dólares por información que permita detener a Guerrero.
El foco en las víctimas
Kobach alerta especialmente de los riesgos para los inmigrantes indocumentados que terminan en las garras de las mafias de tráfico de personas. Apunta que este tipo de crimen a menudo se solapa con el traslado de personas a Estados Unidos.
“A menudo, la víctima cree que solo se trata de una entrada ilegal a Estados Unidos y lo único que hace es pagar una tarifa al coyote. Cree que todo va a salir bien y llegará a Estados Unidos y conseguirá algún trabajo que cree que estará disponible. De repente, todo sale mal, y las personas a las que ella pagaba para que la transporten resultan ser personas más interesadas en el tráfico ilegal. Eso ocurre con mucha frecuencia. Creo que todos nos solidarizamos y nos sentimos desconsolados por la difícil situación de esa persona. El cártel o las personas involucradas en el tráfico ilegal de esa persona, que a menudo es ella, tiene que ser detenido”, señala.
El informe sobre tráfico de personas del Departamento de Estado explica que los migrantes que dependen de los traficantes de personas corren un riesgo especialmente alto de explotación, ya que muchos se endeudan para pagarles.
“La migración irregular también puede incluir a personas que ya han sido explotadas por los traficantes, ya que las víctimas pueden verse motivadas a migrar y buscar protección en otros lugares. Si bien algunos países han promulgado políticas destinadas a reducir la vulnerabilidad de los migrantes a la trata, proporcionándoles residencia temporal y acceso al empleo formal, la educación, la atención sanitaria y otros servicios, animamos a todos los países que se enfrentan a retos de migración irregular a que prevengan la trata y den prioridad a la selección entre los migrantes”, afirma.
¿Es este un problema reciente? Kobach cree que no, sino que es la conciencia sobre la trata de personas lo que ha aumentado. “Puede que el tráfico de personas fuera igual de importante hace 10 años, simplemente no lo sabíamos. No me atrevo a decir que ahora sea mayor que entonces, porque quizá simplemente no éramos tan conscientes de ello”, concluye.







