Julio y Florencia López se reencontraron gracias al grupo de Facebook titulado ¿Dónde estás?. (Foto: Julio López).
Julio y Florencia López se reencontraron gracias al grupo de Facebook titulado ¿Dónde estás?. (Foto: Julio López).

Las historias de reencuentros entre familiares que no se ven hace años o que nunca se conocieron provocan un sinfín de emociones en las personas, pero más aún en aquellos que lo viven en carne propia.

El grupo de Facebook . Se encarga de compartir la búsqueda de hombres y mujeres que intentan esclarecer hechos de su pasado y encontrar a sus familiares o amistades de los que no saben desde hace mucho tiempo. Asimismo, también están los que buscan descubrir su identidad ya que de adultos descubrieron que sus padres no son quienes en realidad pensaban.

El mecanismo del grupo es sencillo. Quien lo desea comenta un poco sobre la historia de su familiar o conocido, pone algún tipo de fecha para contextualizar sobre la última vez que mantuvo contacto y cualquier otra información que tenga. También se puede agregar una imagen para aportar más detalles de la persona en cuestión.

En la actualidad, el grupo cuenta con 814,4 mil miembros. (Captura Facebook).
En la actualidad, el grupo cuenta con 814,4 mil miembros. (Captura Facebook).

Inmediatamente, las publicaciones reciben reacciones de miles de personas, quienes con el objetivo de ayudar al prójimo, comparten datos para abrir el camino hacia el reencuentro esperado.

En este caso, Facebook funciona como una herramienta que permite unir a la gente, no solo dentro del mundo virtual sino también en la realidad. Esto pone de manifiesto el poder de las redes sociales, las cuales no solo pueden ser usadas de manera superficial o banal, sino que se las puede aprovechar como un canal que permite la unión y el fortalecimiento de las relaciones interpersonales.

El tan esperado reencuentro entre Julio y Florencia

Julio López se reencontró con su hermana menor luego de estar distanciados por más de 20 años. En diálogo con LA NACION, el hombre de nacionalidad paraguaya abrió su corazón y habló acerca del momento en el que decidió buscar a Florencia.

“A partir de este año decidí buscar por todos los medios para saber el paradero de mi hermana. Antes buscaba solo por Facebook”, cuenta, aún muy conmovido por el momento que le tocó vivir. Luego de tantos contactos, redes sociales y otros medios de comunicación, finalmente, y quizás por un golpe del destino, se topó con el grupo de Facebook ¿Dónde estás?. “Busqué por todos lados”, remarcó.

Con muchos nervios pero también con la expectativa de encontrarla, Julio escribió un párrafo con información sobre su hermana, al que le sumó un documento y una fotografía de ella de cuando era solo una bebé. “Mi nombre es Julio López, busco a mi hermana Florencia. Tengo entendido que vive en La Plata. Yo soy paraguayo, pero ella nació en Argentina”, fueron las palabras que publicó en la tarde del 10 de enero.

El mensaje que escribió Julio López al presentar su historia en el grupo de Facebook ¿Dónde estás?. (Captura Facebook).
El mensaje que escribió Julio López al presentar su historia en el grupo de Facebook ¿Dónde estás?. (Captura Facebook).

Julio revolvió el pasado y habló sobre el difícil momento en el que dejó de verla por consecuencia de una decisión que nada tuvo que ver con él. “Éramos muy chicos. Mi mamá me trajo de Paraguay hacia Argentina y en ese momento tenía dos hermanitos chiquitos, Naza y Flor. Por no tener familiares aquí, mi mamá dejó a mi hermana con desconocidos”.

Todo ocurrió en 2002 cuando López atravesaba un momento de salud complicado y había viajado a la Argentina para atenderse: “Yo estuve internado en el Hospital Gandulfo. Me operaron de apendicitis, tenía 14 años. En ese momento, mi madre no quiso dejarme solo en el lugar y no sé por qué tomó la decisión de dejar a mi hermana con una familia que vivía en La Plata.”

Esa fue la última vez que tuvieron contacto. “Pasó todo eso y yo, siendo menor, volví a Paraguay. Viví allá por un tiempo y luego de muchos años regresé aún sin saber nada de ella. Mi mamá se juntó con otra pareja y no la buscó más”.

Hospital Luisa C. de Gandulfo, la última vez que Julio López vio a su hermana. (Hospital Gandulfo).
Hospital Luisa C. de Gandulfo, la última vez que Julio López vio a su hermana. (Hospital Gandulfo).

Veinte años pasaron desde ese momento. Gracias al avance de la tecnología y las redes, Julio pudo contactar a Florencia: “No tardaron mucho en contestarme en el grupo y al tener algunos datos dimos enseguida con la señora que crió a mi hermana. La llamé y también sabía de mi existencia, por lo que fue más rápido reconocerme”.

La madre adoptiva de la joven le pasó el contacto y entonces se comunicaron por teléfono: “A Flor no le podía hablar por la emoción y el llanto, así que solo decidí escribirle un mensaje. No la quería presionar porque fue muy fuerte todo”.

Al pasar un par de días, el tan esperado reencuentro se dio: “Arreglamos encontrarnos y el sábado 5 de febrero fue el gran día. Nos reunimos en mi casa con familiares y otros amigos”.

Julio no pudo contener su emoción: “Se me cayeron un par de lágrimas al verla. Es una hermosa mujer. Muchos años pasaron para volver a verla. Estoy aliviado de saber que estuvo bien cuidada y que ya sé dónde están todos mis hermanos”.

A la izquierda, la madre biológica de Florencia; A la derecha, Florencia en los brazos de su hermano tras el reencuentro. (Julio López).
A la izquierda, la madre biológica de Florencia; A la derecha, Florencia en los brazos de su hermano tras el reencuentro. (Julio López).

Como si el tiempo no hubiera avanzado, Florencia viajó con su pareja desde La Plata hasta Lomas de Zamora para compartir un asado con su hermano mayor y su madre biológica. “No quise hablar de lo ocurrido. Eso se dará con el tiempo”, comentó el hombre respecto de sí mantuvo una charla sobre lo que pasó con ella y qué emociones sentía en relación con eso.

En el caso de Florencia, aún no tiene palabras para explicar lo que le generó toda esta movilización: “Son muchos sentimientos mezclados. No sé por dónde empezar. Es algo que es difícil y a la vez muy emocionante”.

La última foto que había de Florencia López con uno de sus hermanos en Paraguay, cuando era bebé. (Julio López).
La última foto que había de Florencia López con uno de sus hermanos en Paraguay, cuando era bebé. (Julio López).

Respecto de su historia de vida, contó que siempre tuvo la esperanza de conocer a sus familiares. “Tengo diferentes versiones. Cada uno me cuenta distintas cosas, pero desde que me enteré que era adoptada quise buscar y conocer a mis hermanos”. Por otro lado, su objetivo en este tiempo será actualizarse y ponerse al día con Julio, antes de revolver el pasado: “Ahora busco aprovechar cada momento con ellos”.

De esa forma, una pieza selló el rompecabezas de Julio y Florencia, y esta unión se suma a la que ya tienen con sus otros cinco hermanos: Paola Gaona (32), Elizabeth Cano (30), Ángel González (28), Nazareno López (24), y Laura Navarro (16). En la actualidad, cuatro se encuentran en Argentina y otros 3 en Paraguay. El deseo de Julio es poder reunirse con todos.

Con el fin de darle un mensaje a las personas que están en una situación similar, los alentó al expresar: “No pierdan las esperanzas de seguir buscando y nunca bajen los brazos”.

Algunos de los hermanos que se encuentran en Paraguay. (Julio López).
Algunos de los hermanos que se encuentran en Paraguay. (Julio López).

“¿Dónde estás?”, una iniciativa desde el corazón

Su caso se ubica entre las 14 mil personas que ya se encontraron con sus familiares desde la creación del grupo de Facebook. Según el administrador, Sergio Pallaroni, la decisión de armarlo fue por motus propio y con la ayuda de otros conocidos. “Lo fundamos en 2015 con Graciela Quintana y Guillermo Quintasse. En aquel momento generamos el primer encuentro, de los 15 y 20 que hay diariamente en la actualidad”.

Al trasladar en números los logros del grupo, indicó que hay cerca de 230 casos por mes -que incluyen amigos y familiares- y un total de 2000 anuales.

Su objetivo es reunir cada vez a más personas y propiciar un espacio positivo donde puedan cerrar una etapa y encontrar una pieza faltante en sus vidas. “De nuestra parte, cuando se logra un reencuentro, es muy emocionante siempre y cuando sea bien aceptado por la otra parte”, reflexiona Pallaroni.

Estas personas que buscan incansablemente a sus familiares o allegados, representan la perseverancia y la resistencia: son un ejemplo de lucha y esfuerzo. En este sentido, es posible retomar las palabras que alguna vez cantó Gustavo Cerati: “Tarda en llegar y al final, al final, hay recompensa”.

Algunos de los reencuentros que se producen en el grupo. (Captura Facebook).
Algunos de los reencuentros que se producen en el grupo. (Captura Facebook).

Como Julio, existen un sinfín de individuos que viven años de su vida sumidos en la incertidumbre y la duda y ansían llegar al final de la búsqueda de sus seres queridos. Esta historia tan emocionante abre la puerta a la esperanza e invita a pensar que, a pesar de las distancias, los reencuentros son posibles.

Resulta conmovedor que, desde el perdón, las familias vuelvan a unirse, a pesar del dolor ocasionado por situaciones del pasado. Lo primordial es darle luz a aquellas partes oscuras y volver a escribir un nuevo capítulo en sus vidas.

Por Donato Del Blanco

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