Carteras de pieles de babilla, caimanes y serpientes, bañadas en colores fosforescentes y la etiqueta Made in Colombia, empezaron a llegar por montones a aeropuertos de Nueva York, Canadá y Seúl, en la primavera del 2017.
Los accesorios de lujo –que pueden llegar a valer hasta 10.000 dólares– traían el sello de la diseñadora colombiana Nancy González de Barberi. Pero no venían embalados en exportaciones de marroquinería, como era costumbre desde el 2008, cuando la caleña tocó el cielo de la moda internacional con las manos.
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Ese año, el Museo Metropolitano de Nueva York incluyó uno de sus bolsos en una exhibición de 65 artículos sobresalientes de la moda de los últimos siglos.
Pero el viernes, la reputada diseñadora entró a otro listado: la de extraditables.
Agentes de aduanas de Estados Unidos aseguran que, desde hace 5 años, se habría abierto un canal ilegal para mover la mercancía, sin los permisos medioambientales y bajo la sospecha de que se venía sacrificando animales en vía de extinción.
Las fechas parecieran coincidir con los problemas económicos de la empresa. Para esa misma época, 2017, la Superintendencia de Sociedades fue notificada de que C.I. Diseño y Moda Internacional S.A.S., la empresa estandarte de la diseñadora, acumulaba cuentas vencidas por 26.161 millones de pesos.
Los falsos regalos
Pero, por otro lado, autoridades sospechan que le estaban ingresando turbios dividendos por unos 40 millones de dólares.
Por eso, hace unos días un puñado de oficiales de la Policía de Carabineros de Colombia y miembros de la Fiscalía llegaron hasta su lujoso departamento, en el sur de Cali. Tras inspeccionar la zona de piscina, los salones y jardines, la sacaron esposada.
La señalan de supuestamente liderar una red de contrabando de pieles de animales.
Al parecer, en Estados Unidos hay evidencia de que los contenedores de exportación legales fueron reemplazados por un centenar de caleños de bajo perfil que la red reclutaba en el Valle. Recibían tiquetes en clase turista y 600 dólares de bonificación por mover las carteras y decir en las aduanas que eran regalos.
La muerte de ‘Santi’
El mecanismo levantó sospecha porque las mismas carteras y accesorios se vendían hasta por 5.000 dólares en almacenes de Nueva York, Londres, París, Dubái y Seúl. Y los turistas apenas tenían un par de sellos en sus pasaportes, y perfiles que no encajaban con sus versiones.
Uno de ellos habría terminado señalando a la reputada diseñadora y sus hombres de confianza.
En ese momento se dieron cuenta del personaje involucrado. Los agentes recordaron que en marzo de 2017 el hijo de la diseñadora, Santiago Barberi González, de 40 años, falleció de manera extraña.
En ese momento, medios como The New York Times registraban cómo celebridades de la farándula –Sarah Jessica Parker, Sofía Vergara y Salma Hayek– se colgaban la marroquinería de los González Barberi.
Y también se refirieron al deceso de ‘Santi’, conocido como uno de los mayores proveedores de bolsos de cocodrilo, educado en Boston y con residencia en París y Nueva York. Murió en extrañas circunstancias en su apartamento de la Gran Manzana, en donde encontraron decenas de costosas obras de arte y su cadáver.
Líos financieros
El portavoz de la familia dijo que se desconocían las causas de su deceso.
”Santiago era un genio creativo, era un talento raro, con una gran pasión por su oficio, su arte y su familia. Fue un gran hombre con una gran humanidad (...) Él era único en su clase”, escribió la diseñadora en una carta privada.
Y anunció que seguiría honrando su marca. Pero, al parecer, las cosas no marchaban bien.
EL TIEMPO tuvo acceso a la información contable de C.I. Diseño y Moda Internacional S.A. Allí se señala que llegaron cerca a la insolvencia por los altos gastos en ventas; mayor costo de fabricación y compras ineficientes de materia prima.
Además, culpaban de la situación a las inversiones en adecuaciones de vitrinas y tiendas; y a una “ausencia de políticas financieras y control del gasto”.
Pero, el tren de vida y el glamur de la diseñadora seguían al mismo ritmo.
La investigación
La Fiscalía y la Dirección de Carabineros de la Policía, en cooperación con el Servicio Federal de Peces y Vida Silvestre de los Estados Unidos, asumieron el caso por presunto contrabando de pieles, que en Colombia es delito desde 2021, con penas de hasta 11 años.
En la inspección al apartamento de González consta que hallaron paquetes similares a los que los correos humanos llevaban a Europa, Asia y Estados Unidos.
En la llamada ‘operación Yacaré’ también fueron capturados Diego Mauricio Rodríguez Giraldo, ejecutivo de confianza de González; y Jhon Camilo Aguilar Jaramillo, extrabajador de la empresa y quien niega cualquier conducta ilegal.
Pero se calcula que la supuesta red usó el canal irregular de ‘ventas internacionales’ durante nueve años.
Así, se habrían recaudado millones de dólares sin pagar impuestos y sin presentar certificados de que las pieles eran de uso legal.
Durante la investigación se logró comprobar que para la confección y fabricación de prendas de vestir y bolsos se utilizaban entre dos y cinco especies animales (...) los accesorios eran comercializados en tiendas exclusivas de Estados Unidos y Europa”, señaló el general Alejandro Barrera, comandante de la Dirección de Carabineros de la Policía.
Y agregó: “Una piel de estos animales es vendida en el mercado negro entre 100 y 500 dólares y un bolso confeccionado se vende en una tienda en cerca de 5.000 o incluso 10.000 dólares”.
Rumbo a Florida
Según la Policía, los productos que llevaban los correos humanos se vendieron en el mercado internacional sin contar con el llamado permiso Cites, lo que pone en duda la procedencia legal de las pieles de animales en vía de extinción.
Esa autorización la otorga el Ministerio de Ambiente para cumplir con lo dispuesto en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora.
Ahora, la otrora reputada diseñadora tendrá que afrontar una extradición a Estados Unidos, en donde deberá aclararle a la corte federal del distrito sur de Florida sus envíos al exterior.
Los delitos que les imputan son concierto para importar vida silvestre a Estados Unidos en contra de la ley, defraudar a ese país impidiendo, perjudicando, obstruyendo y anulando las funciones gubernamentales legítimas, y contrabandear mercancías.
¿En libertad?
Pero en Colombia también tiene deudas pendientes. EL TIEMPO estableció que un juzgado civil de ejecución de sentencias de Cali le embargó cuatro cuentas bancarias, en diciembre pasado, por una suma superior a los 1.704 millones de pesos por obligaciones con la banca. Y su empresa registra varias demandas.
Allegados a la diseñadora dijeron que sus actuaciones se ciñen a la ley y que su equipo de abogados atenderá el pedido en extradición.
Y el juzgado 25 penal municipal de control de garantías de Cali declaró ilegal parte del procedimiento en el que se efectuaron las tres capturas.
EL TIEMPO estableció que la juez del caso, en audiencia reservada, señaló que se habían vencido los términos para legalizar los resultados de los allanamientos. Esto porque “a las 4:32 p.m. cuando fue repartida la solicitud, ya se encontraba vencido el término de las 24 horas”.
Y determinó declarar “la ilegalidad de la orden, el procedimiento y los resultados del allanamiento” solicitado por la Fiscalía.
Durante la audiencia la Fiscalía presentó el recurso de reposición y el despacho solo accedió a legalizar la orden de allanamiento pero no reconsideró su decisión sobre el procedimiento y resultados.
El abogado Elmer Montaña que representa a Jhon Camilo Aguilar explicó que en la audiencia se evidenció la irregularidad en el procedimiento y la consecuencia debe ser la liberación inmediata de los capturados.