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“Un gobierno incapaz de garantizar la seguridad de sus opositores”: la muerte de Miguel Uribe, la responsabilidad de Petro y un regreso al pasado
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El sábado 7 de junio un adolescente llegó a un improvisado mitin, caminó entre la concurrencia como si fuera un espectador más, se acercó hasta el senador Miguel Uribe Turbay que daba un discurso y le apuntó con un arma de fuego antes de dispararle tres tiros. La madrugada de ayer, tras más de dos meses de hospitalización, el político de 39 años falleció debido a complicaciones neurológicas derivadas de las graves heridas sufridas en el atentado.
El joven político era precandidato presidencial por el partido de derecha Centro Democrático cuando se produjo el ataque en la localidad de Fontibón, en Bogotá.
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Fueron más de dos meses de sufrimiento para Uribe Turbay y su familia. El senador recibió dos disparos en la cabeza y uno en la pierna, cuyas secuelas lo tuvieron en estado crítico en la Fundación Santa Fe de Bogotá.
Aunque mostraba señales de mejoría, el panorama cambió el último sábado 9 debido a una hemorragia en el sistema nervioso central. Estuvo sedado hasta que murió a la 1:56 de la madrugada de este lunes.
“Nuestro amor trasciende este plano físico. Espérame, que cuando cumpla mi promesa con nuestros hijos, iré a buscarte y tendremos nuestra segunda oportunidad”, escribió María Claudia Tarazona, esposa de Uribe Turbay, en sus redes sociales.
Miguel Uribe Turbay nació en 1986. Desciende de una familia política: su abuelo fue el expresidente Julio César Turbay (1978-1982), pero también la suya es una familia marcada por la tragedia pues su madre, la periodista Diana Turbay, fue secuestrada y asesinada por el Cartel de Medellín, en enero de 1991, durante una fallida operación de rescate luego de haber sido secuestrada cinco meses antes. "El senador Miguel Uribe fue el senador más votado, tenía más de 150.000 votos, y por lo tanto era una figura de reconocimiento nacional. Sin duda es una pérdida muy grande para la política nacional, para el país y, por supuesto, para su familia", explica Rafael Piñeros Ayala, profesor de la Universidad Externado de Colombia.

En lo que respecta al atentado, la Fiscalía de Colombia evalúa que al menos diez personas estuvieron involucradas en la preparación y ejecución. Se usó a un menor de 15 años como sicario, quien fue capturado a unos metros del mitin.
Entre los detenidos destaca también el nombre de Elder José Arteaga Hernández, alias ‘El Costeño’, pues según la agencia europapress. A fin de dar con cinco cómplices del autor material se analizaron más de mil videos del ataque, difundidos por redes sociales, y se entrevistó a los asistentes a la concentración política en la que fue baleado Uribe.
Hasta la fecha, la Fiscalía General de la Nación llevaba el caso por los delitos de homicidio en grado de tentativa; sin embargo, en un último mensaje por redes sociales elevó el atentado a la calidad de magnicidio, lo cual significaría un aumento de las penas para los autores materiales e intelectuales del acto.
“El autor material y quienes participaron en la preparación y planificación del magnicidio contra el senador Miguel Uribe, ya responden ante la justicia”, detalló la institución. La principal hipótesis que maneja la fiscalía es que detrás del hecho estaría una de las disidencias de las extintas FARC.
Pero la muerte de Uribe Turbay no solo es un golpe para su familia.
Un golpe a la democracia
“Realmente es un golpe para la democracia colombiana. Es un regreso al pasado de Colombia, es algo que sucedía en la época más oscura de la violencia colombiana cuando fue la lucha contra los carteles de la droga”, recuerda Mateo García, subeditor de política, del diario “El Tiempo”.
En conversación con El Comercio indica que el asesinato de Miguel Uribe devuelve a Colombia más de 30 años atrás, cuando fueron asesinados tres candidatos presidenciales en la campaña para las elecciones de 1990.
Es decir, la política colombiana vuelve a la incertidumbre.

Por su parte, el analista político Rafael Piñeros Ayala indica a este Diario que es preocupante, pues hay unos 70 precandidatos que han mostrado su interés en postular a la presidencia y que le corresponde al gobierno de Gustavo Petro garantizar la seguridad.
“Lo que refleja esta muerte es una debilidad en su política de seguridad, en tanto que las organizaciones armadas y delictivas han tenido la posibilidad de llevar a cabo este hecho en la misma capital", remarca el docente de la Universidad Externado de Colombia.
Ambos analistas recuerdan que, como parte de las investigaciones policiales, se evalúa la participación de dos facciones de las FARC: las fuerzas ligadas a alias ‘Iván Mordisco’ y también el grupo de alias ‘Iván Márquez’.
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Es por ello que, para Piñeros Ayala, el panorama electoral tiende a verse más “polarizado” y “complejo”.
“Va a haber un recrudecimiento, tal vez, de la violencia, lo cual preocupa. Va a haber mayor pugnacidad, además de bastante polarización entre derecha e izquierda porque, sin duda, va a haber personas que van a tratar de capitalizar políticamente este hecho", apunta el docente e internacionalista.
Petro y una condena internacional
El asesinato de Miguel Uribe Turbay tuvo el inmediato rechazo internacional.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó el atentado y llamó a “permanecer unidos contra la polarización”. Lo mismo hizo la Organización de Estados Americanos (OEA), señalando la secretaria general adjunta Laura Gil que “la violencia política no tiene lugar en las democracias”.
Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos, demandó justicia para los responsables del atentado. En su cuenta de X también se solidarizó con los familiares.

¿Cómo queda la imagen del gobierno colombiano?
Mateo García apunta que ya la relación con Washington está bastante deteriorada y esta podría suponer “otra vía para cuestionar al gobierno del presidente Gustavo Petro por no ser capaz de garantizar la seguridad de de sus opositores y más cuando se trata de un candidato presidencial”.
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Aun así, el mandatario respondió en su cuenta de X y “cada vez que cae un colombiano asesinado, es una derrota de Colombia y de la Vida”. Sin embargo, esta sería una manera de no responsabilizarse.
“Yo creo que es una forma de desligarse. Él señala lo ocurrido como una derrota de todos, del pueblo, de la sociedad, lo cual no necesariamente es falso, pero al mismo tiempo demuestra que las acciones que le competen al gobierno no se han llevado a cabo”, resalta Piñeros Ayala, con lo cual el gobierno de Petro hoy queda más debilitado en medio de problemas de corrupción, endeudamiento público, saltos a la regla fiscal y “desde los últimos meses el tema de la seguridad”.
El panorama se muestra incierto en Colombia, mientras que el partido Centro Democrático, ya sin Miguel Uribe Turbay, deberá elegir un nuevo candidato para las elecciones de mayo del 2026










