Cerca de 1.000 millones dólares fundidos en oro descansan en las bóvedas del Banco de Inglaterra. El dueño de los lingotes es Venezuela que, a través de su gobernante Nicolás Maduro, pide que se los entreguen para amainar los estragos producidos por la pandemia de coronavirus. Pero la operación dista de ser sencilla.
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¿La razón? Desde el año pasado, 50 países no reconocen a Maduro como el presidente, sino que ven en Juan Guaidó al legítimo mandatario. Reino Unido se suma a esa lista, así que cuando se le acercaron a pedir los lingotes, la institución financiera se negó.
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Las autoridades venezolanas del régimen de Maduro pusieron su grito en el cielo. “Cada minuto y hora que pasa significa personas que pueden perder la vida por el virus, y Venezuela requiere de sus recursos, no que una camarilla de ladrones delincuentes de cuello blanco se lo robe”, sentenció la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
No es que el Banco de Inglaterra se quiera quedar con el oro, sino que no sabe a quién dárselo. Desde que Guaidó se proclamara, en enero del 2019, como presidente interino tras calificar de fraudulentas a las elecciones del 2018 que ganó Nicolás Maduro, la situación no ha tenido solución. El problema se complica, además, porque las Naciones Unidas (a diferencia de los británicos) sí reconoce a Maduro como mandatario.
AL DETALLE
El 14 de mayo, el Banco Central de Venezuela exhortó al Banco de Inglaterra a hacer la transferencia con urgencia. Incluso, para evitar suspicacias, pidió que el dinero lo resguardara el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), de forma que no existiera lugar a corrupción. La idea gustó, pero el procurador del gobierno interino de Guaidó, José Ignacio Hernández, declaró que la única intención de Maduro era controlar el dinero “al margen de los controles parlamentarios”.
Fue entonces que se decidió ir a una corte para que decidiera el futuro del oro.
Similar situación vive el Deutsche Bank, quien guarda cien millones de libras que también han sido requeridas por Venezuela.
Según la BBC, el interés de Maduro por acceder a todo ese dinero es sortear las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos.
En julio pasado, el Tribunal Superior de Londres dictó que el verdadero presidente de Venezuela era Juan Guaidó, y que, por consiguiente, era el único que podía pedir acceso. Pero ahora se acaba de conocer el veredicto del Tribunal de Apelaciones de Londres, que anula lo dicho por su par. Es por tanto que el caso volverá a un tribunal, que deberá decidir quién es el mandatario.
La revista “Semana” recogió lo dicho por los jueces: “'Será necesario determinar si el gobierno de Su Majestad reconoce al señor Guaidó como presidente de Venezuela a todos los efectos y, por consiguiente, no reconoce al señor Maduro como presidente a ningún efecto' o si ‘también reconoce al señor Maduro como la persona que de hecho ejerce algunos o todos los poderes del presidente de Venezuela’”.
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