La estela del debate de Bukele ha seguido alimentada por alcaldes que solo quieren marketear su nombre asociado al salvadoreño. En el Estado nunca hubo intención ni posibilidad de copiar nada, pero una respuesta ambigua de Alberto Otárola –”se podría, se podría [aplicar aspectos del Plan Bukele]”- alimentó la narrativa enarbolada por los alcaldes de Los Olivos y San Martín de Porres. De la ambigüedad, Otárola pasó al juego de apellidos y dijo que acá no se aplicará ningún plan ajeno sino el ‘Plan Boluarte’. Acto seguido, pasó la palabra al ministro del Interior, Vicente Romero, que sería la cabeza del plan, aunque el gobierno no hace mucho por empoderarlo.

Amigos lectores, esta será mi última newsletter. Han sido más de tres años con este formato de opinión y de invitación a leer artículos propios y ajenos en El Comercio. No me alejo del periódico, sino que limitaré mis colaboraciones a dos crónicas, el sábado y el domingo. De esa forma, seguiré en contacto con ustedes.

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