Es una palabra de origen mozárabe (korčo) que, a su vez, viene del latín cortex, -ĭcis ‘corteza’, ‘corcho’. En la lengua general, significa ‘tejido vegetal, constituido por varias capas de células muertas, que recubre la parte exterior de algunos árboles, especialmente el alcornoque’ y también ‘tapón cilíndrico de este tejido para cerrar botellas’. Pero, además, corcho tiene en el Perú el sentido figurado de ‘torpe, corto de entendimiento’. Se puede oír, por ejemplo, frases como “no seas corcho” o “es muy corcho”.