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Contaminación en la selva de Loreto: la minería ilegal del oro en el río Nanay utiliza 1,4 toneladas de mercurio cada año
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El 15 de setiembre del 2023, policías de la comisaría de Santa María del Alto Nanay realizaron un control de identidad a los pasajeros del transporte fluvial El Aguajito, que se dirigía aguas arriba, a Puca Urco, comunidad de la provincia de Maynas (Loreto) donde operan las dragas que extraen oro de forma ilegal del río Nanay, la principal fuente de agua de Iquitos.
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En el registro descubrieron que dos pasajeros tenían camuflados en sus mochilas cuatro frascos de mercurio que en sus etiquetas decían: “Minas de Almadén y Arrayanes S.A. Mercurio Metálico 99,99%, España. Importado por M&M Trading S.R. LTDA. Agente exclusivo para el Perú. Producto tóxico”.
Un año antes, efectivos de la Marina hallaron otro frasco del mismo importador durante una intervención a una draga, una embarcación rústica construida por los mineros ilegales para remover el fondo del río y extraer el oro. Son las únicas incautaciones de mercurio conocidas en la zona. En total, se decomisaron cinco kilos de mercurio.
Envases de mercurio incautados en el 2023.
Según un cálculo del Ministerio del Ambiente (Minam), las dragas usan, en promedio, tres kilos de mercurio por cada kilo de oro que extraen de un río.
“Esta estimación es posible”, dijo José Álvarez Alonso, biólogo y especialista en conservación amazónica, cuando fue consultado por este Diario. “Por cada kilo de oro extraído por este método se usan más de tres de mercurio para el amalgamado, según diversos estudios”, agregó.
Hasta marzo pasado, entre las comunidades de Puca Urco y Alvarenga, epicentro de la minería ilegal, había 51 dragas, según el informe de la plataforma RAMI (Radar Mining Monitoring). Pero un informe más reciente, aún no publicado, pero que El Comercio conoció, indica que ahora hay 65 dragas en la zona.
Cada draga extrae un mínimo de 7,2 kilos de oro al año, por lo que las 65 dragas sacan no menos de 468 kilos del metal en total. Con base en los cálculos del Minam, quiere decir que emplean más de 1,4 toneladas de mercurio cada año para extraer esa cantidad de oro del Nanay.
Las dragas son embarcaciones rústicas, usualmente ensamblados a partir de peque peques, que usan un motor para su desplazamiento y otro para succionar el material aurífero del lecho del río.
/ Julio Reaño
Dragas dedicadas a la extracción de oro ilegal en el río Nanay. Foto: FCDS.
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El sociólogo e investigador Juan Luis Dammert explicó cómo el mercurio aparece en la zona minera del Nanay.
“Se sospecha, efectivamente, que la ruta que entra por Bolivia y que llega hasta Madre de Dios y [luego se va] hasta Iquitos, y de ahí pasa a la zona del Alto Nanay. La mayor parte se presume que va río arriba evadiendo los controles policiales y de la Marina, pero también los testimonios en la zona dan cuenta de que hay una ruta de acceso por el río Tigrellegando hasta una comunidad Santa Elena y luego pasando por una trocha que te lleva hasta la zona de Alvarenga en el Nanay.”, explicó.
A diferencia de otros insumos, el mercurio es difícil de identificar: decenas de kilos se pueden trasladar en frascos, latas de cerveza o en botellas de gaseosa, según conoció este Diario.
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Cuando llega al río, el metal tóxico se transforma en metilmercurio, sustancia mucho más contaminante que es absorbida por los peces del río, los mismos que las personas que viven en la zona consumen.
Al respecto, un reciente reporte del Centro de Innovación Científica Amazónica (Cincia), con la Sociedad Zoológica de Frankfurt Perú, reveló que 273 personas de cinco comunidades de la zona tienen más mercurio de lo aceptable. Lo mismo sucede con los peces del río.
“La mayoría tienen niveles bastante altos comparados con otras poblaciones. Y eso que la minería está [en fase] incipiente, pero, si la minería entra [aumenta], ese riesgo en las poblaciones se va a triplicar, quintuplicar [...]. El impacto de la minería en Loreto va a ser mucho más negativo en la salud de la población que lo que fue en Madre de Dios porque es una región donde la mayoría de población es migrante, la gente [de Madre de Dios] no come tanto pescado [como en Loreto]”, comentó Claudia Vega, coordinadora del programa Mercurio de Cincia.
“El mercurio no se destruye, puede viajar grandes kilómetros, permanece en el ambiente bastante tiempo”, recalcó.
A raíz del estudio, Jhonny Huaymacari, presidente de las comunidades de nativas de la cuenca del Nanay, afirmó: “Como población no somos tan ignorantes, sabemos que la minería ilegal, al aplicar el mercurio, contamina nuestras aguas. Y esas aguas las tomamos nosotros. Y en esas aguas hay peces, y los peces son nuestra comida diaria”.
En la investigación de Cincia se analizaron muestras del cabello de Jhonny Huaymacari. El estudio concluyó que el dirigente tiene un alto nivel de mercurio en su organismo.
“Los resultados [del estudio] nos dejaron en shock, pero ya nosotros sabíamos que teníamos mercurio en nuestro cuerpo”, dijo Huaymacari.
La medición hecha a Alicia Pina, quien vive en Santa María del Alto Nanay, reveló que tiene un alto nivel de mercurio en su cuerpo.
