Antes que nada, Hernando de Soto aclara que no es miembro del equipo técnico de Fuerza Popular. Mientras abre una Fanta, explica que su vínculo es solo con Keiko Fujimori.
— ¿Cómo es que, siendo usted un liberal, se acerca a una candidata a la que algunos consideran conservadora, como Keiko Fujimori?
Interesante. Dígame por qué Keiko es conservadora.
— Está en contra del aborto en casos de violación, de la unión civil. ¿No le parece que es conservadora?
No todos estamos de acuerdo en las mismas cosas, pero yo no me meto con el resto de la agenda, porque para hacer eso yo también tendría que sacrificar ciertas libertades. Por eso es que yo no soy parte del equipo, porque yo no soy un feligrés. Eso no quiere decir que no voy a tratar de influenciarla.
— ¿Por qué la apoya?
Lo que ocurre es que, entre las opciones que tiene el Perú, me parece que Keiko es la mejor opción. En unos casos, tenemos ideas completamente distintas, pero nuestras similitudes de lejos compensan las diferencias.
— Hay quienes sostienen que las propuestas de PPK y Keiko son similares.
No lo creo. Keiko tiene base, nace de abajo, sabe llegar a las clases que menos recursos tienen y las entiende mucho mejor que el otro candidato. El otro candidato es liberal más o menos ortodoxo y utiliza indicadores macro para gobernar.
— Pero el lunes en RPP le preguntaron si usted trabajaría con PPK, y usted dijo que no tendría ningún problema.
Quizás hubo un problema en el diálogo. Me preguntaron si Keiko era cerrada, y yo dije que era una persona muy abierta. Luego me preguntaron si, en el caso de que ella convocara a PPK, yo podría trabajar con él, pero no si yo me pasaría de Keiko a PPK.
— Para entendernos mejor: Si Kuczynski fuera presidente, ¿usted no aceptaría una invitación de él?
Yo he tomado una decisión. Eso no va a ocurrir. Además, Keiko va a seguir adelante. Y aunque no fuera así, yo voy a hacer lo necesario para que ella se desempeñe bien, porque compartimos ideales. Una cosa distinta sería si Keiko me dijera: "Mira, yo creo que hay que ayudar a PPK". Pero no, yo he decidido apoyar a Keiko y eso significa todo el proceso de cinco años. Salvo que me despida o nos peleemos.
— No se entiende bajo qué criterio Keiko Fujimori firmó un acuerdo con los mineros ilegales, salvo que sea una lógica electoral.
Eso fue un acto simbólico, un acto de comunicación política. Fue su manera de decir que comprendía los sufrimientos del sector informal y que quería hacer algo al respecto. Las normas que hoy gobiernan la formalización son un desastre total.
— En estos 5 años se ha visibilizado el problema de la minería ilegal. Los peruanos hemos visto la minería ilegal en áreas reservadas, La Pampa, El Sira, Huascarán. ¿No están siendo condescendientes con ella?
De ninguna manera es la intención de Keiko o la mía que se siga dañando el medio ambiente. De los 400 mil mineros informales, 20% está en esas áreas. Keiko Fujimori se ha comprometido con el otro 80%. Respecto a ese otro 20%, hay opciones: uno de los extremos es el que usa este Gobierno, mandarle la FF.AA. Los bombardean.
— Son operaciones de interdicción.
Son interdicción, pero son bombas de Napalm, los dinamitan.
— Se coloca explosivos C4 en las dragas.
Está bien, pero si usted hace eso inmediatamente ha creado una situación de guerra o semiguerra. Pero los que tienen plata, porque no olvide que hay gángsters ahí, rara vez son bombardeados. Los que son bombardeados y arrestados son los que no tienen abogados, influencias ni conexiones. Nadie dice que hay que legalizar a gángster, sino acercarse a la población que no tiene temor a ser visible.
— Pero estos decretos que Keiko Fujimori se ha comprometido a derogar precisamente diferencian entre minería informal y minería ilegal, y establecen procedimientos para la formalización.
Sí, para no ser agredido, toma 1.260 días. Para poder empezar a hacer empresa son entre 2.000 y 3.000 días. Lo que vamos a hacer es reducirlo a un plazo que sea cumplible. Desde el momento en que se comienza a perseguir a cualquier pueblo, en cualquier parte del mundo, le va salir un Estado Islámico, le va a salir Sendero Luminoso, le va a salir Antauro Humala, porque hay gente que vive de la protección de la gente pobre.
— Entonces cree que si se sigue combatiendo a la minería ilegal, existe el riesgo de que se convierta en un nuevo Sendero Luminoso.
No, estoy diciendo que no va a llevar a algo bueno. No digo que la subversión tome solamente el aspecto de violencia. No hay nadie que esté a favor de los ríos contaminados, nadie quiere menos árboles.
— El año pasado, usted tuvo una reunión para hablar de minería informal con ex terroristas, y Keiko Fujimori es intransigente con quienes tienen este tipo de vínculos. ¿Cómo se concilian estas dos posiciones?
No, yo no diría eso de Keiko. Si no, no estaría acá conversando con usted.
— ¿Usted cree que ella se sentaría a una mesa con ex terroristas?
Yo creo que sí. Hay varios tipos de ex terroristas. Están los chicos malos del Vraem: yo tampoco me reuniría con ellos. Están los del Movadef, que quieren soltar a Abimael Guzmán, yo no he hablado con ellos. Con los que yo he hablado son, vamos a darle un nombre, ‘sendero verde’: son ex terroristas que ya han cumplido sus penas. No tienen armas. Todos son ecologistas.
— ¿Ya no creen en la lucha armada?
Se han dado cuenta de que no pueden ganar. Lo que han hecho es organizar movimientos ecológicos, que son los que han parado Conga y Tía María. Ya no son violentos, pero que tienen vocación política o una voluntad de ayudar a los más pobres. Es un tiempo distinto, una estrategia distinta. Yo he hablado con Keiko al respecto.
— ¿Y qué le ha dicho?
Todavía no tengo la respuesta, pero ella sabe lo que yo pienso al respecto. Le he dicho: "Si seguimos haciendo lo que este gobierno, vamos a tener problemas". Yo no digo que soy pacifista total, pero creo que hay un sector con el cual verdaderamente se puede evitar que se sigan parando proyectos vitales para el país.
— Me llama la atención que usted, que tiene una vocación de acercamiento con lo que llama “Sendero Verde” esté al lado de un candidata que más bien es tajante frente al terrorismo.
No, no. Nunca se le ha enfrentado con esa pregunta. La próxima vez que la vean, le preguntan qué piensa. ¿Qué se puede hacer hablando con personas que ya han pagado sus penas y que han dicho que se arrepienten y que hoy quieren la preservación ecológica? Ha visto usted que Keiko se está reuniendo con mineros informales, es decir, no es exactamente una reaccionaria conservadora intolerante.
— Usted dijo que en el 2011 apoyó a Keiko Fujimori porque en ese momento la propuesta de Ollanta Humala era peligrosísima. ¿Fue tan peligroso Humala?
Ollanta Humala se presentó con un plan muy similar a la orientación que fue desarrollando Hugo Chávez. ¿Quién iba a saber que Humala no era Hugo Chávez, sino que tenía una capacidad de transar y de rendirse en sus ideales que no tenían Hugo Chávez ni Fidel Castro?
— Usted dijo a El Comercio el año pasado: “No integraré ninguna plancha, no seré primer ministro, ni ministro de nadie, siempre estaré fuera”. ¿Cómo es que ahora lo tenemos acá?
Estoy afuera. No voy a ser ministro, no voy a ser primer ministro.
— Pero lo tenemos nuevamente en la campaña.
En ningún país del mundo faltan personas que ayuden al gobierno, que aporten ideas y sistemas de organización.
— Entiendo que, en caso gane Keiko Fujimori, usted no va a ser ministro.
Así es. El equipo que voy a formar, que no va a ser fujimorista sino que abarcará un amplio espectro de la intelectualidad y la tecnocracia peruana, reportará dónde se crean normas que generan situaciones de informalidad, a fin de que todo el mundo pueda trabajar dentro del imperio de la ley.
— O sea van a ser parte de la administración pública.
Vamos a crear una organización, que ojalá tenga éxito y desaparezca, cuyo objetivo es hacer que el país transite hacia la formalidad de un mundo globalizado. Alemania, Suiza, Francia, todos esos países tuvieron comisiones como la nuestra.
— ¿No cree que la elección de Keiko Fujimori sería una reivindicación del gobierno de su padre?
No. Yo creo que su padre hizo en su primera etapa cosas magníficas y después hizo cosas espantosas, porque se entregó a Montesinos, y está pagando básicamente las consecuencias de haberse dejado seducir por este hombre. Yo creo que ella, y esa es mi opinión, quiere limpiar el apellido Fujimori. Va a hacer todo lo posible por tener un gobierno decente. A diferencia de Alberto Fujimori, hijo de migrantes, educado en el Perú, que se fue al Japón, sufrió una profunda depresión y estaba miserable en el Japón, Keiko es distinta: está casada con extranjero, es viajada. Sus puntos de referencias son distintos.
— Una observación: No sé si Alberto Fujimori estuvo miserable en Japón, pero estuvo más bien donde no lo podía alcanzar la justicia peruana.
No, no dudo de que fue al Japón a buscar refugio. Lo que quiero decir es que esta cueva donde buscó refugio no era una cueva que a él le gustara.
— Usted ha dicho que Keiko Fujimori no tiene el ADN político de su padre. Pero lo que sí tendrá, si es elegida, es mayoría parlamentaria absoluta. Cualquier decisión que tome el gobierno o cuestionamiento que tenga algún ministro, no podrá haber derogación ni censura.
Nos hemos acostumbrado tanto tiempo a tener un Congreso fragmentado que ya no sabemos qué hacer cuando hay un Congreso formado por dos grandes poderes. En Estados Unidos, hay republicanos y democrátas, y nadie está muerto de miedo de la mayoría del otro. Además, no se pueden hacer grandes cosas si no se tiene las dos terceras partes [del número legal de congresistas].
— Pero acá no hay dos partidos: Tenemos al fujimorismo, que es grande, y tenemos una segunda minoría, que tiene 50 parlamentarios menos.
Ya va a ver que se va a formar una coalición del otro lado. Además, la opinión pública, aunque uno tenga la mayoría, se tira abajo a cualquier ministro. El Perú tiene formas de defenderse.